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Analisis Mass Effect 2 Kasumi: La memoria robada X360

Jueves 15 de Abril de 2010 por Víctor Junquera
Los poseedores de una copia de Mass Effect 2 y una conexión a Internet, gozan de actualizaciones periódicas de la llamada Red Cerberus en las que se van incluyendo nuevos contenidos, tanto gratuitos como de pago, unas veces de poco peso como armas o nuevos trajes para el elenco, y otras, como las que nos ocupan ahora, en forma de nuevas y variadas misiones.

Coincidiendo con el lanzamiento del juego, se estrenó la Red Cerberus con dos misiones adicionales ya tenidas en cuenta a la hora de realizar el correspondiente análisis: La Zona de Impacto de la Normandía y la misión de lealtad del personaje adicional Zaeed Massani: El Precio de la Venganza.

Pack Ascuas


Dejaremos éstas aparte y nos centraremos en hablar de las más recientes, comenzando con el Pack Ascuas, o la forma de BioWare de redimirse por no haber incluido un vehículo como el Mako del primer Mass Effect en la secuela.

Esta ampliación gratuita nos ofrece cinco nuevas misiones en entornos tan hostiles y escabrosos como lineales en los que la tripulación a pie no tendría opciones, con lo que nos ponemos a los mandos de un vehículo prototipo llamado Hammerhead, un deslizador armado con un cañón, unos propulsores que nos permiten realizar breves saltos y un sistema de prospección de materiales.

Dentro de la escasez de recursos y opciones del vehículo, las cinco misiones son sobradamente variadas, ofreciéndonos algo de exploración, algo de acción, una carrera por la supervivencia contra la naturaleza, e incluso pequeñas secciones de plataformeo.

No puede decirse que como DLC sea contenido suficiente, las misiones saben a poco y son escasas tanto en duración como en transcendencia en la historia, aunque por supuesto, bienvenida sea esta media hora extra para cada partida de forma totalmente gratuita.

Parece más bien un experimento para probar las reacciones de la comunidad ante un nuevo sistema de vehículos que nada tiene que ver con la exploración de planetas en el Mako del primer Mass Effect. Bueno, si tiene que ver. Saltar produce una sensación similar de sentir cómo toda la seriedad del título se va por la borda al ver lo gracioso que es hacerlo sin ton ni son repetidamente y fuera de contexto, pero ni por asomo el Hammerhead produce sensaciones tan gratificantes como lo que sentíamos al escalar una cordillera imposible con el Mako.

Lo que sí es seguro es que, aunque breve, la fórmula ha funcionado. Queremos más, y aunque probablemente no vaya a ser en esta segunda entrega, si que sería interesante que intercalasen algunas misiones de Hammerhead entre las principales de la tercera entrega, como ya sucediera en el primer Mass Effect.

Kasumi: La Memoria Robada


El segundo DLC del que hablamos es, de hecho, la primera misión descargable de pago que, según cómo se mire, puede resultar más caro de la cuenta (560 Microsoft Points) aunque hablemos de la inclusión de un miembro más para el equipo de Shepard, un arma más para el arsenal, un logro más para la lista y una misión para disfrutar.

Kasumi Goto es el duodécimo miembro de nuestro equipo, de nuestra banda de leales guerreros, de nuestros hermanos. Es una humana que se hace conocer, no como la ladrona más conocida, sino como la mejor ladrona de la galaxia, y quiere que su estatus continúe, así que nada mejor para ello que aliarse con Shepard.

Se presenta de una forma curiosa, actúa con seguridad, es la mejor en lo suyo, y por eso la queremos. Y como toda parte del elenco de la Normandía, tiene sus ataduras con el pasado, y es nuestro deber ayudar en la resolución para seguir adelante.

En este caso, Kasumi nos llevará a una misión variada y muy acorde a sus capacidades, de una media de una hora de duración (rondando los 40 minutos si se juega en dificultad Normal, y aproximadamente una hora y media en Locura). Un robo maestro que necesitará de varios procedimientos, en el que el objetivo es un dispositivo que contiene información confidencial y todos los recuerdos de un antiguo compañero de Kasumi. Un gran plan en el que Shepard será una pieza clave poniendo toda su agudeza y su carisma sobre la mesa en una primera parte en la que iremos de incógnito bajo una identidad falsa, de forma similar a lo que ya pudimos ver en la misión de lealtad de Samara, aunque a la hora de la verdad y con lo que más tiempo estaremos entretenidos, será resolviendo los problemas a tiros.

Todo haya que decirlo, habrá que ir bien preparado para la parte final, sobre todo en los niveles más altos de dificultad, ya que no contaremos con dos compañeros, sino que sólo tendremos la ayuda de Kasumi, que, como ya podemos prever, no está especializada en combate directo.

El nuevo personaje tenía potencial para no haber sido relegado a un segundo plano tan distante, al igual que le pasa a Zaeed, cuyo peso en el equipo es poco más que nulo y su presencia en la nave sólo sirve para abrir el último de los compartimentos que nos quedaba por ver. Conocemos pequeñísimos fragmentos de su historia al examinar los trofeos que tiene esparcidos por su habitación, y ya es más de lo que nos dirá si nos acercamos a hablar con ella.

Realmente una pena lo de estos personajes secundarios, ya que su historia podría haber dado para mucho más, aunque carezca de un peso real en toda la trama de la saga. De todos modos, sabemos que los auténticos amantes de Mass Effect pagaríamos todo lo necesario por saborear un guiño más en la tercera parte.

Y como detalle curioso y tal vez determinante para algún jugador, este DLC nos permitirá que Shepard se emborrache libremente y gratis dentro de la nave. Y lo hará, que para algo es el que manda.
9

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