Lo primero que pensamos al ver el final de Alan Wake es que tardaríamos mucho tiempo en ver continuado su final. Por eso, recibimos con bastante expectación los primeros momentos de La Señal, un contenido descargable que bien podría ser el Episodio 7 de la historia narrada en Alan Wake, en vez de haberse convertido en capítulos intermedios que conectaran ciertos hechos del pasado, tal y como se pensaba en un principio.
La Señal es, por consiguiente, la continuación exacta de los hechos que transcurren en el juego original; sin embargo, su planteamiento crea ciertas dudas y problemas. La primera, que al ser un juego descargable, no puede generar nada a nivel narrativo que estropease la experiencia en una futura continuación, dado que no todo el mundo jugará a los episodios descargables. La segunda, que siendo un juego que da tanta importancia a la historia, están obligados a hacerlo.
La Señal es, por decirlo suavemente, como si un usuario hubiera estado trasteando con el motor gráfico del juego creando cosas imposibles sin preocuparse del diseño de niveles. Algo así como el surrealismo de los niveles de Mirror's Edge pero en el mundo de Alan Wake. Se aprovecha que los sucesos ocurren en una especie de estado onírico de Alan para justificar el cambio brusco de localizaciones, colocar sofás con televisores en medio del bosque y que todo esté lleno de palabras que enfocamos con la linterna. Todo es surrealista, justificado sí, pero demasiado inquietante.
El problema de La Señal es, básicamente, que parece un campo de pruebas para todo lo que se puede hacer en Alan Wake, el típico que tendría un desarrollador a la hora de jugar con un motor gráfico, creando cosas de la nada sin justificarlas narrativamente. Se nota que Remedy ha querido usar la excusa de que todo ocurre en la mente de Alan para justificarse, pero a la hora de la verdad, el diseño de niveles le pasa factura. Cuando todo el mundo espera historia, al jugador se le ofrece un reto tras otro de habilidad, por lo que este contenido descargable agradará más a aquellos aficionados de Remedy que vengan más por la parte de la acción que por la de guión.
Tampoco se ha aprovechado La Señal para probar mecánicas nuevas, ni aportar enemigos diferentes (salvo unos libros voladores que te atacan con el mismo patrón que los cuervos), ni esclarecer algunos de los puntos flacos que había en el original. Su final es anticlimático, por miedo a contar demasiado en algo que no todo el usuario de Alan Wake va a jugar, por lo que no deja de ser un quiero y no puedo que no tiene claro a donde va tanto como el camino que tiene que seguir.
La Señal es una ruta guiada. Un capítulo de Perdidos en el que parece que van a decir algo muy importante y luego no ocurre nada, por eso de hablar demasiado del abstracto. A nivel jugable, no deja de ser un campo de pruebas con una dificultad algo más elevada. Remedy debería plantearse en sus próximos capítulos si ?mojarse? un poco más con ellos y dar algo más al jugador a riesgo de que muchos jugadores de su comunidad ni lleguen al último de ellos, ni satisfechos a su segunda parte.
NOTA FINAL: 6
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