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Analisis Bastion X360

Martes 26 de Julio de 2011 por Víctor Junquera
La larga sombra de Diablo hace que todo lo que lleve espadas y magia en perspectiva isométrica recuerde inevitablemente a la obra de Blizzard. La nostalgia siempre puede, y las plataformas digitales de títulos descargables como Xbox Live Arcade siempre son un buen empujón para acordarse de aquellos años en los que todo era más original, o tal vez era que nosotros no estábamos tan resabiados. El caso es que muchos vuelven ahora a los plataformas 2D, cada vez más enrevesados, pero pocos se atreven a retroceder sobre los RPGs para ver si son capaces de ponerse a la altura de esa edad dorada de Super Nintendo.

Y a caballo entre el mismo Diablo y juegos como Illusion of Time o Secret of Mana, Supergiant Games se atreve a traernos Bastion como plato fuerte del Summer of Arcade, un estudio con poca experiencia como desarrolladores, pero mucha como jugadores, y todo su recorrido se puede apreciar en las virtudes de su primera creación, un action-RPG de perspectiva isométrica en el que tenemos que reconstruir el bastión de una nueva civilización tras el llamado Gran Desastre.

Pero todo esto no nos lo narran secuencias cinemáticas ni diálogos interminables entre personajes. Bastion aprovecha una coyuntura en la que el mundo se construye a los pies de The Kid, el protagonista, para contarnos mediante la voz de un anciano narrador todo lo sucedido, y a la vez, todo lo que sucede, no como la voz del comentarista de un partido, sino como esa voz en off que sientes al leer en papel, que en ocasiones hace las veces de pensamientos de The Kid, cuando otras hace de guía o simplemente recalca determinados aspectos del escenario a explorar.

Bastion es un juego que se cuenta sobre sí mismo, y aunque todo está predefinido, no hay lugar a diálogos repetidos ni a anticiparte a hechos antes de que el narrador los mencione. Aunque la falsa sensación de narración progresiva está muy bien conseguida, cabe decir que no son comentarios dinámicos sino sencillos scripts activados al pasar por determinados puntos, lo que no quita mérito al contenido, sino a la forma.

Bastion es simple en cuestión de que todo lo que presenta es algo ya existente. No sorprende la relación de armas y sus cualidades, clásicos martillo pesado, espada rápida y lanza con rango, lo mismo para las de largo alcance con arco perforante, trabuco lento y amplio, pistolas rápidas,... Abriéndonos paso entre los enemigos y haciendo descubrimientos conseguimos experiencia para subir de nivel y poder asignarnos un perk, gastando items y el dinero en cuestión del juego podemos potenciar las armas... Nada nuevo, pero todo muy bien integrado en el concepto del juego, sin necesidad de más menús de los necesarios, sin salirse de la sobriedad representativa del juego.

Las habilidades pasivas son licores que llevar de una destilería, la forja nos concede las mejoras para las armas por niveles, a elegir entre dos en cada nivel, pero siempre modificable según la situación (como por ejemplo, elegir entre mayor capacidad o mayor velocidad del lanzadardos). También podemos rezar a determinados dioses para conseguir mejoras a cambio de un mayor desafío (más experiencia y dinero, pero enemigos más resistentes, rápidos, etc), y planificar todo nuestro equipamiento en la armería, donde podemos elegir las dos armas que llevar de entre una decena a elegir, y una habilidad especial de entre más de veinte, algunas activables sólo con determinadas armas equipadas.

Y al salir del bastión, el juego no es otra cosa que un dungeon crawler por pantallas. Exploramos los restos del antiguo mundo por zonas buscando los elementos que nos llevarán a poder reconstruir el bastión mientras se nos va contando la historia de The Kid, de dónde han salido los monstruos que nos acechan, quiénes son esas personas convertidas en piedra que encontramos... Aunque la base de todo esto es un combate que, si bien en ocasiones es poco más que un sencillo machacabotones, los encuentros multitudinarios nos obligan a medir los timings de ataque de los enemigos para sacar el escudo a tiempo y hacer contraataques, dominar los tiempos de recarga de nuestras armas a larga distancia, tener un ojo en el indicador de habilidades especiales, nuestra barra de vida, proyectiles enemigos... En ocasiones demasiado caótico teniendo en cuenta que es fácil perderse entre todo el espectáculo visual de los escenarios, ricos en detalle y elementos a destruir, pero parcos en cuanto a interacción real se refiere. En esto y en su linealidad empiezas a pensar cuando pasa el efecto de sorpresa de que el suelo se vaya construyendo a medida que The Kid camina hacia el vacío.

Aunque Bastion ofrece una duración bruta superior a la mayoría de títulos de XBLA con sus 8 horas y opción a explorar más aún, desafíos extra con cada arma, y un Nuevo Juego+ con algunos añadidos, peca de una falta total de rejugabilidad en comparación a otros que ofrecen retos adicionales. No es el juego con una narrativa revolucionaria que se nos prometía ni el título más rompedor del año, ni su estética es lo más original y atractiva del mercado descargable, poniendo como ejemplos a seguir a Braid o Limbo, aunque sí es mucho más completo e interesante que el resto de intentos de hacer volver esa generación de clásicos a recordar.

NOTA FINAL: 7
7

/ 10


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