Lo de dejar algo de la saga Resident Evil en manos de un estudio occidental seguramente no haya sido una decisión fácil para Capcom, pero
para centrarse en un título de acción pura y dura con un fuerte componente online, nadie mejor que quien lleva encargándose de la saga SOCOM desde hace unos cuantos años. El trabajo de Slant Six podría haber sido mucho mejor, no os vamos a engañar, mucho más refinado, si al menos no nos pretendiesen enmascarar entre falsa estrategia y falso terror lo que es, a todas luces, un título 100% de acción.
Vamos a soltarlo ya,
Operation Raccoon City quiere parecerse a Left 4 Dead, quiere ser mejor, pero no lo es. De la obra de Valve tiene los tiroteos y los zombis, pero nada más. Podría ser una iteración en tercera persona del ya clásico shooter contra no-muertos, pero ni aquí el objetivo es la supervivencia, ni Valve nos intenta contar lo que no es. Este
spin-off de Resident Evil 2 y 3 nos pone del lado de los malos en todo el incidente de Raccoon City, no a encontrar al causante de todo el lío ni a intentar salir vivos, sino a destruir toda evidencia y acabar con todos los posibles supervivientes.
Pero la verdad, la trama no es lo interesante del título, aunque
tiene buenos golpes de efecto para los seguidores del universo Resident Evil, localizaciones míticas, personajes que hace tiempo que no veíamos e incluso situaciones que muchos pueden recordar, pero reconvertidas a un plano no canónico en el que los malos ganan. Si por ORC fuese, no habríamos tenido Resident Evil 4, ni mucho menos Resident Evil 6. Así que todo lo que aquí veamos, no hay que creerlo a pies juntillas, sólo darnos cuenta de que estamos ante un título de acción en un universo conocido.
Y decimos claramente acción, no acción cooperativa o acción-survival, porque
por mucho que lo intentemos creer, aquí no hay estrategias ni sigilo ni terror, sólo tiros y más tiros, con la salvedad de que en algún momento, para lograr determinados objetivos, tendremos que pulsar interruptores. Y bien por el movimiento de los desarrolladores de no tirar por un sistema de control ya clásico de coberturas.
Puede costar acostumbrarse al control de este ORC, pero definitivamente es un sistema mucho más fiable que el de un Gears of War o similares. Aquí el botón A (X) no lo controla todo, así que se acabaron esas molestas animaciones en las que el protagonista se arrastra durante metros y metros mientras se da la vuelta para apoyarse en un resquicio de hormigón, y por supuesto, se acabaron esas confusiones de querer apoyarse en una pared y que el juego te insista en llevarte a la esquina contraria.
Aunque nos encantaría poder decir que el control es impecable, no lo es. Da ciertos problemas con el apuntado, retrasos en el cambio de armas, granadas que se atascan en el vacío, movimientos cuerpo a cuerpo que no apuntan adonde deben,... Y en alguna situación en la que
la dificultad crea un pico insondable sin venir a cuento, son pequeños fallos así los que nos hacen perder el control y caer en combate.
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