Tomb Raider y PSVita Slim, objetivos de las comparativas.
Ay, las comparativas. Qué ricas y cuánto nos gustan. En un mercado en el que todos los productos parecen cada vez más orientados a convertirse en lo mismo, nos encanta ver sus diferencias. Se han dado cita temporal dos momentos divertidos: el de Square-Enix afirmando que las dos versiones de su edición definitiva de Tomb Raider sí eran iguales, y Sony, declarando que, a ver, que tanta diferencia entre la Vita standard y la flaca no hay.
Es una coincidencia divertida porque sí que hay diferencia, pero claro, no te van a descubrir el secreto de la Coca-Cola. Es mejor asegurar que la versión de One luce igual que la de PS4 y que la PSVita Slim es de una calidad similar a la FAT; no vaya a ser que la asociación de amigos de Microsoft acabe en las oficinas de la desarrolladora a repartir leña, o que alguien se pregunt, en serio, por qué se va a sustituir lo mejor que tenía la Vita: ser una maldita maravilla como máquina, a favor de una versión nerfeada, con una pantalla que resulta mucho menos emocionante.
Es una lástima que en lugar de entregarnos explicaciones razonables, como las que en su día se emplearon para definir a PS3 como una máquina mala para trabajar, ahora no se estén dando. En lugar de eso, ya hemos podido leer hasta dos declaraciones distintas con la intención de convencernos, primero, de que ambas versiones de Tomb Raider Definitive son idénticas, para luego rebajar el tono hasta quedarnos con un las diferencias son inapreciables. No somos tontos.
Un caso similar ocurre con Vita. Si os interesa el artefacto, haceos con uno ya. Sé que tiene pocos juegos y todo eso, pero yo la estoy disfrutando mucho; y la pantalla es una delicia. La nueva versión sí que es cierto que viene con mejoras. Esa hora extra de batería, que se consigue porque la pantalla LCD tira menos que la OLED, y su memoria, aunque todavía escasa, se disfrutarán, pero no son novedades de peso para el sacrificio que hay que realizar.
Hemos visto comparativas y la verdad es la que es. Sin embargo, en lugar de afirmar que sí hay diferencias pero que a cambio se le dará un nuevo empujón a la portátil, pesará menos, valdrá menos, etc, se prefiere ir a cara un tanto cubierta. Pelillos a la mar con muy poca claridad en los argumentos. Eso va en detrimento de la marca, le resta seriedad. Si habéis planeado cambiar las pantallas, Sony, no me hagáis creer que son iguales, vendedme el cambio como si fuera uno a mejor para que me lo crea. Igual que con Tomb Raider. Si funciona mejor en una máquina que en otra, explicad el porqué, no permitáis que vengamos los usuarios a reírnos de vosotros. Más argumentos de peso y más sensación de profesionalidad es lo que hace falta en este medio; así claro que luego hay tanto hater suelto y tantas comparativas marrulleras que tanto nos gustan.
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