El otro día, hablando de Wipeout, me dio también por pensar en Mario Kart, sin duda el juego de conducción más atípico y, a la vez, uno de los más populares que existen en la industria del videojuego. Y pese a ser eso, una saga popularísima y con un público muy fiel, casi ninguna otra empresa ha sido capaz de replicar ese éxito o ni tan siquiera su fórmula.
Es verdad que han existido rivales muy dignos. En su día, Diddy Kong Racing y Crash Team Racing lo hicieron bastante bien. El primero añadía varios vehículos y hasta una pequeña historia en modo de hub y de niveles y el segundo era bastante dinámico y tenía un buen rendimiento, además de que se lanzó en PSX, la plataforma enemiga de Nintendo y de Mario Kart, por consiguiente. Fue muy divertido ver esa rivalidad por aquel entonces.
Y sin embargo, ningunno se atrevió a seguir compitiendo seriamente. Incluso a pesar del poco éxito comercial de Game Cube en comparación con PlayStation 2, Mario Kart siguió siendo el rey y no hubo un competidor serio en PlayStation 2, y eso que se siguieron lanzando "Crash", aunque de muy baja calidad; y títulos de karts menores. ¿Cómo puñetas era esto posible?
De ahí este post, aunque ahora tengamos juegos tan buenos como Sonic All-Stars Racing (posiblemente, el único buen juego del erizo en años), parece que competir con Mario Kart es una absoluta locura por la simple y llana razón de que cuenta con los personajes de Mario, con esos muñecos simpáticos y caricaturescos que conocemos de toda la vida, y que ninguna otra empresa cuenta con figuras así, por un lado porque la industria ha apostado más por lo realista y complejo a nivel gráfico y porque 'las mascotas' como tal ya no se llevan.
Ni Sonic ni Crash ni las viejas mascotas pueden tener un juego así hoy en día, y quien dice Mario Kart, dice Mario Party o Super Smash Bros (ay, qué risas con All Stars Battle Royale de Sony y lo poco que se esforzaron con él). Es una consecuencia curiosa en la que nunca pensamos cuando pensamos en el papel de Nintendo en la industria actual, y es que es la única empresa que aún tiene mascotas a la antigua usanza y cosechan éxito con ellas.
Mario Kart podría hacerse mejor a nivel mecánico o de diseño, pero no sería igual si no tuviera a las mascotas de siempre. Es una lástima que Crash no sea ya lo que fue y que SEGA no tenga un duro para ponerse en serio a hacer un competidor digno, porque son las únicas franquicias relativamente modernas con capacidad mascotil suficiente para decirle algo a Nintendo. Es curioso como un aspecto tan, en teoría, menor puede ser tan importante, pero así es la vida. Nintendo es la compañía de los símbolos y por eso, aunque tengamos 10 Mario Partys, el abuso de ellos no parece tan severo.