¿Qué ha sido de South Park: La vara de la verdad?
El huracán THQ desató muchos elementos y circunstancias que con el tiempo parece que se han ido calmando: Saints Row IV ha terminado siendo un exitazo, WWE encara con 2K el lanzamiento de un prometedor nuevo capítulo y la gente de Vigil Games ya trabaja codo con codo con la gente de Crytek. Entre todos esos juegos, uno, se encontró con suficientes problemas como para ir retrasando su lanzamiento y puesta en escena: South Park: La vara de la verdad, de Obsidian, en manos de Ubisoft, se sabe que saldrá a finales del presente año, pero todavía no hay muchas pistas sobre su fecha definitiva.
Cuando ocurrió todo el lamentable capítulo de la desaparición de la distribuidora americana, el juego estaba prácticamente acabado y listo para ser lanzado a la venta, pero una cláusula entre los franceses y el cambio de manos les llevó a los tribunales, algo que acabó retrasando más si cabe todo el lanzamiento, previsto para marzo de 2013. Parece que ya está todo listo para encarar su lanzamiento, pero desgraciadamente, lo que seguro no esperaban en Obsidian, era luchar contra las máquinas de nueva generación en su más que probable cercano lanzamiento.
El juego es esperado por mucha gente: la unión de un gran estudio y una gran serie puede resultar un éxito para todos, pero la espera y esa batalla que tendrá que librar con un mercado en el que muchos jugadores estarán esperando a dar el salto a la nueva generación, les hará perder ventas. Eso, sin hablar del silencio mediático en el que está inmerso el juego en los últimos meses, del que prácticamente no se ha dicho nada. En una industria en la que hacer ruido resulta tan capital para los intereses de unos y otros, ese silencio no le vendrá nada bien.
Espero equivocarme y ojalá hagan un anuncio concretando cosas durante los próximos días más allá de alguna declaración aleatoria, pero si la historia del presente producto no quiere terminar de forma inesperadamente dramática, va siendo hora de mover ficha. Sería una verdadera lástima que elementos secundarios paliasen un proyecto que ha sido prometedor desde su mero anuncio.
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