Como el primer día de cole
Viernes 11 de Noviembre de 2011 por Álvaro García
Cada día entráis en páginas como Mundogamers esperando un consejo, una guía acerca de qué juego comprar o cuál de todo el abanico que se presenta está más cerca de tus gustos o de satisfacer está afición tan, a la vista de muchos, banal o infantil. Pues bien, detrás de esas palabras, detrás de tantas imágenes, notas? se encuentra una persona que decide jugar por ti (realmente no lo decide), coge el disco o código de juego y se sitúa ante su consola o PC, cambiando su mirada de jugador entusiasta a una fría, distante y crítica e inconformista.
El analista de videojuegos, como el de cine, o el de literatura, no puede dejarse embaucar por un entorno bonito, un personaje con carisma, o una capacidad asombrosa de guiar al jugador durante la partida de una forma fluida y automática.
Aún tengo reciente el recuerdo de mi presentación al público, vosotros, en el MundoGamers Day, celebrado dentro del GameFest de este año. Fui nombrado ante todos vosotros como sangre nueva, no por ser más joven que otros, de hecho puedo ser el ?viejo? de la web; o por poca experiencia con los videojuegos, ya que llevo desde mi primer Amstrad jugando a juegos en tonos verdes. Simplemente, como en Entrevista con el Vampiro cuando Louis renace como no muerto, he tenido que cambiar mi visión dentro de este amplio mundo que, día a día se va ganando un poco más de respeto gracias a todos nosotros (los jugadores).
Ya no se trata de ir a una tienda, mirar un expositor lleno de juegos, con las últimas entregas y otras no tan nuevas y escoger el que mejor pinta tenga, o el más popular. Tampoco leer artículos de revistas populares u otras más independientes para guiarme en mis próximas adquisiciones. Es el momento de tomar esa responsabilidad, de que el jefe de redacción te dé el juego y cambies el chip. A diferencia de otros trabajos, la crítica, en este caso de videojuegos, no es algo que podamos aprender en una escuela o una carrera. Se trata de habernos machacado durante años para habernos forjado una imagen de lo que está bien hecho y lo que no.
Recuerdo cuando Alejandro Pascual, jefe de redacción de MG, me ofreció la oportunidad de colaborar con el proyecto que esta web representa. Yo tenía ciertas dudas acerca de transmitiros a todos vosotros el mensaje, describiros un juego y adquirir la responsabilidad comunicativa que este puesto representa. Tomando una cerveza con él, en un bar de Madrid, me dijo: ?Tranquilo, piensa en el momento de elección de un juego. Piensa en el trabajo que cuesta comprarlo y trata de disfrutar el juego, observa qué te entorpece, qué te hace avanzar. Y cuéntaselo a los lectores de la mejor forma que puedas.? Esa es la idea, no estamos escribiendo un referéndum o una carta de amor, escribimos para vosotros, que os cuesta, que tras un largo día de trabajo, o búsqueda del mismo (en los tiempos en los que nos encontramos), de estudio, y teniendo que lidiar probablemente con responsabilidades como, atender a una familia o amigos, las tareas del hogar, necesitáis un momento de desconexión, una carrera de GT5, un enfrentamiento con BF3, o un combate de SF4. Ese rato debe ser mágico para vosotros, debe merecer la pena y nosotros nos ofrecemos como conejillos de indias.
No soy periodista, soy informático, y como muchos compañeros, tras una larga y dura jornada, nos sentamos frente a estas cajas mágicas, introducimos el disco y centramos nuestros cinco sentidos (puede que alguno más desarrollado por un gen mutante que el sector nos ha otorgado) en, no solo disfrutar del rato de juego, si no de examinar minuciosamente qué está bien y qué nos puede decepcionar.
Este verano escuché una conversación entre dos personas acerca de las revistas y webs de videojuegos, éramos desprestigiados (los redactores en general) por un jugador por falta de objetividad. El hombre en cuestión, afirmaba que nuestra tarea se centraba en decir si nos había gustado o no. En cierto modo, queridos lectores, tiene razón. Somos seres humanos, gracias a dios, y la subjetividad es inevitable.
Entonces, ¿cómo fiarnos de un artículo leído en MundoGamers u otra revista? Sólo puedo contestaros con una intención. En MG tratamos de mostraros lo que encaja y lo que no, lo que favorece el entretenimiento y lo que se nos hace más aburrido. Olvidemos si nos gusta o no, centrémonos en si a vosotros, con todos los incordios, baches, o cansancios de la vida, esta experiencia os merecerá la pena.
