1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

¿Qué está pasando en Naughty Dog?

Neil Druckmann y Bruce Straley podrían estar conspirando para dominar el estudio.
Por Dayo

“La correlación no implica causalidad”. Un principio básico del razonamiento, pero cuando se trabaja en la industria del videojuego, donde poco se sabe hasta que ocurre, a veces hay que hacer las cuentas por uno mismo. Naughty Dog podría estar pasando por una profunda remodelación o podría seguir como siempre y los despidos recientes son una casualidad. No lo sabremos hasta dentro de mucho tiempo, si es que llegamos a descubrirlo, pero juguemos a ser periodistas.

 

Ayer mismo se supo que Todd Tashwick había sido despedido de su papel como villano de Uncharted 4. Este es el cuarto despido en poco menos de dos meses, y ninguno de los nombres son menores. El anterior en abandonar el barco fue Nate Wells, director artístico de The Last of Us, quien el 3 de abril partió por propia voluntad de la compañía para unirse a Giant Sparrow, estudio creador de The Unfinished Swan. Antes que él Justin Richmond, director de juego de Uncharted 3, cambió bandos con Riot Games (League of Legends) el 27 de marzo.

 

Pero esta historia empieza con Amy Hennig, directora y guionista de la trilogía Uncharted. Hennig estaba continuando sendos roles en el desarrollo de la nueva entrega para PlayStation 4, pero abandonó la compañía el 4 de marzo. No tardaron en aparecer rumores que decían que su abandono había sido forzado por Neil Druckmann y Bruce Straley, guionista y director de The Last of Us respectivamente, pero Naughty Dog los negó dos días después en un comunicado oficial. Los directivos llamaron “poco profesionales” a aquellos que habían especulado sobre un abandono forzoso por parte de Hennig, pero no es difícil ver por qué llegaron a esa conclusión.

 

Cuando Naughty Dog anunció su nuevo Uncharted para PlayStation 4 en noviembre de 2013, explicitó que Hennig y Richmond estarían a bordo repitiendo sus respectivos papeles. Eso probablemente significa que llevaban meses trabajando en el proyecto y que ambos estaban comprometidos, quizá por documentos legales. Sin embargo, pocos meses después súbitamente abandonan sus trabajos en un título que seguramente les daría prestigio: ella va a Visceral para unirse a un proyecto de Star Wars, él a la compañía cuyo único título en más de cuatro años y medio ha sido League of Legends. Lo más fácil es pensar que ha habido problemas internos y que han abandonado la compañía por las malas ¿qué si no les iba a hacer abandonar un proyecto en el que ya llevaban implicados meses?

 

Sin ti?tulo 2 39

The Last of Us está asegurado en PS4, pero ¿y lo demás?

 

La respuesta de Naughty Dog no mejora la situación: el control de daños es muy difícil de llevar. Si te enfrentas a una situación polémica como esta, ninguna respuesta va a ser buena: si admiten que hay problemas la gente desconfiará de ellos, habrá más noticias sobre el desarrollo accidentado y a la larga afectará al juego, algo que ha pasado incluso al anticipadísimo The Last Guardian. Si dices que no hay problemas la gente va a dudar de tu palabra ¿por qué ibas a admitir que hay problemas si eso va a dañar tu reputación? Y si llamas a los periodistas “poco profesionales” estás agitando un nido de avispas por motivos que no creo necesiten explicación.

 

Por último, el tercer implicado con Uncharted 4, Tashwick, estaba trabajando con Hennig en el guión del nuevo título de Star Wars, a lo cual que retiren al hombre que esté trabajando con la mujer que abandonó la compañía bajo circunstancias polémicas hace que los conspiranoicos digan que están atando cabos sueltos. El hecho de que Druckmann y Straley, que de pronto se han convertido en personalidades con mucha presencia en la industria, puedan desempeñar los roles que tenían Hennig y Richmond es una deliciosa guinda sobre el pastel.

 

No veo con malos ojos a Druckmann. Sabe actuar delante de las cámaras y ha hecho buenas declaraciones y ponencias, moviéndose mucho tras la publicación de The Last of Us para ganar peso mediático. No le veo como un vil monstruo que vaya despidiendo gente. Podemos estar equivocados por mil motivos, empezando por el simple hecho que desde 2011 Naughty Dog trabaja dividido en dos equipos. Pero las circunstancias de estos despidos y abandonos en una sucesión tan rápida levantan sospechas: dos personas de perfil tan alto no se levantan un día y deciden irse. Muchas veces nos enteramos con retraso del movimiento que hay entre bambalinas, y como ejemplo tenemos a Nate Wells, cuyo abandono no se supo hasta dos semanas después.

 

Pero también tenemos el caso reciente de Irrational Games. Leigh Alexander escribió un magnífico artículo hablando sobre cómo estos movimientos no podían saberse hasta que ocurrían porque de otro modo la gente se arriesgaba a perder su trabajo: si ella hablaba, la gente desconfiaría. Si ellos hablaban, nadie les contrataría. Si Henning hubiera acusado a Naughty Dog de forzar su abandono ¿quién dice que desde Visceral no la vieran como una quejica que se volvería contra ellos si se diera el caso?

 

Desde luego pienso que algo ocurre en Naughty Dog. No sé si tiene que ver con Druckmann o Straley; bien podría ser que Uncharted 4 sea basura y tanto Hennig como Richmond se hayan ido al ver que no podían hacer anda al respecto. Quizá las ofertas de Riot y Visceral fuesen realmente atractivas y no habían firmado nada que les atase al proyecto.

 

Pero no lo sabemos. Quizá nunca lo sepamos.


<< Anterior Siguiente >>