Analisis Street Fighter III: Third Strike Online Edition PS1

Street Fighter III: Third Strike salió en CPS3 en 1999, fue porteado a Dreamcast un año después y su calidad era exactamente la misma que atesora hoy. A pesar de ello, las ventas del producto en occidente fueron mínimas y recibió críticas por parte de prensa y público. Si la calidad era la misma y el juego no ha cambiado ni un punto ni una coma de su código, ¿por qué doce años después es más célebre y deseado que entonces? Third Strike tuvo que lidiar contra un espectro de jugadores que estaban cansados de la serie Street Fighter por su reiteraciones jugables que, según ellos, poco aportaban ya a la franquicia. Hoy esa masa 'criticona' se deshace en elogios ante Third Strike. Irónico, ¿verdad?


Third Strike es uno de los más grandes y bellos capítulos de la franquicia de Capcom por muchos motivos. Es la tercera revisión de Street Fighter III: New Generation y supo embellecer la mecánica vista en las dos anteriores entregas convirtiéndolo en una obra que trasciende al tiempo. Tanto es así, que aún hoy sigue siendo jugado por los jugadores más duchos del panorama del pro-gaming. La comunidad es potente en todo el mundo, incluso en España sigue habiendo un grupo de intrépidos jugadores que no han abandonado la senda del tercer impacto.

19 personajes se dan cita en el roster de Third Strike. De los World Warriors clásicos contamos con la presencia de Ryu, Ken y Chun-Li. Exceptuando a Akuma, el resto de personajes son nuevos y exclusivos del universo de la tercera entrega. Contamos con gente como la kunoichi Ibuki, los hermanos Yun y Yang, el refinado boxeo de Dudley, los mastodónticos Hugo y Urien, la karateka Makoto, la fuerza de Alex, entre otros. Los estilos entre personajes son radicalmente distintos, y el mimo y esmero puesto en la escrupulosa animación de los protagonistas difícilmente ha sido superada aún en algún videojuego en dos dimensiones: pura artesanía manual que ya no se ve en videojuegos.

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