Analisis Wii Music WII

La música es uno de los siete artes de los que absolutamente todo el mundo puede disfrutar. Independientemente de gustos, tararear una melodía conocida resulta a veces inevitable, y esa es otra de las virtudes de la música, todo el mundo puede asimilarla. Sin embargo, como característica común a toda arte, la música no puede ser representada por cualquiera, se necesitan ciertas aptitudes y un oído musical bien educado.

Nintendo pretende romper la barrera una vez más, con su premisa de que todo tipo de gente pueda realizar todo tipo de acciones gracias a Wii, y aquí es donde entra en juego Wii Music, un título gracias al cual cualquier persona podrá interpretar, a su libre albedrío, la Novena Sinfonía de Beethoven.

Cabe decir, antes que nada, que Wii Music no es un videojuego, como tal, sino que más bien se trata de una enciclopedia musical práctica, cuya finalidad es la de adiestrar el oído musical, representar con estilo propio conocidos temas de todos los tiempos gracias a multitud de instrumentos distintos, y compartir nuestras creaciones. Además de contar con descripciones de todos los instrumentos, interesantes tutoriales, etc.

No dispone de un sistema de puntuaciones, de objetivos a conseguir más allá de desbloquear todas las canciones e instrumentos, y está totalmente orientado al aprendizaje, la creatividad y el hecho de compartir. Por lo tanto Wii Music no será valorado y puntuado como el resto de juegos.


Wii Music dista mucho de ser un simulador de músico, y tampoco se trata de un arcade musical al uso como Beatmania, Donkey Konga o Guitar Hero. Basándose en uno de los 50 temas disponibles, el jugador será quien marque las pautas, tanto de ritmo como de melodía y los instrumentos utilizados (con un máximo de 6 a la vez por tema). Con lo cual, los cuatro modos de control no son más que una sencilla manera de expresar con movimientos del mando de Wii lo que se podría hacer con botones en un controlador normal.

A pesar de haber más de 60 instrumentos distintos que poder tocar, todos se engloban en cuatro categorías, y una especial que veremos más adelante. Éstas cuatro son: tipo Piano (con Wiimote y Nunchuk, moviéndolos como para tocar un xilófono), tipo Guitarra (con Wiimote y Nunchuk, extendiendo la mano del último como sujetando el mástil de la guitarra, dando las puntadas con la mano restante), tipo Violín (con Wiimote y Nunchuk, simulando sujetar el instrumento con la mano del Nunchuk y moviendo el Wiimote como si fuese el arco) y tipo Viento (sólo con Wiimote, simulando tocar una trompeta, con el mando frente a nosotros, tocando los botones).

Es importante recalcar que no es un simulador con lo cuál, los controles no son 100% fidedignos, siendo especialmente falso el tipo violín, en el que no importará cuánto movamos el ?arco?, sino que el sonido saldrá cuando pulsemos un botón.

Todo esto nos viene explicado en un sencillo tutorial, que podremos revisar cuantas veces queramos, y en el que, además de a tocar los instrumentos básicos, nos enseña a participar en una composición, grabar un videoclip y ponerle una carátula. Estas dos últimas acciones no sólo sirven para el reconocimiento personal, sino que serán la base de la conectividad Wi-Fi con amigos.

Tras el tutorial, ya estaremos listos para disfrutar de Wii Music. En el modo principal, utilizaremos como base uno de los 50 temas disponibles en el título, de los que habrá que desbloquear más de 40, y que engloban temas de todos los tiempos y géneros, desde la antes mencionada Oda a la alegría hasta September, de Earth, Wind & Fire, pasando por clásicos atemporales como La Cucaracha, y una gran variedad de títulos de videojuegos, como el inmortal tema del 1-1 de Super Mario Bros., el tema principal de Animal Crossing, o el Mute City de la saga F-Zero. Variedad para todos los gustos.

Como decíamos, la base será uno de estos temas, que podremos intentar tocar, tal cual suenan, o podemos aplicar las modificaciones que deseemos (dentro de un límite) cambiando los instrumentos utilizados por defecto, dando lugar a combinaciones inusitadas, como un Carros de Fuego, en versión galáctica-hawaiiana. Las posibilidades no tendrán límites, ya que habrá más de 60 instrumentos diferentes como las típicas guitarras eléctricas, o un clásico piano de cola, o cosas más folklóricas como las castañuelas, e incluso sintetizadores de sonidos 8-bit.

Evidentemente, no se pueden tocar todos los instrumentos a la vez, y no todo el mundo tiene tres compañeros cerca, disponibles a tocar uno de estos éxitos, así que la interesante opción que nos propone Wii Music es la de superponer una de las 6 pistas de sonido disponibles por canción (melodía, percusión,...) de cada vez, con lo que poco a poco, el tema original irá cambiando de maneras insospechadas. La composición final podrá ser grabada y guardada en la memoria de Wii (permite hasta 100 grabaciones), y podrá ser enviada por el servicio WiiConnect24 a los amigos Wii.

