Oda al Huevo de Pascua

Jason Paul, de Naughty Dog, habría declarado a la revista oficial de PlayStation sobre lo decepcionado que está con los seguidores por 'no encontrar los secretos que hemos esparcido y publicarlos por Internet'. Dado que no se sabe a ciencia cierta de qué está hablando, el mensaje resulta todavía más crítico. Naughty Dog ya incluyó algunos Easter Egg de campeonato en sus anteriores producciones, y es por eso que si tienen tantas ganas de que descubran alguno de esos secretos en alguno de sus juegos, debe ser por tener algo sorprendente y curioso.

¿Dónde estará? Ese es el misterio y la grandeza de los huevos de pascua, una historia que nos acompaña en los videojuegos desde hace varias décadas. En la edad de oro de Atari, no permitía que sus desarrolladores firmasen sus producciones, eso complicaba más a la competencia el conseguir fichar a los artistas más importantes de Atari y convertirlos en sus propios competidores. El primero que luchó contra esa decisión empresarial fue Warren Robinnet, que se las ingenió para poner su nombre en el juego Adventure, aunque para conseguir ver la firma del autor tuvieses que elucubrar, prácticamente, un milagro.

Desde entonces, muchos han sido los videojuegos que han ocultado en sus entrañas bromas o curiosidades que esperan ser descubiertas algún día por sus jugadores. Resulta incalculable la cantidad de esos secretos que estarán todavía a la espera de ser descubiertos entre la cantidad de juegos que existe a día de hoy, pero más allá de gente como Rockstar o las producciones de Kojima, que abarcan y completan una cantidad prohibitiva de homenajes en sus producciones, la realidad es que entre los desarrollos esas bromas están en peligro de extinción, y sería estupendo que los artistas jugasen con esos detalles.

Os presenté hace unos meses una web llamada Eeggs.com que recogía gran parte de los huevos de pascua que se conocen en la historia del videojuego. Es obvio que ya no hay tantos como antes, y que de alguna forma, sus escondites sean más obvios y que encima vengan cimentados por logros o trofeos a desbloquear, por lo que no acaban siendo tan sorprendentes como los que se hacían antaño. Mientras Kojima nos descubre hace un par de semanas  una melodía en las sartenes de la cocina del carguero de Metal Gear Solid 2, todavía hay esperanza ante la búsqueda de elementos que sean capaces de sorprendernos en videojuegos que tienen más de una y dos décadas.