Analisis Killzone 2 PS3

El juicio sobre Killzone 2 debe ser reposado y madurado. El espectáculo bélico de nueva generación, el ansiado estandarte de la era HD prometida por Sony y el eterno rival del juego clave de la competencia, es un punto de mira demasiado jugoso para las opiniones más pasionales y enervadas.

Tras la presentación por primera vez del juego de Guerrilla en el E3 del 2005, la máquina del hype inundó los foros de Internet a base de usuarios escépticos, comentarios pasionales y los previsibles llantos. Nadie encajó la falsedad de aquel trailer, hipotéticamente con el motor gráfico funcionando en tiempo real (ahora conocido como trailer viral, qué tiempos madre?) y mucha menos gente pudo imaginarse que el trabajo de Guerrilla terminaría siendo algo francamente similar: bien, si la conclusión deseada es esta, efectivamente, Killzone 2 es un juego técnicamente deslumbrante.

En esta secuela, dejaremos de ser los invadidos para transformarnos en los invasores, Hellgast e Isas juegan a cazadores cazados en una jaula llamada universo en la que parece ser que la guerra es el único leit motiv de vida. Es interesante como la narración y la sucesión de los hechos evita que nos planteemos preguntas más allá de eliminar a nuestro adversario de una forma eficaz. No hay humanos que lamentar, no hay vidas que llorar, esto es un videojuego: exclusivamente hay enemigos que exterminar. He aquí un triunfo de diseño.

La intrusión al planeta Hellgan es un ataque a la desesperada. Si bien el guión del primer Killzone resultó también una excusa para mostrar un juego técnicamente deslumbrante para un hardware como PS2, en esta ocasión, de nuevo, se trata de exclusivamente de una imposición tecnológica: los escenarios post-apocalípticos de Hellgan son un cajón de sastre para unas desarrolladoras ávidas de arquitectura deconstruída, polvo, explosiones y cielos atornasolados.

La gran pregunta. ¿Supera Killzone 2 el impacto visual inicial? ¿Es una excusa implícita justifica el fin? ¿Estamos todavía en ese punto de la industria, en el que el artificio debería suplir cualquier otra carencia?


Hay que seguir contextualizando. En la generación de los FPS, es muy difícil avanzar en cualquier dirección. A estas alturas, todos conocemos las limitaciones y virtudes de las diferentes plataformas. Hasta donde va a llegar la I.A., el diseño visual e incluso, en que momento de la campaña el conglomerado de pasillos dejará de sorprendernos.

Con Killzone 2 sucede una curiosidad: si somos justos y limitamos sus funciones a las exigencias de su público, hay lugar para el debate. Por un lado, como videojuego bandera de la generación HD en términos técnicos, es irreprochable. Tras el primer desembarco, el aluvión de explosiones, animaciones dinámicas hiper-realistas, sombras, desenfoques, efectos de partículas, cantidad de elementos en pantalla y estruendoso sonido 7.1 nos dejará estupefactos.

Buena parte de este mérito, más allá de la omnipresente superioridad técnica del hardware de PS3, es el estupendo trabajo de diseño de producción de Guerrilla: la magnificencia que claman los fans más enervados, no sería tal sin esos icónicos soldados a medio camino del ejército del tercer Reich y los soldados de Rin-Oh. Las animaciones de recarga, los cuidados scripts, Killzone 2 es un juego imposible más allá de PS3 sí, pero también imposible sin Guerrilla.

Recuerda en parte al efecto Lumiere, en el momento en el que los espectadores eran abordados por el tren. Se trata de un precio a pagar (me refiero evidentemente a sus múltiples carencias, que detallaré a continuación) por recibir una sorpresa mayúscula, irrepetible (o no). En resumen, una actuación circense.


Tras las primeras dos horas de la campaña, comienzan los avisos. Espectacular y pirotécnico, la acción no se detiene en un carrusel de escopetas, disparos a bocajarro (con el laureado efecto de fogonazo y violenta proyección), humo tras las torretas y vehículos destruidos. Todo parece un perfecto guión de la última superproducción de Hollywood y no seríamos tan severos con sus defectos si aguantase el ritmo. El problema es que no lo consigue.

