Videojuegos y sexualidad
La semana pasada todos ganamos con la nueva ley que aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos, y durante todo el fin de semana los mensajes de apoyo y ánimo han llenado las redes sociales junto a otro tipo de mensajes que demuestran que, por mucho camino que creamos haber andado, todavía nos queda un largo trecho por caminar. Mientras tanto, en terreno patrio, los ayuntamientos se han vestido de los colores del arcoiris como demostración -baratita, eso sí- de que las cosas podrían estar cambiando.
Un derecho constitucional
La sexualidad es una expresión individual de cada persona protegida por la constitución, y como tal expresión ha de ser respetable siempre y cuando no atente contra la libertad sexual de los demas. Lamentablemente, y pese a ser así, todavía hay quien ve cualquier tipo de sexualidad -especialmente cuando se aleja de la heterosexualidad del misionerito rápido y a otra cosa- como una afrenta a todo lo que es decente en este mundo. Junto a los mensajes de apoyo y ánimo se han podido leer los viejos topicazos de siempre '¿por qué no hay un día del orgullo hetero?' 'Si es que son "ellos" los que se alejan del resto', 'Una cosa es libertad y otra libertinaje' y demás sandeces que culminan con un 'Que yo soy muy tolerante y me dan mucha pena los mariquitas,pero...'.
Y es que si algo nos gusta como especia humana, es meternos en la vida de los demás y criticar sus decisiones, deseos y naturaleza para remarcar lo 'mucho más mejores' que somos nosotros, ¿que no? Por responder: No existe un día del orgullo hetero porque a día de hoy ser hetero no es delito en ningún país y todos permiten el matrimonio entre personas de distinto sexo. La situación cambia con la homosexualidad, especialmente masculina* , que es considerada delito en más de 75 países de nuestro planeta, delito castigado con la pena de muerte en algunos países como Irán, Emiratos Árabes, Yemen, Arabia Saudí, Somalia, Mauritania o Sudán. Esto no significa que en el resto de países que contemplan la homosexualidad como delito no sea el propio 'pueblo concienciado' quien ajusticie y asesine a las personas por su simple condición sexual. (*Curiosamente la homosexualidad femenina es delito en menos países, aunque la presión social es la misma o peor en ciertos ambientes y 'culturas')
Sin irnos muy lejos, incluso en nuestro país, en el que está contemplada la unión civil de personas del mismo sexo desde 1998 y el matrimonio desde hace exactamente una década, las personas homosexuales sufren presión social, acoso e incluso agresiones por algo que, como decíamos al principio, se supone protegido por nuestra propia constitución.
Videojuegos y sexualidad
Pero esto va de videojuegos, perdonadme la charla introductoria, y como tal vamos a echarle un vistazo a cómo se ha contemplado el tema de la homosexualidad y la condición sexual de la persona dentro del catálogo de videojuegos que podemos disfrutar en las tiendas. Cabe decir antes de nada que hay muchos, pero muchos videojuegos en los que la condición sexual del individuo no incide en el desarrollo ni la historia, por lo que, simplemente, la desconocemos. A lo que voy con esto es que sólo voy a mencionar unos cuantos títulos que pueden ser decisivos en la integración de la sexualidad libre en la industria, pero eso no significa que sean los únicos títulos o que el resto de títulos sean, por descarte, homófobos.
En este sentido -me perdonaréis si hubo alguno antes, pero hablo desde mi perspectiva personal-, los primeros videojuegos que recuerdo que introducían el concepto de la homosexualidad como un elemento de libertad dentro del desarrollo del videojuego fueron los chicos de Bioware con sus Star Wars Caballeros de la Antigua República (2003) y Jade Empire (2005). Oh, sí, Neverwinter Nights permitía flirtear con personajes del mismo sexo, pero no fue hasta el lanzamiento de mods que las relaciones podían ir más allá en el caso de ser del mismo sexo. Por otro lado, Títulos como Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty (y posteriores entregas de la saga) (2002) o Fear Effect (1999) introducían la homosexualidad en sus personajes, pero no nos permitían elegir como en el caso de los juegos de Bioware. En fechas anteriores, encontramos que los personajes debían ser hyperexagerados o incluso ridiculizados a golpe de arquetipo, como es el caso de Cho Aniki, de NCS en 1992.
