Analisis Batman: Arkham Asylum X360

Más que sorpresa, nuestra reacción es pura incredulidad: Arkham Asylum nos impactó con sus primeras imágenes, después consiguió dejarnos boquiabiertos cuando pudimos probar su sistema de juego y una vez jugado en profundidad a la versión final confirmó el milagro: se trata, efectivamente, del juego soñado por cualquier fan de la franquicia.

Nos quedamos sin palabras ante el refinamiento de un sistema de combate rompedor, una infiltración conseguida, exploración adictiva y un elogiable respeto hacia la franquicia de cómic más laureada de todos los tiempos.

Pero...¿qué cómo ha re-inventado la rueda Rockstead? ¿realmente era tan difícil adaptar un franquicia externa con éxito, más allá de Goldeneye y contadísimos casos?, ¿Conseguiría salvarse de la criba si se desligase de la figura de Batman? Las calves son discreción, pulcritud y ambición.

En Arkham Asylum nos pondremos en la piel de Batman, el personaje diseñado por Bob Kane hace más de 70 años en la interminable lucha contra el Joker. El psicópata más temido de Gotham nos encierra en pleno psiquiátrico por culpa de los funcionarios de prisiones y sus descuidos, tropezando en una trampa mortal, una gran broma asesina donde el cazador cazado tendrá que escapar con vida y re-encerrar a todos los criminales dementes de la ciudad.

Arkham es un prodigioso reconcentrado de grandes momentos, donde las referencias al universo de DC como el mimo extremo en cada pequeño detalle del psiquiátrico lo transforman en un referente para el futuro, con, esperemos, la misma repercusión positiva que ha recibido El caballero oscuro de Christopher Nolan en las salas de cine. Pero más allá de la sorpresa ante un videojuego-licencia de calidad...¿consigue despegar o planea con torpeza?
Dentro de, bueno, el sector más radical de jugadores, se ha debatido sobre ciertos defectos de Arkham Asylum. Este tipo de análisis tan en profundidad no cuestionan en ningún momento el producto, todo lo contrario: el esqueleto sobre el que se sostiene es tan robusto que cualquier excusa será buena para buscarle las cosquillas.

Entre los más populares, los más reservados cuestionan su repercusión de no hacer uso de la franquicia Batman. Aunque el razonamiento es lógico, este argumento puede utilizarse en títulos realmente deficientes, como Superman Returns o Transformers, pero no un juego que cimienta todo su peso en las posibilidades y licencias que puedes permitirte con el personaje.

Arkham Asylum funciona como prisión y escenario estructural de un mix de géneros muy particular. Es una aventura y el guión nos obliga a recorrer las instalaciones de forma falsamente lineal: aunque muestre cierta sensación de libertad, el camino está tan señalizado que pocas veces recorremos un pasillo en balde. Pero obviar los elementos de exploración principales sería despreciar el excelente diseño de escenarios a la altura de los mejores momentos de la franquicia Metal Gear Solid, donde cada resquicio, trampilla, túnel de ventilación o esquina ofrecían un mundo de posibilidades para interactuar con el entorno o derrotar enemigos.

Como Batman no puede emplear armas letales (recordemos que lucha contra el mal por el asesinato de sus padres, vendetta que le convirtió en un paranoico justiciero anti-armas) la única forma de enfrentarnos contra nuestros adversarios será con el contacto físico o mediante la ocultación en las sombras.

En la etapa de combate, Arkham Asylum se transforma en un competente beat em up, extremadamente ágil, visual y ciertamente, un poco efectista. Batman se mueve con una fluidez revolucionaria, la física y el motor permiten cortar un movimiento en pleno ataque para representar un combate ágil y versátil, no como los habituales patrones robóticos de órdenes directas.

Pese a que las opciones de ataque son simples (realmente podremos atacar con un botón y contra-atacar con otro) la inteligencia artificial toma un papel crucial: los enemigos te rodearán, te distraerán para beneficiarse de armas y objetos del escenario y te atacarán de forma constante, no con esa irreal sensación de combate por turnos de clásicos como Final Fight (o incluso títulos de culto modernos, como No More Heroes o Mad World).

La infiltración juega con la trampa, evita errores pasados (Splinter Cell) y consigue la mecánica más divertida y directa desde el Metal Gear Solid original. Cumple un patrón mecánico A o B que no distrae en ningún momento la acción, no permite extraños casos de inevitable sorpresa ni siquiera engaña al jugador: puede que los enemigos vean menos que un murciélago en una carpa diurna del FIB, pero no sufrirás sorpresas inesperadas: si avanzas agachado, no te escucharán, si matas sigilosamente, no te encontrarán: esta es la única forma de no desesperar al jugador y proponerle un reto saludable y no extasiarlo mediante parámetros absurdos donde unas veces te ven, otras eres invisible, en momentos detecta el aleteo de una mariposa, a los cinco minutos no escuchan una bomba explotar a cinco metros: las leyes, bien claras y definidas por favor.

