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Remakes que le arrebatan su época al juego

¿Tiene sentido, hoy, Castle of Illusion?
Por Adrián Suárez Mouriño

Castle of Illusion fue, junto con Sonic y Altered Beast, los primeros títulos que jugué en mi vida. El ratón Mickey ofrecía una propuesta cercana a la de un Mario en un principio, sólo que añadía la necesidad de tener que pulsar “abajo” en la cruceta para hacer daño a un enemigo tras un salto. Con ese sencillo gesto, cambiaba totalmente el ritmo con respecto a la propuesta del fontanero. Hacía del juego mucho más pausado, haciéndote prestar atención a cada “culada” que ejecutabas. A esto se le añadía la posibilidad de lanzar manzanas como armas arrojadizas que se podían arrojar en pleno salto, lo que enriquecía mucho la jugabilidad. Si a todo le sumamos una ambientación estupenda nos queda un plataformas fantástico para el momento en el que salió.

 

 

El título era perfecto justo por eso, por su época, por encuadrarse entre Sónic y Mario. Tres títulos que con una misma estructura jugable planteaban cosas muy distintas, algo que ahora mismo no se da tanto. Mirad cuántos títulos son shooter, por ejemplo, y cuántos son capaces de diferenciarse tanto entre ellos como estos tres. Añádele a eso una tremenda ambientación, a golpe de escenarios coloridos, y una bso fantástica y tenías un juego genial ¡Si hasta había cambios entre día y noche! Bueno, sólo uno; pero muy conseguido.

 

Al arrancar a Castle of Illusion del abrigo de los años noventa, le arrebatas la explicación de por qué fue un juego tan querido. Ahora, es imposible que su jugabilidad nos transmita lo mismo que antes, porque ya hemos vivido otras cosas más ricas, porque su jugabilidad está superada. Para disfrutar plenamente del título de Mickey hay que coger una megadrive o un emulador y rejugarlo, luego echar una partida a Sonic y al Mario Bros de NES, pero no traerlo al 2013.El remozado gráfico tampoco le hace ningún favor. El deshechar el píxel en favor de un acabado gráfico más actual le da un aspecto demasiado genérico.

 

 

Con esto, más que criticar la calidad de la  revisión de Castle of Illusion, quiero criticar el innecesario hecho de revisarlo en sí. ¿Hace realmente falta? ¿Qué podemos hacer para traerlo a día de hoy y que genere la mismas sensacines que en su momento? ¿No será que queremos hacer un plataformas facilón y nos encaja a las mil maravillas que haya un Mickey por ahí al que la gente le tiene cariño? Buscando paralelismos con otros juegos,  traernos los dos títulos beat´em up de Dungeons and Dragons sí es un acierto.  Les hacía falta un buen online para disfrutarlo bien, y casa a las mil maravillas con el lanzamiento de Dragon´s Crown, además, no todos pudimos disfrutarlos en sobremesa. Revisitar la saga Monkey Island también es correcto y se ha llevado a cabo con mimo, son títulos que se juegan bien en dispositivos táctiles y que resultan interesantes sin importar la época pero ¿Castle of Illusion?

 

Con Ducktales nos encontramos con un caso similar al de Dungeons and Dragons y Monkey Island, es un juego atemporal. La jugabilidad propuesta por Capcom en su día para NES y Gameboy resulta muy actual jugado hoy; y mira que se basa en la chorrada de que el tío Gilito  salta más alto y rebota si clava el bastón tras un salto; pero es un un juego muy rico y eso es una realidad. Ahora bien, esos vaivenes de cámara que le añaden tanto a éste como al Castle of Illusion... ¿para qué?

 

Hay veces en el que los videojuegos del ayer deberían seguir siéndolo para siempre, sin ports o remozados que no hacen más que estropear lo grandes que un día fueron. Al versionarlos se les quita lo que mucha veces define al propio juego: su época. Espero que cuando pruebe este nuevo Castle of Illusion mis malos augurios no se hagan realidad. Nada me gustaría menos que un título tan importante en mi infancia como jugador fuera maltratado y transformado en un plataformas genérico.


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