Con una PlayStation Network caída, han sido muchos los juegos que han sufrido el varapalo los primeros días de lanzamiento. Si muchos usuarios aprovecharon la compatibilidad de Steam con PSN para comprar sus Portal 2 en la plataforma de Sony y han tenido que esperar hasta ahora, los usuarios de
SOCOM han tenido que centrarse en el modo campaña mientras el servicio de juego por Internet volvía a la vida. Tampoco es que vaya a influir mucho, ya que los aficionados a SOCOM ya estaban en línea desde el primer día de la activación de PSN, en una saga que ha variado mucho desde sus primeros pinitos a través del Ethernet de PS2, y que a día de hoy, va un poco mareada intentando seguir a donde apuntan los estandartes del género en esto del multijugador.
Por el lado de la campaña, poco ha cambiado desde la última entrega, sobre todo a nivel gráfico y con una ostentosa centralización en Move, que aleja y centra a nuestro protagonista en pantalla para poder realizar una inspección más prolífica del terreno con el accesorio, mientras que seguimos con el sistema de coberturas implantado. Lo más destacado serán la división de equipos de modo que podamos realizar aproximaciones con un equipo más centrado en la artillería o con un equipo de operaciones especiales. Combinando los dos podremos tender emboscadas en determinados momentos de cada misión de forma que pillemos al enemigo por sorpresa. Claro que eso funcionará mejor siempre y cuando estemos en un modo de dificultad que no nos permita ponernos en mitad del escenario aguantando un chorretón de disparos mientras limpiamos la zona.
La otra aportación es que ahora realizaremos misiones donde prima la infiltración por encima de la acción. Es una buena bocanada de aire ante los tiroteos incesantes, que se caracteriza por la limpieza con la que se pueden ejecutar las misiones; sin embargo,
se echan en falta una mayor incidencia y diferenciación de los efectos lumínicos que no haga parecer que los enemigos están ciegos, y algún movimiento extra que acomode el manejo del personaje agachado, cubierto o arrastrándose. Pero tampoco podemos pedir un Splinter Cell. Sobre todo, la campaña se caracteriza por unas misiones solventes y variadas en un entorno gráfico que, sin ser nada del otro mundo, al menos se nota que es de PlayStation 3.
El multijugador, en cambio, sigue dando vueltas intentando encontrar su camino. En un momento donde sin este apartado para los juegos de acción, no eres nada, SOCOM parece apartar toda la táctica que antaño tan buena fama le dio y centrarse en una amalgama de mapas tipo cazuela donde todos los soldados se disparan en el hoyo. Las limitaciones del mapa, los pocos caminos que dejan escoger para acercarse a los objetivos, así como su propia condición de juego en tercera persona (y por lo tanto, poder mirar a través de las coberturas) rebaja la táctica en pos del fuego cruzado.
Se echa de menos algo más de personalidad en cada uno de los mapas, aunque sí se agradecen la cantidad de jugadores que se admiten en pantalla, pero en modos menos directos, donde es importante la coordinación y el andar con pies de plomo, a veces parece más seguro correr como locos a ir dominando posiciones o escabullirte fundiéndote con el escenario.
Está bien que SOCOM aproveche cada oportunidad que lanza Sony para mejorar su control,
pero creemos que un juego que tiene una póliza de seguros tan cuantiosa como es la de la compañía japonesa a sus espaldas, podría perfectamente aventurarse en muchísimas facetas más, aunque sea con un título adyacente, como es este Special Forces, y apartarse de la búsqueda de la hegemonía de la acción multijugador por un momento, no vaya a ser que esté caminando sobre oro y no lo sepa.
NOTA FINAL: 5,5
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