Un año de Bardo en League of Legends

En League of Legends hay tres tipos de personajes: los amados, los odiados y los que pasan sin pena ni gloria. No sabría deciros en qué posición exacta se encuentra Bardo, aunque para mí está en un punto intermedio entre el odio y el meh que causan otros campeones. Sin embargo, Riot ha decidido rendirle un pequeño homenaje en la página web del juego para celebrar su primer cumpleaños en la Grieta del Invocador. Yo, por mi parte, le voy a rendir uno con menos datos técnicos, centrándome más en lo que sé: Cómo ha sido la llegada de Bardo al juego en la LCS, y cómo ha sido en las Divisiones más bajas.

 

Lo primero que vi de Bardo fue un precioso vídeo muy a lo Ghibli, estilo que el propio personaje recoge. Llamaba la atención, y más la llamó cuando supimos de sus habilidades. El Guardián Errante era un Reloj de Zhonya andante, y la gente no sabía muy bien si eso iba a ser bueno o iba a ser muy pero que muy malo. Pero, lo que más destacó de Bardo nada más llegar a la Grieta es que es el primer (y único) Support que debe abandonar a su carry. Bardo abandona el rol de niñera de los campeones de Apoyo, cosa que no ha sentado muy bien en los niveles más bajos.

 

Bardo estaba condenado a desaparecer, y en menos de un mes apenas se le veía por la Grieta. En Divisiones como Bronce y Plata, era considerado el peor campeón de League of Legends. ¿Y por qué? Por una sencilla razón: Porque el meta de los niveles bajos no está hecho para Bardo. Cura menos de lo que se espera de un campeón con habilidades curativas, y sus habilidades no encajan del todo en el modo de juego de los más novatos. Y mejor no hablamos de que todavía no he visto a un Bardo aceptar con su ultimate.

 

No penséis que entre los profesionales la cosa ha sido muy diferente. Desde el año pasado, con el Split de verano de la LCS, hasta la fecha en la que estamos no recuerdo una sola partida destacable de Bardo. Como anécdota, Ryddle, al cual yo misma entrevisté en la final de la LCS (¡mi primer trabajo en Mundogamers!) aquí en Madrid, lo escogió como su Support en una ocasión jugando con Giants. Y, sí, tampoco le fui muy bien acertando con las ultis.

 

Desde su llegada, el Guardián Errante no ha recibido cambios significativos que lo hayan hecho despertar en la Grieta con mayor frecuencia, y sigue sin estar hecho para los más novatos. Los carrys de nivel más bajo, necesitan Supports que los protejan en todo momento, y que Bardo se vaya de paseo para fortalecer su pasiva no ayuda demasiado. Es una pena, ya que no deja de ser un campeón interesante y no es, para nada, el peor campeón del juego. A su favor hay que decir, además, que estéticamente es un campeón muy llamativo, y que sus dos aspectos alternativos, Bosque Ancestral y Día Nevado, son dos preciosidades. Sobre todo Día Nevado, que tiene pingüinos. Los pingüinos hacen que todo sea mucho mejor.

 

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