Sin embargo, y aunque Bioware había roto una lanza en favor de la libertad sexual, nos encontrábamos con que dicha libertad significaba un buen montón de personajes bisexuales a los que se llegaba mediante frases amables, conversaciones y regalos. En este sentido, Bioware fue aprendiendo y evolucionando, especialmente a manos de David Gaider, guionista de Dragon Age, quien en Inquisition consiguió introducir el tema de forma completamente natural y satisfactoria.
En otra dimensión, muchos fueron los que trataron el tema tratando de introducir esta normalidad retratando parte de un mundo que lamentablemente aun parece escandalizar a muchos. Rockstar nos dio la total libertad de decidir nuestro camino con Jimy Hopkins en Canis Canem -a.k.a. Bully-, y pudimos decidir a quien amar como pendenciero adolescente en un internado de locos que fue, desde sus principios, uno de los mejores y más injustamente tratados juegos de los creadores de Grand Theft Auto.
También de Rockstar vino el mejor episodio de GTA IV: Ballad of Gay Tony, que aunque tiraba de topicazos intentaba reflejar el tema con una amabilidad casi incongruente en esta firma. A un lado podemos poner en el pódio a Sony-Naughty Dog, que supo girar la tuerca con Ellie creando un 'esto es lo que hay' que, sorprendentemente pasó sin pena ni gloria en los ámbitos de la discusión sexual. No pasó lo mismo con Bill, de The Last of Us, que a pesar de alejarse de los tópicos y demostrar una dramática dimensión de la homosexualidad, fue duramente criticado por algunos sectores, lo que lo llevó a ser nombrado 'personaje gay del año 2013' por la organización GLAAD. Siguiendo la estela de la trágica historia de Bill tenemos a Jacob Ritter y su particular Brokeback Mountain en State of Decay y Mathew y Walter en Walking Dead 2, porque el amor no entiende de fronteras ni de apocalipsis Zombies.
La industria avanza, pero le queda mucho
Y en cabeza tenemos a Electronic Arts, quien más allá de su trabajo con Bioware en los títulos Mass Effect y Dragon Age -a la espera de ese algo nuevo que han de presentar, y que espero con ganas- ha sido galardonada un cien sobre cien por la HRC -Human Rights Campaign- como corporación más concienciada con la realidad social y empresa pionera con la mayor integración y aceptación de la homosexualidad.
En otro lado tenemos a Nintendo, que tras la polémica surgida con Tomodachi Life se ha querido asegurar de que Fire Emblem Fates nos permita realizarnos como queramos e incluirá la posibilidad de casarnos con personas del mismo sexo o del opuesto, para no recibir quejas.
Una medida sabia, la de Nintendo, pero que pierde fuerza al tener que mencionarse como 'eh, mira qué tolerantes somos'. Está claro que la industria avanza, y eso es bueno, integrando poco a poco esa otra realidad sexual que tiene los mismos derechos y obligaciones y resulta igual que natural que la comúnmente aceptada realidad heterosexual. Ahí quedan iniciativas como la Gaymercon/GaymerX, la integración de los títulos nombrados, el trabajo de EA, la iniciativa #H8isnotagame, la libertad de matrimonio homosexual en The Elder Scrolls V: Skyrim o cualquier otro acto que lejos de intentar, como muchos apuntan, sentar diferencias entre las diversas naturalezas y condiciones sexuales, apuntan a esa visibilidad tan machacada por otras aspiraciones y que conllevan una integración que ya hace siglos debería ser una realidad.
¡Nos leemos!
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