Ubisoft y Activision piensan en imitar a EA Access
Ayer hablaba sobre cómo Yves Guillemont, director ejecutivo (CEO) de Ubisoft, pensaba que los jugadores de Wii U no compraban juegos maduros, y hoy quiero profundizar en otra declaración que hizo dentro de la entrevista refiriéndose a EA Access. Para aquellos desinformados, EA Access es un servicio de Electronic Arts que permite a los usuarios de Xbox One pagar una cuota mensual para, a cambio, tener acceso a un catálogo de juegos. Es similar a una suscripción a Netflix o, por dar un ejemplo disponible en tierras de Castilla, WuakiTV. Guillemont dio a entender que este método de suscripción era beneficioso tanto para el público como para la industria y dejó entrever sutilmente lo que podría ser el futuro. “En vez de decir que todo está en un lugar podemos decir: ‘Vale, prueba estos canales: EA, Ubi, Activision”. Eric Hirshberg, CEO de Activision, dijo hace dos semanas que su compañía entraría en el juego si el modelo demostraba ser rentable, así que este es un futuro muy posible al que nos enfrentamos. Hablemos sobre suscripciones.
Según a quién preguntes y con qué ángulo lo mires, este servicio es bueno, malo o todo lo contrario. Jim Sterling se manifestó abiertamente en contra de esta práctica en su vídeo “EA Access… Denied” y, aunque coincido con muchos de sus puntos, es cierto que hay un cierto lado positivo. Recordemos esto: esta nuestra querida industria es una en la que la mayoría del público apenas compra tres o cuatro títulos al año, donde ni siquiera están dispuestos a pagar por títulos móviles de apenas cinco euros y donde incluso aquellos más ansiosos por comprar esperan, como si de un rito se tratare, a que Steam reduzca los precios de los juegos a la mitad para así comprar por casi nada. Admito que yo me encuentro en ese último grupo. El último juego que compré por 60 euros, si mal no recuerdo, fue Beyond: Two Souls hace casi un año, y lo hice para analizarlo. Sé que compraré Destiny por precio completo cuando salga, pero será también para analizarlo. De hecho The Last of Us y GTA V, otros dos títulos que compré el año pasado por su precio de salida, también los adquirí en esas circunstancias para poder analizarlos. Lo que vengo a decir es que comprar por el precio de salida porque sí es una costumbre que he perdido, si mal no recuerdo, desde que compré Portal 2 el día de salida en 2011. Así que un sistema de suscripciones podría venir bien para que la gran mayoría del público pudiese acceder a más juegos sin tener que pagar por los precios de alquiler. De momento EA Access ofrece cuatro juegos por apenas cinco euros al mes que, aunque admito no son los cuatro mejores títulos que podrían haber ofrecido, siguen siendo cuatro obras relativamente nuevas que se pueden disfrutar sin más riesgo que el de perder lo que te costaría un frappuccino. Si no te gusta, te vas y, si te gusta, pues puedes o comprarlos por un descuento o simplemente tirar p’adelante y cruzar los dedos para que EA no cierre o retire esos títulos de su catálogo. Suena bien, la verdad.
Pero por supuesto ¿cómo no iba a haber un mal lado en todo esto? En primer lugar, no posees esos títulos. Ni siquiera son descargas digitales propiamente dichas: dependen de tu suscripción al servicio y, cuando la anules o, como he dicho, pasen los años y EA desaparezca o cambie, esos juegos se perderán. Desde hace un tiempo llevo oyendo conversaciones sobre cómo ya no posees lo que juegas y debería coger esa caja de plástico barato en la que me enviaron Thief o Watch Dogs para analizar y hacerle el amor suavemente porque, dentro de poco, ni siquiera tendré eso. George Weidman hizo hace poco un vídeo desalentador hablando sobre los peligros del juego en streaming y el riesgo que se corre al no poseer una copia de libre acceso de tus juegos. Estás limitado a lo que esa compañía quiera ofrecer. EA tiene más de cuatro juegos, eso es algo que todos sabemos, pero quizá no le venga en gana sacar aquél que tanto te apetece. No es un buffet libre. Además, está el inevitable hecho de que algún día EA cerrará o cambiará las condiciones de su método de suscripción y entonces quizá tengas que pagar más de lo que puedas permitirte o simplemente EA Access deje de existir. Y entonces te quedarás mirando la pantalla como un idiota sin poder recuperar esos títulos. Ni siquiera ese que estabas reservando para jugar la próxima semana.
