Avance [GC11] Gears of War 3 X360

Gears of War ha encontrado su camino en la actual generación de consolas. Es curioso, porque todas las trilogías suelen llevar una estructura similar, donde la primera suele sorprender, la segunda mejorar y la tercera concluir. Gears of War, que hizo todo desde el primer juego es, simplemente, más duro y más loco; se conoce mejor a sí mismo y a un público muy centrado en una campaña cooperativa y un multijugador que sabe diferenciarse de los referentes del género. Sin embargo, aún faltaba ver cómo se comportaba la campaña para un jugador y, tras haber completado el primer acto, tenemos la respuesta.

A pesar de que toda la saga de Marcus ha querido incidir siempre, de alguna manera, en un aspecto narrativo singular, mezclando palabrotas con sentimientos, la segunda entrega quizá se concentró demasiado en una campaña poco explicativa, donde la historia de nuestro compañero Dom parecía más importante que el hecho de que el mundo de Sera se fuera al garete. Gears of War 3 se ha reservado el resto. La verdadera historia, que envuelve los acontecimientos sobre el pasado de Marcus y su padre saldrán a la luz aquí, sin olvidar que poco a poco, otros personajes como Cole han logrado tener su reconocimiento. El primer acto nos pone en situación: los Gears se ocultan en barcos, mientras que otros supervivientes hacen lo propio en refugios. Ya no existe una organización gubernamental, por lo que ahora simplemente se lucha por sobrevivir. El acto se divide en la historia de Marcus, con jefe final a la vista, mientras que la otra parte se centra en Cole y sus recuerdos de cuándo era una gran estrella del deporte, en acontecimientos que suceden paralelamente.

En cuanto a los combates, la fórmula sigue igual que siempre, con algunos cambios en las armas, donde destaca sobremanera el lancer antiguo, un arma con mayor potencia de fuego pero muchísimo más difícil de controlar, con la particularidad de su bayoneta que permite empalar a los enemigos en carrera. Los Lambent, la otra terrible raza que nació con la segunda parte, está mejor ajustada ahora, ya que en Gears of War 2 no terminaron de funcionar (al ser enemigos cuerpo a cuerpo, sólo tenías que esperar a que se acercaran a su motosierra mientras los otros esperaban su turno). Ahora poseen armas de fuego, y algunos gigantones nos pondrán en muchísimos aprietos incluso detrás de las coberturas. Además, con los Lambent tendremos también que preocuparnos por acabar con los tallos y las vainas de donde nacen, una especie de símil a los agujeros Locust de anteriores Gears.

En un momento de la aventura también pudimos manejar los nuevos Silverback, una especie de mecha donde seremos una máquina imparable de disparar balas, aunque habrá que tener cuidado con enemigos rápidos ya que nos moveremos de forma mucho más tosca y no seremos invulnerables. Será con esta máquina con la que haremos frente a uno de los enemigos más gigantescos que se han podido ver en toda la saga: una especie de monstruo submarino que está destrozando nuestro barco.

Gears of War 3 sabe recompensar al jugador, de eso no hay duda. Los pequeños cambios que se han incorporado en el armamento, o incluso los nuevos enemigos, no dejan de ser un nuevo reto para un estilo de juego que va in crescendo y que no nota síntomas de cansancio. A Epic le sigue gustando incluir retazos de historia para aumentar el drama, pero lo cierto es que Gears se comporta mejor cuando se vuelve irreverente, maleducado, aunque nada tenga sentido. Los jugadores que quieran seguir con el reto tendrán que jugar, desde el comienzo, en el modo de dificultad elevada, ya que ésta ha sido reducida cuantiosamente, por lo que si esperan un reto de verdad tendrán que pasarse el juego al completo si quieren jugar en Locura.

El modo cooperativo es, a su vez, la mejor implementación del juego, ya que el título se ajusta perfectamente al hecho de llevar cuatro jugadores humanos, con escenarios más amplios. Esto, unido a un motor que por primera vez huye de los ocres y los marrones, aumentando cuantiosamente la paleta de color, logra un espectáculo que justifica la tercera parte. Recordemos, además, que es la primera vez que podremos jugar a Gears of War en 3D estereoscópicas. Si el título logra no enredarse en demasía intentando explicar una historia que, en el fondo, no tiene ni pies ni cabeza (y tampoco le hace falta), y presentar un reto donde el jugador siga progresando exponencialmente a través de escenarios y enemigos más enrevesados, entonces Gears of War 3 tendrá un final tan épico como el estudio que lo desarrolla.

Ficha técnica

Salida: 20-09-11

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