Sony se ha encargado de que los deberes estén hechos

Parecíamos escépticos ante la llegada de la nueva generación. Multitud de propuestas que se encaminaban a un futuro de conectividad social que no queríamos, descargas, subidas, compartir, compartir, compartir, comprobar el progreso del vecino, aplicaciones complementarias en smartphones y tablets, ventajas y desventajas digitales,... ¿Cuándo se habla aquí de jugar?

En este aspecto, la llegada de Xbox One nos abrió los ojos, y sí, claro que se puede jugar, aunque ya no sea tan sencillo como antes y haya que esperar a instalaciones y actualizaciones. Pero claro, más allá de jugar nos habían prometido una infinidad de extras y funciones complementarias que por ahora no estamos viendo por ningún lado.

Sin embargo, Sony ha cumplido. Mientras que Microsoft se ha dedicado a quitarse la mala fama ganada tras el Xbox Reveal y el E3, a prometer funciones de las que podremos disfrutar en un futuro y a marear la perdiz con la nube, Sony se ha encargado de que se hagan los deberes, y salvo la inclusión de Gaikai y alguna función como el stand-by que pone incluso la partida activa en suspensión, todo lo prometido está en PS4, y funciona bien.

Han fallado con el catálogo de lanzamiento al aplazar dos de los títulos más esperados como eran Driveclub e inFAMOUS: Second Son, y en cuanto a exclusivas se ha quedado un tanto descafeinado, pero nos dan muchas opciones para jugar, y todas las facilidades del mundo.

Los menús de PlayStation 4 no se sienten ajenos, no son confusos ni dejan que los juegos se pierdan entre aplicaciones extras de música, televisión o vídeo, e incluso todo tiene las explicaciones necesarias, detallando cada función del nuevo botón Share frente a los botones 'cuadraditos' y 'tres rayas' con los que cada día descubres una función diferente y nunca sabes muy bien cuándo se utilizará.

Tras la muy breve espera de la actualización inicial y la instalación pertinente de un juego que tarda mucho menos que en la competencia, PlayStation 4 es la experiencia más cercana al 'plug & play' de las consolas de nueva generación, y con una interfaz tan limpia y tan sencilla de entender, sí que apetece aprovechar esas funciones que implican conectividad social y compartir.