Lunes 26 de Septiembre de 2011 por Toni Piedrabuena
No creo que exista un sólo jugador en el mundo que sea capaz de discutir la envidiable trayectoria de EA Sports con FIFA desde el año 2007. In crescendo y con constancia, la serie futbolística ha ido reclutando nuevos adeptos a su fórmula y sumando miles de unidades vendidas cada año sin descuidar un ápice de la calidad impresa en cada edición. FIFA 12 cumple las expectativas esperadas y se convierte, de nuevo y sin discusión posible, en el rey del fútbol de la temporada.
La anterior edición de FIFA sentó cátedra y convirtió en realidad la experiencia on-line del once contra once: uno de los más fervientes deseos de los jugadores de todo el mundo. Por activa y por pasiva, EA ha escuchado las demandas exigidas por su público. Sus creyentes poco o nada pueden achacar a la empresa canadiense, ya que su comportamiento es ejemplar desde hace años: un producto cuidado y mimado, acorde a un videojuego deportivo de 2011, que visto lo visto, no es poco.
Ya comenté en la preview de hace un par de semanas sobre las virtudes del nuevo motor de físicas y no borro ni una de las palabras escritas: más allá de algún choque fortuito entre futbolistas con cómicas consecuencias, es estupendo. El Impact Engine es uno de los más grandes cambios respecto al anterior juego. Ha revolucionado la línea defensiva y el medio del campo. Dicha revolución cambia la manera de atacar y ejecutar nuestras acometidas contra la meta contraria, haciendo de las primeras partidas una experiencia extraña y nueva pero irreemplazable en las horas posteriores. El feedback de los usuarios ha ayudado enormemente a subsanar algunos de los errores acontecidos en la demo: no os preocupéis en exceso por esos vídeos que corren por la red.
FIFA 12 ha sido agraciado con nuevos movimientos para todas las posiciones del campo. La línea defensiva es la que más ha mejorado en la presente temporada. Por citar un ejemplo, las cargas de hombro cobran un nuevo sentido en el ataque y la defensa de la franquicia, todo se debe a la nueva física. Por otra parte, el Personality + (una serie de ventajas que tienen las estrellas más superlativos del firmamento futbolístico y que dicta su comportamiento para los jugadores controlados por la IA) sigue siendo un auténtico acierto: los ases y equipos a los que te enfrentas usan sus habilidades (especificadas con iconos a la derecha del nombre en la alineación) para poder acabar con tus posibilidades de triunfo. Usar esas opciones y bonificaciones a tu favor abrirá muchas puertas en tu estrategia atacante o defensiva con las que podrás sorprender a tus rivales: dale al coco y entrena, ensaya, yerra y aprende.
Las opciones jugables sin conexión coparán las expectativas de los más exigentes: va servido. Ligas licenciadas, torneos, competiciones, virtual pro (la posibilidad de crear un avatar para un equipo de fútbol profesional y seguir su trayectoria) y entrenamientos. Nos gustaría tener la posibilidad de enfrentarnos con más equipos sudamericanos, pero la realidad es que tampoco tenemos excesivos motivos para quejarnos una vez visto lo ofrecido por EA. Incorporaciones interesantes: Galatasaray y Racing de Avellaneda. Volvamos a los modos de juego: son los habituales de cada año sin excesivas novedades más allá de la inclusión del modo Ultimate, gratuito e incluido en el disco. Los amantes del coleccionismo de cromos en forma de futbolista virtual no tendrán que rascarse el bolsillo a principios del próximo año.