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Starring: Rob Zombie. Ubisoft y esa manía de perder credibilidad

Amortizando la investigación
Por Rafa del Río

Lo de Ubisoft ya viene de lejos. Puedes llamarlo Michel Ancel sacándose del sobaquillo un póster de Jade (Raymond no, la de Beyond Good and Evil), puedes llamarlo bugs, o downgrade gráfico de WatchDogs, puedes llamarlo arte de corta duración que al final no es más que un poquito más de lo mismo o puedes llamarlo Atreyu con la túnica de Gandalf El Gris correteando por los decorados en plena batalla de Tiempos de Gloria. Oh, tambén podéis llamarlo rehenes de ambos sexo o assas-sin vagina.  Sea como sea, la gran Ubi, a pesar de saber hacer buenos juegos, también sabe desquiciarse como nadie a la hora de la promoción y llevar a cabo estrategias extrañas que nunca se entienden demasiado bien. ¿Será la sangre fanco-canadiense? vaya usted a saber. 

 

Y el caso es que me gusta Assassin's Creed

Me gusta desde que ví el primer tráiler en un E3 del mundo del pasado-pasado, no me preguntéis el año que estará perdido entre montañas de nuevos juegos y botellas de whiskey vacías. Recuerdo como si fuera ayer a ese Altair en lo alto de un mjurete semiderruido observando a sus víctimas, guardias malotes que abusaban de una chilaba cívil y, por el tono de sus gritos, fémina. Recuerdo que pensé que era imposible lograr eso en el gameplay, y que el tiempo acabaría por demostrar que no era más que otro juego con un buen CGI...

 

...Y me equivoqué. El gameplay hacía honor a ese tráiler, más o menos, y aunque al final se demostrara algo repetitivo, me gustó. ¿Visitar Jerusalén en la época de la tercera cruzada? ¿Cargarme templarios, que ya se sabe que son más malos que los masones? ¿Y mientras, tratar de escapar del laboratorio de House? ¿Dónde había que firmar? Assassin's Creed me enamoró. Era un sandbox  mezclado con historia, y ese equipo multi-culti de varios credos trabajando codo con codo para ofrecer varias versiones de una misma historia... azuquita, hermanos. 

 

We miss U Altair...

 

El tiempo pasó, Assassin's Creed se reconoció como un gran aporte videojueguil a la cultura, las universidades de medio mundo alabaron lo chachi que era aprender jugando y el inglés de la voz odiosa se hizo famoso ayudando a aprobar a miles de adeptos a la historia del arte... 

 

...el planeta siguió girando...

...Y Ubisoft le dijo a sus Assassin's Creed: 'id y poblad la tierra'. Y vienieron Assassin's Creed Altair's Chronicles, y Bloodlines, y II, y Discovery, y III, y Avelina, que a pesar de tener nombre de vieja'l visillo es una assassin, y el IV... Cuando nos quisimos dar cuenta, aprendíamos sobre la guerra de secesión noraca a ritmo de indio vestido de Vatican's Master Chief, cogíamos cochinos jabalíes a pachas con Jack el Cálico y nos ventilábamos a todo lo que se nos cruzaba convirtiéndolo en un pincho moruno, picando carne para los spagueti, arrancándole la caballera o colgándole por los pulgares de la mayor. 

 

Hubo quejas de ese explotar la franquicia, ¿pero qué queréis que os diga? A mí nunca me importó. Pasaba de los DLCs, echaba un buen rato con los físicos y, sí, por supuesto, me descojonaba o enfadaba con los múltiples bugs de la política Ubi de sacar el juego cuando la alarma del horno todavía no ha pitado. 

 

Pero entonces anunciaron AC Unity, nos hablaron de algo tan cercano como la Revolución Francesa, ¡Lo que estudiamos en el cole! Y claro, a uno se le pusieron los dientes largos y se imaginó un pequeño universo que se extendiera hasta el golpe de estado de Bonaparte, la guerra de independencia española, Las Cortes de Cádiz y ese 'Vivan las Caenas' a un botarate incapaz de defender su país... Demasiado pedir, lo sé, pero estaba emocionado, incluso dispuesto a adquirir los DLCs de esa posible guerra de independencia española, que imaginaba que no ibaa  estar en el juego 'primigenio'... Y entonces apareció Rob Zombie.

 

 

Ese vídeo chachi para los chiquillos

De la noche a la mañana toda la supuesta nueva política de Ubi para su nuevo AC, todo ese paso adelante en pro de una madurez histórica y de juego mayor, y sin barquitos parece haber desaparecido como por arte de magia. La ilustración que llevó a la revolución al pensamiento del ciudadano francés ha sido cambiada por esa otra ilustración de Tony Moore, co-autor del cómid de Walking Dead, el grito de libertè, equalitè, fraternitè se ha transmutado en la voz de la oscuridad en el primer Darkness, que nos cuenta una versión infantil, estúpida y repepetitiva de Dishonored, y de fondo tenemos a Rob Zombie haciendo lo que mejor sabe: vídeos de corte gore para aficionados al terror tirando a adolescentes.

