Rocket League. ¿Moda de verano o futuro prometedor?
Rocket League, el curioso juego que mezcla coches y fútbol, se ha convertido en un auténtico fenómeno mundial en apenas unas semanas. Ya son millones de jugadores los que toman por rutina abrir el título diariamente para disfrutar de sus alocados y divertidos partidos. Yo soy uno de esos jugadores que han terminado enganchados de mala manera al juego, porque además de disfrutar con él por sus evidentes virtudes no paro de vislumbrar un futuro muy prometedor en caso de que se sepan hacer las cosas bien a partir de ahora.
Creo que Rocket League tiene todo lo necesario para convertirse en un juego con el que poder realizar competiciones profesionales. Todos los coches son iguales en cuanto a prestaciones (solo varían estéticamente) y no hay power-ups ni ningún aspecto aleatorio que incida de manera directa en que un equipo tenga más posibilidades de ganar que el otro; todo se basa en la pura habilidad, compenetración y saber hacer de los jugadores. De hecho, ya hay auténticos maestros que son capaces de hacer locuras como estas:
Ahora imaginad una competición entre dos equipos de jugadores que jueguen realmente bien a Rocket League. Sería un espectáculo memorable y yo sería el primero que estaría ahí para verlo, por lo que creo que el camino que debe seguir Psyonyx -el estudio desarrollador- es precisamente ese: tratar de que Rocket League se convierta en un reclamo y en una competición que esté presente siempre en todos los eventos de e-Sports. Yo, quizás bajo mi ignorancia en el tema, lo vería muy posible. Además, sería una buena manera de que los jugadores que estamos alejados del también fenómento de los e-sports liderado por League of Legends podamos introducirnos en ese mundillo, ya que no es un juego que exija de demasiados conocimientos previos para poder ver y disfrutar de los encuentros.
¿Cuál es el problema? Que no sigan por ese camino y el dinero más directo les ciegue, lo que terminaría transformando a Rocket League en el juego de moda del verano en lugar de algo que ha llegado para quedarse, condenando su futuro a un olvido inevitable. Ellos mismos comentaron en una entrevista que tienen intención de comenzar a lanzar nuevo contenido en forma de DLC, con más coches e ítems de personalización, que no estaría mal siempre y cuando no se adentren en los peligrosos caminos del “paga X dinero y tendrás esta ventaja durante los partidos”, que para mi gusto sería el principio de ese fin.
Rocket League lo tiene todo a su favor: ha llegado gratis para los suscriptores de PS Plus en PS4, no hay muchos lanzamientos nuevos en estas últimas semanas y los Youtubers más famosos a nivel mundial están haciendo vídeos con él (que nos guste o no es un método de promoción exageradamente eficiente), permitiendo que todo haya generado en este fenómeno de masas. Ahora lo difícil es saber gestionarlo, pero yo creo que si se sabe encauzar bien hacia el terreno de las competiciones profesionales, vamos a tener coches y fútbol para muchísimo tiempo. En caso contrario, será el juego de moda del verano cual canción de Georgie Dann y nada más.
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