Quiero creer en Knack

La historia de Knack en PlayStation 4 me recuerda, inevitablemente, a lo acontecido en el estreno de Xbox 360 con Kameo y Rare. Existe el paralelismo de ver a dos dinosaurios de la industria a los mandos de dos juegos que debutaron con el lanzamiento de sendas máquinas y que ofrecieron, de alguna forma, dos aventuras que pertenecen más a un corte pretérito que a una de esas flamantes nuevas generaciones de juegos en consola. Curioso, por cierto, que en PlayStation 3 no existiese un juego como la protagonizada por Kameo y que en One no exista una similar a lo que ofrece Knack.

Lo visto en Gamescom, con el legendario Mark Cerny como maestro de ceremonias, nos muestra una obra de aventura de corte clásico que como decía en líneas superiores, no parece pegar con las luces y partículas presentadas en la línea de lanzamiento de PlayStation 4. Eso sí, estoy convencido de que encontrará su público particular entre los debutantes en el territorio de la next-gen. Cerny explicaba que se buscaba 'ofrecer una aventura familiar con estética Pixar', tras revisar su dilatada trayectoria en la industria y conocer sus virtudes con más de 30 años desarrollando se comprenden muchas cosas cuando uno ve qué ofrece Knack.

En unas horas os ofreceremos la primera preview y veréis que las intenciones son francamente buenas, pero de lo que acabe resultando al final puede cambiar el parecer de muchos. A Kameo, de hecho, le pasó algo similar: tras pasar por multitud de plataformas y convertirse en un juego de lanzamiento en Xbox 360, acabó gozando con tantos detractores como defensores. Creo que el tiempo ha sabido ver en él muchas de sus virtudes, pero eso no quita que en su momento resultase un tanto decepcionante para los primeros compradores de la antigua nueva generación de Microsoft. Me da la sensación que con sus virtudes y defectos, Knack pasará por un proceso similar.

Ya en la presentación han aparecido preguntas incomodas (tanto como necesarias) al desarrollador a propósito del frame rate en pantalla (Cerny no ha confirmado siquiera los 30 estables) y durante la acción de la partida se han visto algunos problemas con el control que ha impedido a la acompañante del británico jugar con soltura. El lanzamiento está cercano, y parece imposible corregir esos defectos, pero parece seguro que todavía se guardan ases en la manga con él. En caso de no tener dichos ases podríamos estar ante un serio problema para Knack. No obstante, a pesar de la opinión generalizada, quiero creer.

Quiero creer en un juego diferente a lo que vamos a ver en el inicio de generación; quiero creer en aventuras a la vieja usanza; quiero creer en el valor creativo de Mark Cerny y, en definitiva, quiero creer en un videojuego como el que pretende ser Knack. Aunque resulte obvio que existe un riesgo. Son tiempos difíciles para los valientes, y si algo le sobra a la presente obra, sin duda, es valentía.