¿Nos está vendiendo humo Microsoft con la retrocompatibilidad?
El tema de la retrocompatibilidad de Xbox One me tiene loco. Aquí uno, más feliz que una perdiz, felicitando a todos los usuarios de Xbox One por la decisión de Microsoft y soñando con que Sony imitara la jugada, escribiendo sobre el tema diciendo que, oye, mira, resulta que los de Redmond están pensando en el usuario, y a los pocos textos resulta que he pasado un dato que es muy, peroq ue muy importante en todo esto: El apoyo de las editoras.
Retrocompatibilidad condicionada
Las reacciones de Sony a esa primera andanada no se hizo esperar y Suhei Yoshida dijo que, uhm... Bueno... ya le gustaría a él, ya, eso de que Playstation 4 fuera retrocompatible, pero que la cosa estaba difícil, aunque lo intentarán y eso pero... ya veremos. Lo que traducido del japonés empresarial al castellano de a pie significa 'pues va a ser que no'.
Especialmente cuando la tan laureada retrocompatibilidad de Xbox One con Xbox 360 incluye esa diminuta cláusula condicional del 'depende de las editoras' o, lo que es lo mismo, que no corresponde a Microsoft decidir qué juegos serán retrocompatibles y qué juegos no más allá de sus licencias, sino que depende a Ubi, EA, Square Enix etc. etc decidir si 'regalar sus juegos' a la retrocompatiblidad o continuar con ese lucrativo negocio de la remasterización al que hace poco se ha unido Prototype 2, que como comentaba ayer @Nigirid por twitter, al menos podrían haber añadido el Prototype original y hacer un collection, pero quía...
El problema es que estamos hablando de Microsoft
Y esto ya, de por sí, hace que haya que medir muy bien la información antes de darle el Ok. Porque lo siento, pero hablamos de la Microsoft de Project Milo, la Microsoft del 'compra mi Kinect que va a ser super-imprescindible para el futuro', la Microsoft de la capacidad de procesamiento de la nube, la de la exclusividad de Rise of the Tomb Raider y la de tantas y tantas bromas que uno ya no sabe dónde mirar.
Para colmo, hablamos de retrocompatibilidad. De esa retrocompatibilidad que tanto Sony como Microsoft mataron en la anterior generación -una generación que no vivía tanto de remasterizaciones como la actual- porque no salía rentable ni de lejos... ¿Y ahora debemos creer en ella? Pues yo tengo mis dudas.
Impedimentos que desaparecen
No me gusta la forma en la que se ha dado la noticia, y me da especial repelús el golpecito en el pecho que se ha dado Micro en la revista Destructoid al explicar que, si bien la retrocompatibilidad era imposible al principio dada -como se anunció en su momento- las diferencias de la arquitectura entre ambas consolas, el equipo no se rindió porque para ellos lo primero es el usuario y querían cumplir sus sueños, darles una cena caliente y arroparlos con un besito en la frente. O en sus palabras:
En aquel entonces pensamos, realmente, que era imposible, sin embargo, el equipo no renunció a querer hacerlo y son unos chicos increíblemente brillantes. Lo que pasó fue simplemente que cambiaron su enfoque en torno a ella y nunca se dieron por vencidos con el sueño de hacerlo posible para nuestros fans"
No acabo de creérmelo
En la página oficial de Xbox nos dicen que la retrocompatibilidad va a ser la leche, que estará disponible con más de 100 juegos a finales de año para quienes no estén sujetos al plan preview, que ya están disfrutándolo y prometen cientos de juegos que se irán sumando a la lista de retrocompatibles cada mes.
¿El problema?
Varios: En primer lugar,que por ningun lado de la 'noticia' en la web oficial aparece la cláusula puñetera del 'a condición de la editora'. En segundo, que no acabo de entender cómo saben ya el número de juegos si, por lo que se deriva de las palabras de Spencer todavía no han negociado una mierda con las third parties. En tercer y último lugar, la lista actual de juegos retrocompatibles.
Y es que mientras la página, fiel a esas maniobras de marketing de los 80 ya obsoletas, asegura que están trabajando primero en los juegos más queridos de los usuarios y más importantes del catálogo de Xbox 360, lo que ofrecen en realidad son indies, juegos propios de corte medio, títulos triple Z y, en medio, algo interesante como Mass Effect. Oh, sí, están Banjoo Kazooie, Mass Effect, Perfect Dark, y... uhm... ¿Viva Piñata? Poco para una lista que, de primeras, ofrece más paja que contenido.
Ojalá me equivoque
Pero leyendo a Mike Ybarra, uno de las cabecillas del proyecto, en sus declaraciones a Digital Spy, la cosa me huele mal: 'El obstáculo más grande es conseguir que las desarrolladoras y editoras lo aprueben [la retrocompatibilidad de sus juegos] Una vez consigamos la aprobación, es muy sencillo'. Es decir, que la imposible retrocompatibilidad se ha convertido, de la noche a la mañana, en algo 'pretty simple'. Para colmo de males, Micro se ha apresurado a anunciarla antes de negociar con las third parties, y esto parece asegurar tan sólo un catálogo propio e indie en el que algunas cosas como Mass Effect se colarán de rebote.
Ojalá me equivoque, que ya sé que soy un cínico de mierda. Ojalá me equivoque y pueda volver a felicitar a los usuarios de Xbox One por el apoyo que tienen de los de Redmond, pero algo me dice que todo este rollo de la retrocompatibilidad va a quedarse parado en poco tiempo. Y es que en Microsoft parecen estar olvidando una cosa, y es una cosa importante: No están regalando juegos. No están mostrando un catálogo de juegos gratuitos, ni una estantería de títulos disponibles. Lo único que hay es la posibilidad de jugar a tus juegos antiguos, a esos que guardas en la estantería, en Xbox One. En mi caso, mientras en esa lista no aparezcan Blue Dragon, Dragon's Dogma, Kingdoms of Amalur, Divinity II, Two Worlds II, Nier, The Last Remnant, Lost Odyssey o Infinity Undiscovery, la retrocompatibilidad de Xbox One me va a importar más bien poquito.
¡Nos leemos!
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