Además, podremos también modificar las actuaciones recibidas por dicho servicio online, lo cuál se aproxima mucho a la experiencia multijugador, creando un producto fruto del esfuerzo de varias personas con sus propios estilos, pudiendo crear así una sensación similar a lo que sería una banda de jazz.

A pesar de todo, Nintendo no se ha olvidado de lo que es un juego, e incluyó en Wii Music tres sencillos minijuegos para hasta cuatro jugadores. El primero de ellos es el modo Director de orquesta, que recordará enormemente a la primera presentación del juego, con un Miyamoto en modo showman, en el que símplemente deberemos organizar una orquesta, pero sin complicaciones. Se trata sólo de mover el mando con cierto ritmo, sin necesidad de emular a un director de orquesta de verdad.

El siguiente minijuego tiene similitud con un arcade musical al uso, como Donkey Konga. Deberemos agitar uno de los dos mandos, correspondientes cada uno a un color, cuando la campanilla de nuestro color pase por el punto indicado. Por último, hay un sencillo test de educación del oído musical, en el que responderemos a 10 variadas preguntas en cada uno de los 8 niveles de dificultad, siempre orientadas a la identificación de sonidos y ritmos. Algo ameno y distendido que ayudará a la comprensión de Wii Music, y además servirá para conseguir elementos desbloqueables.

Se merece una mención aparte el modo batería, un modo que produjo cierta vergüenza ajena en su presentación oficial en este E3 2008, pero nada más lejos de la realidad, es un modo que representa a una batería con total fidelidad. Para esta función es necesario contar con una Wii Balance Board, ya que la báscula hará las funciones de pedales de la batería. Los mandos simularán las baquetas, y habrá que coordinar movimientos de manos, pies y dedos, con los que pulsaremos los botones que nos permitirán orientar las baquetas hacia un elemento de la batería u otro. Este modo incluye un espectacular tutorial en el que enseñarán a tocar la batería desde cero, indicando además los nombres y las características de todos los elementos de la misma. Es complicado para inexpertos, pero los resultados merecen la pena.

No hay mucho que comentar sobre el apartado audiovisual. Wii Music utiliza los Miis, como particularidad marca de la casa, y eso implica que es un título con un apartado gráfico sólido, pero sin alardes. Tampoco exige excesos. Cuenta con una interfaz sencilla y directa y no está descuidado, con lo que cumple bien con su cometido. Y en el apartado sonoro, nada que comentar que no hayamos dicho ya. Cuenta con una selección de temas que no dejará indiferente, y todos y cada uno de los instrumentos están lo suficientemente bien diferenciados y bien representados. A pesar de todo, a un título de esta índole se le podría exigir un poco más de calidad sonora, ya que aunque reconocibles, muchos de los instrumentos no suenan como deberían, y dan una sensación de ?sintetizado?.


Como decíamos al inicio, Wii Music no es un título analizable por los parámetros típicos de análisis de un videojuego. Teniendo claro ese aspecto, y que no aporta nada nuevo a la experiencia del jugador, podemos encontrarnos en Wii Music una buena guía de instrucción musical.

La experiencia multijugador es muy gratificante, y las posibilidades son infinitas. Además, el modo batería es algo realmente innovador, por ponerte frente a una batería prácticamente real, aunque resulta caro de conseguir, por requerir tener Wii Music y Wii Fit.

Sin embargo, echamos en falta un aspecto que debería haber incluído, por venir incluído en muchos títulos de diversidades, y es un creador musical. Una simple partitura donde colocar notas y hacerlas sonar con distintos instrumentos hubiese sido suficiente. Si Mario Paint ya contaba con un modo así, no hubiese sido costoso incluirlo en Wii Music, y multiplicaría sus posibilidades ad infinitum.

A pesar de sus carencias y de ser un no-juego, personalmente, servidor ha aprendido decenas de curiosidades musicales y en mayor o menor medida, a tocar la batería.

NOTA FINAL: 7

A favor:

- La gran variedad de temas e instrumentos disponible.
- Compartir tus creaciones y modificar las ajenas.
- En multijugador es sin duda divertido.
- El modo batería, completo y muy bien llevado a cabo.

En contra:

- Le falta un creador de música.
- Los minijuegos se antojan escasos.


GENERO: Tutor musical
DURACIÓN: Media
MODOS DE DIFICULTAD: 1
MODO MULTIJUGADOR: Sí, hasta cuatro jugadores simultáneamente
MODO ONLINE: Sí, compartir creaciones
MODO HDTV: Sí, hasta 480p
EXTRAS: Sí, canciones e instrumentos desbloqueables


DESARROLLADORA: Nintendo
DISTRIBUIDORA: Nintendo España
LANZAMIENTO: 13-11-08
CALIFICACIÓN EDAD: +3
Precio (?): 45,45?

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