Tras el síndrome de Stendhal, la épica se vuelve tímida y llegado a un punto, desaparece. Los aparentes amplios campos de batalla terminan siendo lineales pasillos tubulares, las situaciones memorables, contadas con los dedos de una mano incluso el efecto de sorpresa de ciertas armas desaparece cuando descubres que se trata de las mismas de siempre con un ligero lavado de cara. El ritmo, decae, y de forma inesperada, Killzone demuestra ser un shooter genérico.

KZ2 además podría haber aportado algo tangible. Su particular tempo, que nos obliga a andar con pies de plomo y elegir bien la posición desde la que atacar (ya que no somos precisamente ágiles y el tiempo de recarga está estirado a propósito). Además se ha incorporado un sistema de coberturas en primera persona muy interesante y realista, ya que apenas tendremos visión desde esta perspectiva. Eso sí, el sistema no está del todo pulido, en muchas superficies no podremos cubrirnos y su eficacia es un poco desigual, pero la intención por ir un paso allá es loable. A su vez, el juego es valiente al no proporcionarnos una cobertura absoluta (Gears of War) y poder recibir impactos por asomarnos ligeramente, como sucede con los enemigos comunes.

La IA Hellgast siempre resulta sorprendente. Por desgracia no siempre en el buen sentido. Se apartan de las granadas, se organizan para conseguir flanquearnos y son eficaces tanto en grupo como en solitario, aunque tienen unas rutinas muy previsibles y el nivel de dificultad se base exclusivamente en la eficacia de sus disparos. Es muy decepcionante, descubrir tras la capa de maquillaje, como un Hellgast huye despavorido y se queda estampado contra una pared. Peor es la IA de nuestros compañeros, teniendo que resucitarlos constantemente sin que nos aporten gran ayuda (injustificable la ausencia de juego co-operativo, teniendo en cuenta que durante casi todo el juego estaremos acompañado).

Superada la campaña, nos queda un modo multi-jugador con posibilidades pero que aún tiene mucho que demostrar en comparación con las aplastantes posibilidades de Resistance 2. 32 jugadores no es un número desdeñable, pero la propia mecánica de acción (la descompensación de las armas, el tempo inadecuado para un modo Online, etc.) limitan unos mapas bien diseñados y con algunos planteamientos (como la posición estratégica de apoyos) en una modalidad complaciente, lejos de la filosofía optada con el apartado técnico. Demasiado empeño para a la hora de la verdad, mutilar conceptos de CoD, Halo incluso Resistance.


Como experiencia, Killzone es un cúmulo de ideas hiper-atrofiadas con el mejor maquillaje imaginable. El primer cuarto del juego resulta fascinante por sus múltiples situaciones y la forma en la que Guerrilla ha sabido abrumar a base de bombo al jugador, aunque tras el shock inicial, empiezan las lagunas.

Una I.A. errática, un diseño de niveles plano y continua sensación timidez nos obligan a sopesar aciertos y errores. ¿Es el particular sistema de cobertura un acierto u error? ¿la superficial película de pirotecnia y fanfarria justifican su impersonal mecánica? Yo dejo cuestiones sobre la mesa. Es vuestra decisión responderlas.

NOTA FINAL: 8

A favor:

- Visualmente el juego más cuidado de la actual generación. El software idóneo para lucir equipo a las visitas..
- El tempo de Killzone es muy particular, aceptado y dominado, puede ofrecernos situaciones muy particulares.
- El arranque del título es una sucesión de niveles vibrante y prometedor. La sensación de fusilar al primer Hellgast y ver su muerte perfectamente orquestada es inolvidable.

En contra:

- Guerrilla pareció más obsesionada en demostrar su técnica que en dotar al conjunto de profundidad. Ciertamente, obviando la escala, han conseguido algo visualmente muy similar, pero con un desarrollo jugable anodino.
- Si la experiencia, como mero trayecto guiado mantuviese el ritmo del primer cuarto, quizás no nos hubiese dejado este regusto.
- Ausencia de modo co-operativo.


GENERO: Acción en primera persona (FPS)
DURACIÓN: Normal
MODOS DE DIFICULTAD: 4
MODO MULTIJUGADOR: Sí
MODO ONLINE: Sí (hasta 32 jugadores)
MODO HDTV: Sí, hasta 1080p
EXTRAS: No


DESARROLLADORA: Guerrilla
DISTRIBUIDORA: Sony
LANZAMIENTO: 25-02-09
CALIFICACIÓN EDAD: +18
Precio (?): 61,56?

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