 

Y con eso queda todo dicho. Coger algo como un periodo cruento de la historia, darle una justificación de cine -barato, muy barato- de Hollywood y ponerle sangre a un ritmo de animación que a muchos, a mí al menos, nos recuerda peligrosamente a Maricón y Tontico de Museo Coconut. Brillante, entiéndase la ironía. 

 

Bueno, al menos no usaron esto como promo de ACIV Black Flag...

 

No se puede ser chachi y empollón

Al igual que no se puede pretender ser lo último en educación interactiva con un planteamiento super real de lo secuedido en la historia con algunos toques de ficción para aumentar su jugabilidad y luego reducirlo todo a trepar casas, defender a los desagraviados y correr detrás de partituras, plumas y demás chorradas que vuelan con el viento. Pero mola porque, eh, colega, los tipos de la portada de la enciclopedia salen como PNJs.  

 

Sí, sé que esto parece -puede que lo sea- el lloriqueo de alguien que se ha dado de bruces con la realidad. Y sí, ya sé que lo de Rob Zombie no es el juego, entiendo que es una forma de promo para llegar a más gente estirando, retorciendo e incluso prostituyendo un producto para que quepa en los gustos de todos. Es más, Unity pinta bonito, se aleja de los barcos, entra en la next-gen... Pero me da igual: Esto no es cuestión de jugabilidad ni de lo que el juego será al final, es cuestión de seriedad, de creer en tu producto y de mostrarle al público que lo que haces es tan bueno que no necesita colorines brillantes ni luces estridentes para llamar la atención. Si yo fuera un desarrollador del equipo de Assassin's Creed, ya sabéis, uno de esos tipos multiculturales perteneciente a varios credos, tendría encima un cabreo de mil pares de narices por las chorradas que los de marketing hacen con mi trabajo y por toda esa locura sin sentido en la que se ha convertido la saga.

 

Este al menos tiene algo más de sentido...

 

¿Entre nosotros? La primera vez que vi en AC a Benjamin Franklin creí estar jugando a El Día del Tentáculo. Da la impresión de que sobre el trabajo de gente muy válida priman las decisones de personas que no acaban de tener muy claro en qué consiste su trabajo. En la cúspide de esta pirámide de sinsentidos asentados sobre algo que podría -debería- ser increíblemente bueno, tenemos a los de marketing, tipos con unas decisiones a cual más extraña que quizá justifiquen su trabajo pero, lo siento, en mi opinión no hacen más que deslustrar el de los demás. 

 

Un poquito de coherencia 

Eso es todo lo que le pido a las campañas de marketing de un videojuego de talla triple A. Se me ocurren mil formas de promocionar Unity sin dejar de ser fiel al espíritu del juego. Formas que, curiosamente, no incluyen a Rob Zombie. Sé que me acusaréis de exagerar, pero... ¿Entraríais a comer en un restaurante que se anunciara leyendo el futuro en las cartas por internet? ¿Acudiríais a un neurocirujano que se anunciara en la tele tocando una guitarra eléctrica en medio de un juego de luces? Hay una cosa llamada coherencia, lógica, justificación, y parece que en este caso los encargados de marketing de AC Unity lo han obviado por completo

 

Llamadme loco, pero empiezo a pensar que hemos llegado al punto de que cualquier publicidad es buena. El punto en el que la líamos con declaraciones poco acertadas para luego añadir un DLC con assassins femeninos y así cubrirnos de gloria y de paso estar presentes en los medios. El punto en el que metemos un downgrade desbloqueable vía mod y salimos a los medios diciendo que hayá cada uno pero es que eso no es 'bueno para la jugabilidad'. El punto en el que ya no se puede usar la lógica para analizar a ciertas compañías del mercado porque la lógica está tirada en una esquina, magullada y harapienta, con una botella de colonia entre los labios y pocas, muy pocas ganas de volver a ser quien una vez fue. 

 

A ver: El juego pinta alucinante en Next Gen.

 

Una lástima que con tanto desbarajuste y tanta Sangre Rosa perdamos de vista lo importante: Que con Assassin's Creed, Ubisoft tiene una promesa que cumplir y una deuda con el ususario y con la cultura que le ha rendido, valga la redundancia, culto. Si empezamos a pagar esa deuda con vídeos de la MTV y profesionales del parkour correteando por París, a mí se me ponen los huevos de corbata. Puede que me equivoque, ojalá que sí, pero no estoy muy convencido con El Cambio. Sea como sea, enhorabuena, Rob Zombie. Has conseguido, por primera vez en tu carrera, meterme el miedo en el cuerpo.

 

¡Nos leemos!


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