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Analisis Moon Diver PS1

Jueves 12 de Mayo de 2011 por Víctor Junquera
Durante un tiempo conocido como Necromachina, también bautizado como el sucesor espiritual de Strider, Strider HD o varios símiles dada la implicación de Koichi Yotsui (creador del Strider original) en el proyecto que finalmente acabó llamándose Moon Diver, nombre que lleva el escuadrón de protagonistas del juego, inmunes a una infección que ha causado que todo en el mundo, incluyendo cuerpos inertes, se robotice y se rebele, allá por el año 2081. Pero si hay algo que no podría interesar menos, es la trama de este beat'em up cooperativo.

Porque al igual que Castlevania: Harmony of Despair, Moon Diver también se puede jugar en solitario, pero pierde un 90% de la gracia, como poco, y además se convierte en un reto mucho más desproporcionado al no estar calibrado en consecuencia al número de jugadores, y al anular totalmente las posibilidades de resurrección de aliados.

Empezando por el principio, Moon Diver es un juego de acción de scroll lateral en el que cuatro personajes con agilidad digna de un ninja y habilidades mágicas especiales avanzan por doce niveles de caos y destrucción cortando a hordas de enemigos de movilidad más bien reducida. Cada nivel se divide en varias zonas, incluso con caminos secretos, por las que sencillamente avanzaremos aporreando el botón de ataque. Sinceramente, no cabe en el recuerdo un Strider tan aburrido.

Visualmente podría asemejarse, aunque poco o nada tienen que ver los personajes de ahora con los ciber-ninjas de antaño. Aunque todo pretende destilar un aire retro, con escasez de animaciones, escenarios estáticos y una música estridente que emula un 8-bit muy subido de beats, no lo consigue. Y es que al querer abarcar pasado y presente en un título que mezcla diferentes tendencias y géneros, queda un título soso para un jugador, y excesivamente caótico para más de dos.

Jugando en solitario nos encontramos con una experiencia en la que tendremos que repetir varias veces cada fase para ir sumando experiencia y haciéndonos con las mecánicas de los jefes, y no son cortas ni tienen check points, y básicamente, el concepto ?vida? aquí no existe. Si mueres en solitario, vuelves a la pantalla de títulos. Llega un momento en que más que difícil se hace desesperante, que un juego que se supone alardea de agilidad ninja, se vea constantemente interrumpido por secuencias para cada ataque especial, y teniendo que repetir largas fases varias veces, como poco, una para llegar hasta el jefe y hacerte con un par de sus mecánicas de ataque, otra para intentar llegar rápido y perecer por no recordar lo dañinos que son los láseres, y si eso en la tercera puedes completarla. O eso, o sacrificas toda esa supuesta agilidad que dan los dobles saltos y los contínuos dashes para tomarte cada nivel con calma y perder la mínima salud posible.

Explorar los escenarios tiene su recompensa en forma de nuevas habilidades especiales a asignar a una de las direcciones de la cruceta, unas más útiles que otras, y el único motivo de que haya tanta variedad es, una vez más, el multijugador y la posibilidad de combinarlas para crear ataques especiales nuevos. Y cuando en un sidescroller de acción, lo más interesante es el plataformeo afinado de los últimos niveles, es que algo falla.

Aunque la verdad es que, por mucho bombo que se le dé al multijugador, el cambio no es para dar saltos de alegría. Se deja jugar mejor, es mucho más fácil avanzar, superar las fases y ganar experiencia, ya que, como quedaba claro líneas más arriba, la dificultad no se amolda al número de jugadores como sí hacía en Castlevania HD, donde la vitalidad de los enemigos aumentaba exponencialmente en proporción a los jugadores, y donde farmear en los niveles tenía un resultado que realmente merecía la pena, y los respawns estaban limitados a objetos que podían o no conseguir algunos miembros del grupo. La resurrección aquí es al más puro estilo New Super Mario Bros. Wii, y siendo cuatro la amenaza de muerte es prácticamente nula.

A mayor número de jugadores, más caos en pantalla, más solicitudes para juntar ataques especiales, más interrupciones del ritmo de juego,... Lo más recomendable, para quien realmente quiera revivir una experiencia como las de antaño, es coger a un amigo de carne y hueso y jugar codo con codo en la misma consola, como antes, a dobles.

NOTA FINAL: 5,5
5

/ 10


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