Qué quiero de Dark Souls III

Es posible que ya hayáis visto las múltiples capturas de Dark Souls III que ha filtrado el canal de YouTube The Know. Aunque la fuente no me da toda la confianza del mundo, las capturas tienen pinta de ser muy auténticas porque dudo que nadie emplee horas y horas en hacer un montaje tan conciencudo y creíble para que luego no sirva de nada. Sea como fuere, todo esto ha hecho despegar mi imaginación y pensar en qué quiero de Dark Souls III.

 

Lo primero que quiero es que Miyazaki vuelva a tomar las riendas de esta saga, no porque sin él haya ido mal, que Dark Souls II es fenomenal y tiene muchas ideas estupendas; sino porque Bloodborne ha demostrado que este hombre tiene en su cabeza un montón de ideas que hay que sacar a relucir por el bien de este medio. Bloodborne es tan increíble e inconmesurable que necesitamos más juegos como él, y Dark Souls III podría serlo. Las capturas filtradas recuerdan mucho a Bloodborne, y eso me encanta. 

 

 

Otra cosa que necesito es que cambien el sistema de combate de alguna manera. No me sirve tener a Bloodborne como alternativa a Dark Souls y que esta saga siga estática en cuanto al sistema de escudo y espada. Es necesario que From Software haga cambios profundos en este supuesto Dark Souls III y que las esquivas sean mucho más eficientes, que los enemigos tengan patrones menos predecibles y que el parry sea algo mucho más importante. Bloodborne ha demostrado la importancia de ello y un Dark Souls puede hacerlo a su manera también.

 

Si me cambias el combate, también me tienes que invertir mucho en los jefes, claro. Dark Souls II metió un poco la pata en este aspecto, y si bien tiene algunos enemigos icónicos y crueles, no sorprendían a nivel mecánica ni estético como los del juego original. Preferiría cien veces tener una decena de grandes enemigos con una gran calidad y que me dejaran un recuerdo imborrable a tener varias decenas de ellos, como en Dark Souls II. 

 

 

Y, por último, necesito que Dark Souls III siga con la historia de los ciclos de la llama y la oscuridad de la saga Souls. Es una historia que se debe extender todavía más porque es paradójica e imposible de resolver y porque se puede seguir interpretando. No hace falta que haya monarcas ni grandes reinos, me conformaría con la historia íntima de un personaje nomuerto con su propia existencia en un mundo que no le da soluciones. Y quiero más lore, mucho, mucho más lore, porque no he tenido suficiente ni con el de Bloodborne, que es densísimo.

 

Aunque puede que me esté adelantando a los acontecimientos y que Dark Souls III sea un bulo inventado por unos cuantos gilipollas con ganas de visitas sucias, no puedo no pensar en cuantísimo tiene que ofrecerme este juego para superar a Bloodborne, pero viendo que este fue capaz de afianzarse sobre el impresionante legado de sus predecesore, qué puñetas, puedo ser optimista sobre Dark Souls III sin miedo a llevarme a una gran decepción.

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