Y Xbox One también bajó de precio
No quiero posicionarme en la guerra de consolas ya que el mercado es el que es, y argumentos como la garantía de futuro, más sagas y estudios queridos y que, al final, «es donde juegan mis amigos» son perfectamente válidos para decantarse por una PS4 en una elección perfectamente común por sólo una consola para toda esta generación. Pero no me canso de decir que, pese al patinazo inicial y a un Kinect del que nadie se acuerda, Xbox One lo está haciendo muy bien en este 2015. Ante la amenaza de rebaja de precio de PS4, Microsoft mueve ficha.
Ahora Xbox One anuncia su rebaja permanente, y podremos encontrar todo tipo de packs y precios, desde los 349,99€ en su modelo de 500Gb, sin Kinect, y con un juego a elegir como Halo: The Master Chief Collection, The Witcher 3 o Sunset Overdrive, 369,99€ con Gears of War Ultimate o FIFA 16, 399€€ en su modelo de 1TB con Rise of the Tomb Raider (y Tomb Raider Definitive Edition preinstalado) o Fallout 4, 449€ en su edición limitada de Forza Motorsport 6. Y a partir del 23 de noviembre, claro, la Xbox One Elite, con 1TB de SSDHD híbrido y el mando élite que por separado ya costará 150€.
La oferta es amplia, y como comprador inicial de la consola sigo teniendo el resquemor de haberme comido un Kinect que sólo utilizo para que me piten faltas antideportivas por insultar mientras juego a NBA 2K16. El catálogo actual, también es amplio, con un buen equilibrio entre las remasterizaciones esenciales, varios juegos exclusivos de buen nivel (si bien muchos no son, ni mucho menos imprescindibles), y claro, los multiplataforma.
Más que repasar los motivos por los que me parece que Xbox One es una máquina a tener en cuenta, lo cuál ya hice hace no mucho, lo que me gustaría hacer notar con esto es lo inútil que parecen todos estos esfuerzos ante una PlayStation 4 que sigue arrasando sin apenas esfuerzo, porque pese a Bloodborne y Until Dawn, no se puede decir que la consola tenga el mejor de los catálogos. Y aún así, la hipotética rebaja de PS4 es un boom mediático mientras que Xbox One lleva a 369 desde la Gamescom y a nadie parece haberle importado la rebaja. Ahora, y con Halo 5 a la vuelta de la esquina, a ver si ese precio redondeado a la media centena funciona como golpe de efecto.
La desconfianza generada durante el primer año ha hecho mella, las exclusivas de consola vertidas a PC hacen que ya ni nos podamos emocionar por Quantum Break, las formas de 'vendernos el futuro', la mala prensa previa al lanzamiento que ya está más que solucionada (por ejemplo, compartir juegos y cuentas es increíblemente más sencillo en One que en PS4),... Y nada de eso sirve.
En cualquier caso, todo buen movimiento de Microsoft y el baile mantenido con Sony sólo pueden significar buenas noticias para el usuario. Sí, el comprador primerizo se podía haber ahorrado 150€ por esperar sólo un par de años y no tendría por qué haber pasado por la sequía del primero, pero ¿y lo bien que lo hemos pasado con Titanfall? Que es gratuito para los miembros de EA Access, por cierto. Otro motivo más.
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