Analisis Dungeons PC

¿Cuántos reyes han perdido su poder o incluso su vida por un amor roto y dolido? Cuan fácil es que esto nos ocurra si somos el amo de una mazmorra y con gran poder sobre todos los seres que en ella moran.

Tras una secuencia inicial que nos presentará la situación en la que nuestro villano se encuentra, comenzaremos una aventura para demostrar, como hace el hombre desde la antigüedad, quién manda aquí.
Un breve tutorial, presentado por uno de nuestros cómicos goblins, nos pondrá de forma breve y un tanto escueta al comienzo de esta aventura.

Deberemos defender las mazmorras que forman nuestros dominios de los héroes que atraviesen las puertas que, con tanto amor, nuestra exnovia ha abierto. Tendremos que vencerlos, absorberles el alma, sin descuidar las tareas domésticas. Deberemos hacer que, mediante la implantación de métodos decorativos y perjudiciales para nuestros enemigos, suba nuestra notoriedad e influencia en la mazmorra. Es una experiencia como la que nos ofrecen los sims, pero todo con un talante maquiavélico.

Podremos y deberemos enviar a nuestros esbirros a excavar y recolectar tesoros dentro de los habitáculos escondidos por todas partes. Esto puede recordar a aquellas campañas de Warcraft en que enviábamos a los peones a talar árboles y picar en las minas para obtener los recursos que hicieran crecer nuestra ciudad.
Conforme vayamos ampliando el territorio, los tesoros recopilados, los héroes que entrarán en la mazmorra serán mas fuertes.

A través del corazón de la mazmorra, objeto a guardar y proteger, podremos potenciar el nivel de los monstruos que crecen en nuestra guarida. Esto alentará a los héroes y hará crecer su alma. Se nos permitirá también abrir portales. en forma de estrella demoniaca, que servirán como punto de aparición de nuestras criaturas. Como siempre el requisito es de influencia.

Hay quien ha comparado esta producción de Kalypso Media con Dungeon Keeper. Esta simbiosis, se produce por su presencia, oscura y consistente en recorrer pasillos y estancias de una mazmorra, al igual que por la personalidad maligna del protagonista. Pero no debemos engañarnos, la saga Dungeon Keeper tiene un prestigio ganado a pulso por la novedad que representó allá por 1997. Podríamos decir que argumentalmente o estéticamente, el parecido es al menos existente. Pero realmente podemos encontrar mas parecido al conocido Overlord en que gozamos de unos esbirros mucho mas resultones y simpáticos. En ese juego el trabajo sucio lo hacían estos seres, en cambio, esta vez ese trabajo es todo nuestro.

El desarrollo del juego pasa de una presentación resultona y prometedora, a una actividad monótona en la que nos centraremos en correr de una puerta a otra para vencer a los héroes que amenazan la seguridad del corazón de nuestros dominios. Mientras enviaremos a nuestros pequeños goblins a recolectar, excavar e inspeccionar las zonas, poniendo en peligro sus míseras vidas. Tendremos dos modos de vista. La vista de pájaro, desde la que nos será fácil controlar qué ocurre en el mapa completo y la vista que nos ofrece la opción poseer avatar.

Estarán a nuestra disposición varios modos de juego. Entre ellos, el modo campaña, en el que iremos recorriendo mazmorras con el propósito final de ser el señor de la mazmorra mas poderoso; el modo juego libre, en el que elegiremos un tipo de mazmorra, entre Catacumbas, Templo o Infierno, para disfrutar de partidas rápidas.

El juego peca de la falta de una parte tutorial mas extensa y detallada, que nos muestre poco a poco, cómo atraer a los héroes, hacer crecer sus almas, encarcelarlos, generar esbirros. Por suerte, adjunto, podemos encontrar el manual en papel. En él, se nos detalla como utilizar las herramientas de que disponemos para llevar a cabo nuestros objetivos. Es imprescindible leerlo si queremos comprender de forma fácil y rápida la forma de jugar y las opciones que tiene.

Se trata de un juego lento en el avance general y como se ha mencionado antes, monótono. El ataque de los héroes puede resultar bastante exasperante, ya que hay momentos en los que serán demasiado frecuentes sus apariciones.

Se ha pretendido mezclar varias categorías de juego, entre ellas, rol, estrategia y acción. Es un buen proyecto para un juego, pero cuando se aventura a crear algo nuevo, uno debe ser cuidadoso de no dejar de lado el dinamismo del mismo. No funciona llenar de actividades u objetivos la experiencia, si caemos en la monotonía.
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