Martes 13 de Septiembre de 2011 por Manuel Martínez
Rise of Nightmares es el mejor juego de Kinect, hasta el momento. Puede que esta afirmación suene algo exagerada teniendo en cuenta su aspecto gráfico ya obsoleto, y su inocente guión inspirado en una película de miedo de los 90 tipo Scream? Pero lo cierto es que el título de Sega es el primero que consigue acercarse a esa promesa de futuro, llamada Kinect, que Microsoft nos vendió hace algo más de un año.
El dispositivo de control por movimientos no solo funciona bien en Rise of Nightmares sino que además sienta las bases de lo que puede llegar a ser una nueva forma de jugar, transgrediendo la expresión de marketing con punch para convertirse en una realidad.
Rise of Nightmares propone una historia de terror ambientada en un castillo de Rumania, protagonizada por jóvenes norteamericanos, en lo que nosotros entendemos como una clara referencia a Hostel, la película de Tim Roth. El diseño de personajes, el look general de los escenarios y el inevitable humor negro demuestra sinergias con el ADN de Sega, y más concretamente con House of the Death, una de sus franquicias más clásicas.
¿Pero, qué es Rise of Nightmares? ¿Un juego de tiros sobre raíles? A pesar de que, a primera vista, parece justo eso lo que ha captado nuestra atención de este título es que se trata de un FPS en toda regla, con la posibilidad de explorar libremente los escenarios usando Kinect. Ahí es donde radica su triunfo, al elevar un poco más el significado de la palabra inmersión.