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Analisis James Cameron's Avatar: The Game X360

Martes 15 de Diciembre de 2009 por Manuel Martín Ortiz
James Cameron se tiró al vacío con una nueva propuesta cinematográfica de presupuesto desorbitado, nadie imaginó que tardaría más de 10 años en hacerlo realidad y menos en utilizar una tecnología revolucionaria. Repasemos. Cameron, el hombre tras Terminator, Aliens, Abyss o Titanic no debe considerarse un director con sello de autor pero sí un excelente cerebro tras la diversión y el espectáculo puro: nada de vaciles, ningún miedo al fracaso, Cameron siempre ha apostado por impresionar de forma directa y esta vez lo busca a toda costa a través de unas gafas polarizadas.

Bien, no queremos destripar las sorpresas del juego o de la película (que las pocas que podían quedar respecto a la adaptación, ya las ha destripado el estudio de la película con el segundo trailer) pero el argumento de Avatar nos lleva a el año 2.500, a un planeta recóndito conocido como Pandora el cual posee una gran cantidad de materia prima, escoltada por unos nativos llamados Navi. No obstante y como opondrán resistencia, necesitaremos ganarnos su confianza a través de unos avatares, un depósito físicamente igual que un nativo pero con nuestro código genético, lo cual nos hará indetectables para su civilización.

Nuestra misión, o mejor dicho primera misión en el videojuego, es adentrarnos en el planeta y exterminar a las criaturas locales. Ubisoft ha trabajado a conciencia durante los últimos años para evitar el desastre de otro juego de acción sobre una película con su mejor arma: la producción. El videojuego de Avatar es muy visual (sin ir más lejos, utiliza el motor gráfico de Far Cry 2) con múltiples adaptaciones para cuidar el entorno. Cada vez que pasemos por una rama, esta se moverá, los diferentes tipos de armamento harán que afecten de forma diferente tanto a los enemigos como al propio escenario, toda una amenaza (recogiendo el testigo de ofertas jugables como las de Halo o Lost Planet). A la hora de la verdad, la pregunta del millón es, ¿De verdad Avatar no es otro subproducto para acompañar el lanzamiento de una película? La respuesta es sincera y radical: No. Probablemente juegue en una liga intermedia entre los grandes juegos de acción y las bochornosas adaptaciones: conseguirá contentar con solvencia a los fans de la película y contentará a los amantes del género, aunque puede no ser la mejor opción para los que no se dejen llevar por las aventuras.

No obstante, el juego tiene dos caras. Cuando jugamos como el ejército humano, el combate se construye en las distancias, con el habitual armamento de fuego. Aquí Avatar esconde mejor sus defectos, a base de imitar (con cierta inteligencia) el esquema de Lost Planet, adaptando su entorno al propio universo de Cameron. Donde jugablemente rechina es cuando nos ponemos en la piel de Navi, aquí el juego se transforma en una ensalada de mamporros con caídas constantes de frame rate y poca estabilidad, francamente, toda una lástima tras los múltiples pasos firmes mostrados.

Como curioso extra y dato para recordar, se trata del primer juego que utiliza un sistema de reproducción estereoscópico, para el cual necesitaremos, primero, un televisor de 200hz (precisamente, no muy comunes en nuestro país...) y una conexión HDMI. La propia Ubisoft es consciente de que prácticamente nadie podrá disfrutar de este avance pero sí que pretenden firmar el primer juego con esta espectacular tecnología.

Avatar tiene un universo colorido y rico, francamente más propio de un videojuego que de una super-producción de hollywood actual. El alto nivel de calidad gráfica o sus innovadores avances junto a su honesto planteamiento jugable, deberíamos replantearnos cómo hubiésemos abordado el juego de Ubisoft de no estar basado ante una película, seguro, que por lo menos nos hubiésemos interesado en él de forma más amable. Modesto convincente, suficiente para los fans del género, más que digna adaptación para los devotos de la película.

NOTA FINAL: 7
7

/ 10


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