Por eso, amigos del sector, estamos a vuestro servicio, dejando de lado el tiempo en un escaparate o jugando al juego que más nos apetezca en este momento, para daros la mejor indicación que seamos capaces de ofrecer. Y como siempre intentamos transmitiros, gracias por compartir tantas experiencias con nosotros.
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El analista de videojuegos, como el de cine, o el de literatura, no puede dejarse embaucar por un entorno bonito, un personaje con carisma, o una capacidad asombrosa de guiar al jugador durante la partida de una forma fluida y automática.
Aún tengo reciente el recuerdo de mi presentación al público, vosotros, en el MundoGamers Day, celebrado dentro del GameFest de este año. Fui nombrado ante todos vosotros como sangre nueva, no por ser más joven que otros, de hecho puedo ser el ?viejo? de la web; o por poca experiencia con los videojuegos, ya que llevo desde mi primer Amstrad jugando a juegos en tonos verdes. Simplemente, como en Entrevista con el Vampiro cuando Louis renace como no muerto, he tenido que cambiar mi visión dentro de este amplio mundo que, día a día se va ganando un poco más de respeto gracias a todos nosotros (los jugadores).
Ya no se trata de ir a una tienda, mirar un expositor lleno de juegos, con las últimas entregas y otras no tan nuevas y escoger el que mejor pinta tenga, o el más popular. Tampoco leer artículos de revistas populares u otras más independientes para guiarme en mis próximas adquisiciones. Es el momento de tomar esa responsabilidad, de que el jefe de redacción te dé el juego y cambies el chip. A diferencia de otros trabajos, la crítica, en este caso de videojuegos, no es algo que podamos aprender en una escuela o una carrera. Se trata de habernos machacado durante años para habernos forjado una imagen de lo que está bien hecho y lo que no.
Recuerdo cuando Alejandro Pascual, jefe de redacción de MG, me ofreció la oportunidad de colaborar con el proyecto que esta web representa. Yo tenía ciertas dudas acerca de transmitiros a todos vosotros el mensaje, describiros un juego y adquirir la responsabilidad comunicativa que este puesto representa. Tomando una cerveza con él, en un bar de Madrid, me dijo: ?Tranquilo, piensa en el momento de elección de un juego. Piensa en el trabajo que cuesta comprarlo y trata de disfrutar el juego, observa qué te entorpece, qué te hace avanzar. Y cuéntaselo a los lectores de la mejor forma que puedas.? Esa es la idea, no estamos escribiendo un referéndum o una carta de amor, escribimos para vosotros, que os cuesta, que tras un largo día de trabajo, o búsqueda del mismo (en los tiempos en los que nos encontramos), de estudio, y teniendo que lidiar probablemente con responsabilidades como, atender a una familia o amigos, las tareas del hogar, necesitáis un momento de desconexión, una carrera de GT5, un enfrentamiento con BF3, o un combate de SF4. Ese rato debe ser mágico para vosotros, debe merecer la pena y nosotros nos ofrecemos como conejillos de indias.
No soy periodista, soy informático, y como muchos compañeros, tras una larga y dura jornada, nos sentamos frente a estas cajas mágicas, introducimos el disco y centramos nuestros cinco sentidos (puede que alguno más desarrollado por un gen mutante que el sector nos ha otorgado) en, no solo disfrutar del rato de juego, si no de examinar minuciosamente qué está bien y qué nos puede decepcionar.
Este verano escuché una conversación entre dos personas acerca de las revistas y webs de videojuegos, éramos desprestigiados (los redactores en general) por un jugador por falta de objetividad. El hombre en cuestión, afirmaba que nuestra tarea se centraba en decir si nos había gustado o no. En cierto modo, queridos lectores, tiene razón. Somos seres humanos, gracias a dios, y la subjetividad es inevitable.
Entonces, ¿cómo fiarnos de un artículo leído en MundoGamers u otra revista? Sólo puedo contestaros con una intención. En MG tratamos de mostraros lo que encaja y lo que no, lo que favorece el entretenimiento y lo que se nos hace más aburrido. Olvidemos si nos gusta o no, centrémonos en si a vosotros, con todos los incordios, baches, o cansancios de la vida, esta experiencia os merecerá la pena.
Por eso, amigos del sector, estamos a vuestro servicio, dejando de lado el tiempo en un escaparate o jugando al juego que más nos apetezca en este momento, para daros la mejor indicación que seamos capaces de ofrecer. Y como siempre intentamos transmitiros, gracias por compartir tantas experiencias con nosotros.
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