Buena mierda: Rise of Nightmares Xbox 360
Lunes 19 de Diciembre de 2011 por Manuel Martínez
En Mundogamers.com somos un poco culturetas y un poco sibaritas; esto es tan cierto como que Bukowski se inspiró en la literatura de John Fante o que David Foster Wallace se convertirá muy probablemente en uno de los autores mejor recordados del siglo XXI. Nos gusta beber cocktails de más 15 euros y buscar excusas para llevar pajarita?
Pero, a pesar de todo, jamás olvidamos lo divertido que resulta ver una película de Steven Seagal (o Dolph Laudren) mientras nos zampamos una pizza y tragamos algo de cerveza para bajar el bolo alimenticio. Para todo hay un momento y un lugar. Sencillamente hay que saber cómo y cuándo disfrutar de una determinada clase de entretenimiento.
Entretenimiento... En el significado de la palabra está la clave de esta sección que pretende destacar el notable nivel de divertimento que alcanzan algunos videojuegos olvidados por la crítica porque no tienen presupuesto, guión o apartado gráfico que merezca la pena destacar? Pero al menos tienen alma, maldita sea.
Rise of Nightmares (SEGA) es uno de esos juegos y hoy vamos a explicarte porqué. Vale. Sabemos que tú, hardcore gamer de toda la vida, no consigues pillarle el punto a Kinect a no ser que tengas una chavala delante de ti jugando a Dance Central. Sabemos también que al ver un par de capturas de Rise of Nightmares lo primero que piensas es que parece un juego de PlayStation 2 o Dreamcast. Y es verdad pero en parte, ahí está la magia. Para que una peli de miedo se transforme en una peli de risa tiene que ser visualmente cutre. Y Rise of Nightmares lo es. Tiene ese estilo gráfico de serie B y ese humor negro latente que sólo Sega sabe conseguir como de sobra ha demostrado en títulos añejos como The House of the Dead o IllBleed.
Pero esa decepción inicial cambia radicalmente cuando te pones a jugar y te das cuenta de que han desarrollado un producto que si bien no es exactamente lo que Microsoft había prometido con Kinect, se le acerca bastante.
Ahí estás tú moviéndote literalmente en un mundo virtual. Viene un monstruo y le das puñetazos, te proteges, esquivas, le das una patada a lo Duke Nukem para apartarlo, coges un palo y le golpeas. Todo con movimientos naturales elegidos con inteligencia y siempre dando la posibilidad al jugador de poner una especie de ?piloto automático? en caso de que la cosa se complique. En serio es la cosa más divertida que hemos probado en Kinect, con permiso de Dance Central. No puedes dejar de reírte cuando apuñalas a un enemigo imitando el movimiento, eh? Bueno el movimiento de apulañar. En parte porque funciona bastante bien y porque cada arma requiere un movimiento distinto más o menos intuitivo. Y poco a poco te vas sumergiendo en una película de terror con protagonistas adolescentes.
¿Podría ser más preciso? Muchísimo. De hecho, recibiríamos una segunda parte con los brazos abiertos. Pero incluso con sus fallos y sus aciertos Rise of Nightmares se ha convertido en uno de los pocos juegos en los que pensamos cuando alguien nos pide recomendaciones para Kinect.
Pensad también en lo arriesgado y políticamente incorrecto que es el juego de Sega. Es un caramelo para las asociaciones de padres y las televisiones sensacionalistas. Y sin embargo ahí está Rise of Nightmares, con dos pelotas, enseñándole a tu hijo la diferencia entre matar con un hacha o con un bisturí. Como ves, Rise of Nightmares destaca por muchas razones pero sobre todo por ser tan violento, gracioso y entretenido como una peli gore.
Deja de quejarte de los juegos casual y dale la vuelta a la tortilla, cambia el chip o lo que sea que digan los jóvenes de hoy en día. Si no te gusta que juegos hardcore se casualicen Rise of Nightmare te enseñará que hay esperanza para la humanidad al demostrar que también es posible que un juego ?casual? se hardcorice.
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Pero, a pesar de todo, jamás olvidamos lo divertido que resulta ver una película de Steven Seagal (o Dolph Laudren) mientras nos zampamos una pizza y tragamos algo de cerveza para bajar el bolo alimenticio. Para todo hay un momento y un lugar. Sencillamente hay que saber cómo y cuándo disfrutar de una determinada clase de entretenimiento.
Entretenimiento... En el significado de la palabra está la clave de esta sección que pretende destacar el notable nivel de divertimento que alcanzan algunos videojuegos olvidados por la crítica porque no tienen presupuesto, guión o apartado gráfico que merezca la pena destacar? Pero al menos tienen alma, maldita sea.
Rise of Nightmares (SEGA) es uno de esos juegos y hoy vamos a explicarte porqué. Vale. Sabemos que tú, hardcore gamer de toda la vida, no consigues pillarle el punto a Kinect a no ser que tengas una chavala delante de ti jugando a Dance Central. Sabemos también que al ver un par de capturas de Rise of Nightmares lo primero que piensas es que parece un juego de PlayStation 2 o Dreamcast. Y es verdad pero en parte, ahí está la magia. Para que una peli de miedo se transforme en una peli de risa tiene que ser visualmente cutre. Y Rise of Nightmares lo es. Tiene ese estilo gráfico de serie B y ese humor negro latente que sólo Sega sabe conseguir como de sobra ha demostrado en títulos añejos como The House of the Dead o IllBleed.
Pero esa decepción inicial cambia radicalmente cuando te pones a jugar y te das cuenta de que han desarrollado un producto que si bien no es exactamente lo que Microsoft había prometido con Kinect, se le acerca bastante.
Ahí estás tú moviéndote literalmente en un mundo virtual. Viene un monstruo y le das puñetazos, te proteges, esquivas, le das una patada a lo Duke Nukem para apartarlo, coges un palo y le golpeas. Todo con movimientos naturales elegidos con inteligencia y siempre dando la posibilidad al jugador de poner una especie de ?piloto automático? en caso de que la cosa se complique. En serio es la cosa más divertida que hemos probado en Kinect, con permiso de Dance Central. No puedes dejar de reírte cuando apuñalas a un enemigo imitando el movimiento, eh? Bueno el movimiento de apulañar. En parte porque funciona bastante bien y porque cada arma requiere un movimiento distinto más o menos intuitivo. Y poco a poco te vas sumergiendo en una película de terror con protagonistas adolescentes.
¿Podría ser más preciso? Muchísimo. De hecho, recibiríamos una segunda parte con los brazos abiertos. Pero incluso con sus fallos y sus aciertos Rise of Nightmares se ha convertido en uno de los pocos juegos en los que pensamos cuando alguien nos pide recomendaciones para Kinect.
Pensad también en lo arriesgado y políticamente incorrecto que es el juego de Sega. Es un caramelo para las asociaciones de padres y las televisiones sensacionalistas. Y sin embargo ahí está Rise of Nightmares, con dos pelotas, enseñándole a tu hijo la diferencia entre matar con un hacha o con un bisturí. Como ves, Rise of Nightmares destaca por muchas razones pero sobre todo por ser tan violento, gracioso y entretenido como una peli gore.
Deja de quejarte de los juegos casual y dale la vuelta a la tortilla, cambia el chip o lo que sea que digan los jóvenes de hoy en día. Si no te gusta que juegos hardcore se casualicen Rise of Nightmare te enseñará que hay esperanza para la humanidad al demostrar que también es posible que un juego ?casual? se hardcorice.
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