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Analisis The Gunstringer X360

Jueves 22 de Septiembre de 2011 por Manuel Martínez
Posiblemente, The Gunstringer sea el único juego de Kinect que te permite jugar sentado, y no es poca cosa. Este simple acto te traslada al modo de juego más tradicional, sin un mando en la mano. Tiene sentido, en el fondo, ya que The Gunstringer es un juego de disparos, en el que además manejamos a una marioneta, por lo que no es necesario utilizar todo nuestro cuerpo para sumarnos a la experiencia.

The Gunstringer es, además, la nueva y loca idea de los chicos de Twisted Pixel Games, un estudio curioso como pocos, ya que tiene en su haber juegos como Splosion Man y señora o The Maw, y Gunstringer no se queda atrás en cuanto a humor y ambientación. Comenzamos con una serie de imágenes reales que nos presenta un particular teatro de marionetas, contando la historia de un vaquero que quiere cobrarse venganza tras su propia muerte, y ahí es donde comienza el juego, con nosotros manejando los hilos.

Huelga decir que, aunque se trate de una marioneta, el control no tiene nada que ver, y únicamente nos servirá de excusa para girar a nuestro vaquero de izquierda a derecha con la opción de saltar levantando el brazo izquierdo hacia arriba. El brazo derecho, por otro lado, sirve para controlar la pistola. El objetivo es pasar la mirilla por los enemigos que se marcarán automáticamente. Podemos llegar a apuntar hasta seis enemigos, que son las balas que tenemos en la recámara, para luego disparar con un gesto de disparo con la mano derecha, todas las balas a la vez.

Los niveles son variados, lo suficiente como para dar personalidad a The Gunstringer, con coberturas, saltos de plataformas, momentos donde dispararemos con dos pistolas y los encuentros con los jefes finales que son otro cantar, sin embargo, lo mejor de todo es darte cuenta que, en el fondo, esto sigue siendo un teatrillo, y de vez en cuando veremos los cogotes del público, o sus expresiones en vídeos reales true HD, o incluso la mano del maestro de marionetas quitando y poniendo parte del escenarios. Únelo a un humor y a un narrador tejano desternillante, y empiezas a entender lo que han querido crear los chicos de Twisted Pixel.

La dificultad de Gunstringer, quizá, no hace todo el honor que se merece a los juegos de la compañía, aunque el modo Duro es otro cantar. A medida que vayamos jugando al modo de dificultad por defecto, podremos ir acumulando dólares para desbloquear funciones adicionales, en las que se encuentra este modo, y otros extras como aspectos para la marioneta o incluso fotos o comentarios del director. Recomendamos que, si eres un jugador habitual, te hagas con este modo y comiences el juego desde el principio, ya que el modo de dificultad normal puede resultar un agradable paseo una vez que empiezas a dominar la técnica.

The Gunstringer hace las cosas bien, teniendo en cuenta el medio en el que se desenvuelve. Sabe que, de ser el mismo título con un mando tradicional, sería demasiado clásico, por lo que aquí la experiencia Kinect resulta ser positiva. Sin embargo, llega un momento en que tus reflejos van más allá de la velocidad de reacción que consigues con el nuevo dispositivo de Microsoft, y es entonces cuando te das cuenta que sólo te quedan repetir escenarios sin cesar, pues ya has superado todo lo que el juego podía ofrecer. El precio por su salida en formato físico (quizá para atraer también a otro tipo de público) es demasiado elevado para el resultado final, incluso siendo reducido, pero hay que admitir que Twisted Pixel está dando con cada juego un paso más a su consagración como estudio carismático y ultra personal. Y de eso, Gunstringer sabe un rato.

NOTA FINAL: 7
7

/ 10


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