El tercer pilar es la exploración y situación geográfica. Con pequeñísimos tintes de videojuego metroidvaniano no se nos permitirá el acceso a ciertas localizaciones del escenario hasta recibir mejoras en el bat-traje o nuevos gadgets (lástima que no dispongamos de bat-repelente contra tiburones).

Estos periféricos particulares de los que se beneficia Batman sirven para explorar el escenario, desplazarse o vislumbrar enemigos. En el modo detectivesco, desaparecerán las paredes y sabremos que enemigos están armados y cuales no, su proximidad, las trampillas y lugares a los que tenemos acceso y todo tipo de información sobre el entorno.

Aquí llega uno de los pocos peros serios. Este gadget puede utilizarse de forma indiscriminada y facilita demasiado, tanto la infiltración como los métodos para acceder a localizaciones ocultas. Es un error común pero no por ello menos denunciable: algún tipo de limitación temporal o batería hubiese sido el equilibrio perfecto para no pasarnos el juego en modo rayos X.

Arkham Asylum no es God Hand, Metal Gear Solid o Metroid, pero sí que no desmerece a ningún género mediante la combinación generosa de géneros, sin rechinar, sin forzar un universo que te propone retos abarcables y excitantes en todo momento y sin pretender tampoco sentar cátedra en ninguno en particular.
Gotham es el alma de Batman. La ciudad, re-interpretada en mil ocasiones, desde la oscuridad carton-piedra neo-gótica de Tim Burton, los parajes enfermizos de Dave Mckean o la sobriedad propia de Detroit de Christopher Nollan en Batman Begins, Gotham es el claro reflejo de las múltiples cara de Batman.

Si bien otros juegos han re-interpretado el universo Batman con acierto, ninguno había llegado al cariño de Arkham Asylum. El psiquiátrico esta diseñado de forma inteligente, lleno de resquicios, cuadros, pintadas y detalles para crear empatía con el fan. Los enemigos a los que nos enfrentaremos tendrán fichas oficiales, archivos de sonido sobre su paradero o ingeniosos juegos superficiales, como la gran sorpresa que nos prepara Enigma, que deberemos descubrir a base de explorar cada rincón del psiquiátrico.

El espectacular apartado gráfico consigue un doble logro: primero, dignificar una producción de este calibre y segundo, conseguir que el motor Unreal no parezca una vez más un Gears of War descafeinado. Utiliza la paleta cromática de un modo similar al de Bioshock, creando fuertes contrastes entre verdes, negros y azules, aunque el peso del impacto visual recae en los modelados, sus animaciones y su compleja personalidad, más allá de una versión siniestra de Batman o la sobriedad y el aspecto 'anti-comic' que impregnó Nolan en sus dos películas recientes (aquí simplemente parece que desde el último funcionario de prisiones hasta las piedras del suelo se pasan 4 o 5 horas en el gimnasio realizando ejercicios anaeróbicos).

Una vez devorada la campaña (se recomienda en dificultad alta), las apenas 10 horas que dura junto a unos modos extra no demasiado emocionantes (modos arena con rankings online)...tiene poco más que ofrecer. Desde este punto, podemos empezar a reprocharle sus vergüenzas: los enfrentamientos contra jefes finales carecen de profundidad (por muy espectaculares que sean los parajes psicotrópicos del Espantapájaros) y una vez completado, tiene pocos alicientes para rejugarlo para los menos adeptos.


El mayor logro de Arkham Asylum aún está por mencionar: consigue crearte la ficción, por unas horas, de ser Batman. Dominas el combate, te infiltras entre psicópatas, tienes a tu disposición un arsenal de gadgets y objetos con los que combatir contra el mal y el negro es el único color en tu vestidor. El feeling es bestial y la sensación de inmersión es absoluta.

Un videojuego que trata con sumo respeto a los fans, toda una rareza. Es vistoso y hasta cierto punto efectista, pero funciona como el mecanismo de un reloj combinando géneros arriesgados y de capa caída en los últimos años. Ahora toca soñar con una Gotham a la misma escala de cuidado y excelencia.

NOTA FINAL: 9

A favor:

- Recreación del psiquiátrico, ambientación, caracterización de los personajes, su potente personalidad.
- Convincente combinación de géneros, beat em up, infiltración y exploración
- Honra la franquicia y adopta sus posibilidades en un videojuego ejemplar.
- No el mejor, pero sí uno de los videojuegos a imitar en cuanto a apropiación de una licencia.

En contra:

- El modo detective está bien integrado pero ofrece demasiada información al jugador, facilitando su avance en exceso.
- Su duración, que aunque coherente, te deja con la miel en los labios.
- Combates contra enemigos finales mejorables.


GENERO: Aventura, infiltración, beat em up
DURACIÓN: Corta
MODOS DE DIFICULTAD: 3
MODO MULTIJUGADOR: No
MODO ONLINE: Sí (rankings)
MODO HDTV: Sí, 1080p
EXTRAS: Sí (modelados, artes, secuencias, fichas, escenarios, skins, etc.)


DESARROLLADORA: Rocksteady (Eidos)
DISTRIBUIDORA: Koch Media
LANZAMIENTO: 28-08-09
CALIFICACIÓN EDAD: +16
Precio (?): 50,96?

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