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Analisis Pro Evolution Soccer 2010 PS3

Martes 03 de Noviembre de 2009 por Omar Álvarez
Oufh. Es difícil, realmente difícil, ver como un ser querido pierde el carril de la rectitud y da bandadas sin rumo, sin escuchar consejos, sin dejarnos ayudarle a vislumbrar de nuevo, el camino correcto.

Pro Evolution Soccer vivió en la más cómoda estabilidad prácticamente toda esta década, sin una competencia real, con un Fifa cada vez más desinflado y un único leit motiv de ir puliendo y mejorando su juego hasta prácticamente la perfección jugable.

En cierto punto de la actual generación, esta superioridad aplastante llegó a su fin. La primera entrega para Xbox 360 (PES6) fue un título relativamente digno, pese a que se trataba únicamente de una versión en alta definición y buenas opciones Online del mismo juego en PS2.

2007 siguió sin cuajar mientras que su franquicia rival, la defenestrada y siempre en la sombra Fifa, comenzaba a proponer verdaderas evoluciones gracias a las nuevas tecnologías. 2008 fue patinazo final , el último perdón que le ofrecimos a la franquicia y la confirmación de que triunfos pasados no te aseguran la inmunidad eterna.

A decir verdad, sería injusto seguir castigando a PES 2010 por errores pasados. Sin duda alguna esta entrega ha evolucionado considerablemente y aportado grandes símbolos de esfuerzo (como un apartado gráfico notable o movimientos arriesgados a favor de un juego más fluido) pero sigue siendo una sombra del gran referente que fue.

El apartado visual es el primer foco de mejoría respecto la edición del año pasado, con un increíble trabajo de luz, modelado, tratamiento textil y especialmente, similitudes en rostros y expresiones con los principales jugadores internacionales. El juego de Konami es vistoso y con clase, ha conseguido al fin, dar un salto real a la generación HD por todo lo alto.

No obstante ya en este apartado comienzan los claro-oscuros: aunque el motor se comporta bien en las cortas distancias y en las repeticiones, no resulta tan lúcido a vista de pájaro (80% del tiempo que vemos el juego). Las animaciones parecen espasmódicas, el juego no resulta fluido, incluso creemos que el ritmo general se ha acelerado respecto a años anteriores a favor de un juego más rápido.

Esta es una tónica que se repite en cada apartado. La gran virtud de PES 2010 es que no falla de forma vertiginosa en ningún punto jugable, pero resulta demasiado frío y conservador.

La física de la pelota tiene un peso, quizás excesivo, aunque es cierto que resulta placentero poder meter goles desde fuera del área sin mucha dificultad. La física de la pelota es creíble (que no necesariamente realista, y aquí entra un factor fundamental que después extenderé para comprender PES 2010...) y los porteros no realizan ningún fallo especialmente preocupante, pero PES 2010 sí tiene muchos errores de bulto.

Para empezar, los porteros tienden al rechace de forma continuada, con lo que la estrategia tiro potente para aprovechar el rechace es una de las jugadas más habituales del juego. La I.A. del juego cumple en todos los niveles de dificultad pero el juego repite un patrón para marcar gol que ahoga la experiencia jugable (delimitado por unas directrices demasiado rectilíneas).

Donde se demuestra que el equipo de Konami no sabe hacia donde enfocar la franquicia es en el equilibrio entre las acciones automáticas y las manuales. Por un lado, las faltas leves no excluyen la falta o tarjeta, obligando al jugador a tener un poco de tacto y precisión a la hora de realizar una falta suave. Por el contrario, los disparos a cortas distancias van prácticamente tele-dirigidos a las escuadras, resultando demasiado sencillo marcar (los jugadores en los rechaces parece que tienen cañones de artillería por piernas).

Los modos de juego y licencias siguen siendo una de cal y otra de arena: se agradece la licencia de la Champions League, aunque se interpreta más como un ataque en la guerra Fifa vs. PES más que un regalo para los usuarios. La ausencia de clubes tanto nacionales como internacionales es notable y los modos de juego, tanto en red como para un jugador, no resultan especialmente innovadores (aunque la liga Master sigue siendo la competición más interesante un juego de fútbol).

PES parece querer abandonar las pretensiones de juego concienzudo y realista para crear un juego más rápido, accesible, de diversión directa. Sin duda aquel que quiera el PES de siempre, tendrá en esta edición la primera realmente competente de nueva generación (pese a las injustificables carencias de licencias y novedades realmente poco apreciables más allá del apartado técnico) que convencerá a los fanáticos de la franquicia pero dejará indiferentes a los que sigan esperando el gran juego de fútbol que todos sabemos que pueden realizar.

NOTA FINAL: 7
7

/ 10


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