Y luego está el asunto de los juegos como servicio. Una vez más, no voy a decir que todos tengan que aspirar a contar historias dignas de Ingmar Bergman, pero para el progreso artístico hay que salir de la zona de confort y esto es todo lo contrario. Si EA Access sale bien y hay, digamos, tres millones de suscriptores, eso me suena a mucha seguridad para la compañía. Sólo tienen que preocuparse por hacer lo suyo, sacar más DLCs, un par de parches, la típica secuela y listo, que esto se vende solo. Debo suponer que este modelo bebe de la fuente de la televisión por cable, pero hay una diferencia abisal entre el tipo de contenido que ofrecen ambos medios. La televisión desde hace unos años está pasando por una edad de oro y está produciendo una plétora de series de altísima calidad que se convierten en fenómenos mundiales. Series nuevas. Series atrevidas. Series como Los Soprano, como Breaking Bad. Basan su competencia no sólo en los grandes nombres sino también en las novedades. No estás suscrito a la HBO porque sigan poniendo temporada tras temporada de Hermanos de Sangre. Estás aquí porque han hecho Juego de Tronos y Boardwalk Empire y Generation Kill y The Newsroom y True Detective y ¿Dios, qué será lo siguiente que saquen? HBO es garantía de calidad presente y futura: te atraen sus producciones actuales, pero no van a durar para siempre y entonces sigues ahí porque confías en que lo siguiente que ofrezcan estará a la altura o será incluso superior.
¿Creéis que Ubisoft, Activision o alguna de las grandes compañías que lleva décadas aprovechándose de las mismas IPs desgastadas intentarían hacer algo parecido si funcionase el sistema de suscripciones? Me encantaría vivir en ese mundo. Me encantaría que EA Access saliera bien y entonces alguien pensara que quizá hay que olvidarse de la tontería de los juegos como servicio y ahora pueden actuar sin miedo porque, al mismo tiempo que existe Battlefield, también pueden producir obras de nicho o tomar riesgos con todas esas ideas que parecían alocadas pero que dejaron de lado porque “no funcionará en el mercado”. Tienes gente suscrita; no van a pagar más porque saques otra cosa. Lánzate.
Pero no creo que sea así. Si eso llega a ocurrir alguna vez me grabaré comiéndome todos los artículos que he escrito hablando mal sobre estas compañías y lo subiré a YouTube. Me suscribiré a todos estos servicios y los promocionaré. Los juegos son demasiado caros porque los han hecho demasiado caros, las compañías son demasiado cobardes como para moverse por inercia propia y el público está tan acostumbrado a ver las mismas sagas repitiéndose una y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez que me alegré por saber que Hideo Kojima estaba trabajando en Silent Hill, una saga que debería haber terminado hace años, porque eso suponía que haría algo distinto de Metal Gear Solid, otra saga que debería haber terminado hace años.
Al final, no puedo evitar ser pesimista con las suscripciones. Los videojuegos son productos que deben venderse para sacar el máximo beneficio. Los directivos utilizan la palabra “brand” al hablar de sus franquicias, como si hablasen de un coche o un alimento de comida rápida. Tengo la impresión de que las suscripciones sólo reafirmarán ese modelo e invitarán a que sigan haciendo lo mismo, repitiendo los mismos ciclos. Y luego dirán que el sistema es todo un éxito. Y luego la gente se cansará y se preguntará por qué no intentan algo distinto. Aquí tenéis el por qué. No negaré que este sea un servicio con valor para aquellos que no puedan permitirse comprar juegos habitualmente y desde una perspectiva de producto. Pero al mismo tiempo lo limita todo a eso: un juguete.
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