No me gusta la actualización de los Múrlocs en Hearthstone
Ojos saltones, demasiado insistente en según qué ocasiones, algo molesto, ruidoso, pero, con todo ello, adorable. Parece que esté describiendo a mi primer noviete, pero eso de “adorable” lo descartaría por completo. En realidad, estoy hablando de una criaturita que nos encontramos por el universo Warcraft y que resulta súper cuqui hasta que te ves rodeado por una tribu entera que no deja de arrojarte lanzas primitivas con olor a pescado. Sí, hablo de los múrlocs.
Estos anfibios humanoides habitan en costas, algunos lagos y en los ríos. Aunque muchos los encontramos una monería – dentro de su fealdad – y bastante graciosos, pueden ser muy peligrosos si vienen en grupo. Creedme, que he muerto – y no pocas veces – en manos de estos bichejos. Lo peor es cuando, en World of Warcraft, tienes que ir a resucitar y resulta que te están esperando para volver a darte otra paliza.
Sin embargo, no voy a hablar del papel de los múrlocs en el MMORPG de Blizzard, sino en su juego de cartas. Y es que con la última actualización de Hearthstone el mazo de los múrlocs ha cambiado demasiado. Y a peor, para mayor preocupación.
El mazo múrloc ha sido siempre una apuesta segura… o eso es lo que hemos pensado. Sí, es destructivo y odioso para el enemigo, pero ha tenido sus desventajas y debilidades. Ésa es la gracia del juego: Hay cartas muy poderosas que pueden acabar convertidas en ovejas. Vamos, que al final, nada es invencible.
La principal debilidad del mazo de los múrlocs es que los efectos positivos influían, también, en los múrlocs enemigos. Así, cuantos más múrlocs, tanto en un lado como en el otro, mejor para todos. Y peor para el que no tuviera demasiados anfibios en su equipo. De esta forma, si uno de estos bichejos otorgaba +1 a los de su especie, lo hacía, por igual, para todos los presentes.
Ahora, en cambio, Blizzard ha decidido aguarnos la fiesta de una forma que sólo beneficia a los más malvados del reino. Los efectos ya no beneficiarán a los múrlocs enemigos, centrándose únicamente en el grupo aliado y eliminando una debilidad indispensable. Con esto sólo conseguimos fortalecer el mazo en cuestión, dejándole menos posibilidades al rival.
¿Lo adivináis? No, no me gusta este cambio. Lo más divertido de un mazo de múrlocs era poder fastidiarnos a nosotros mismos – evidentemente, no queriendo – haciéndole un favor a los múrlocs del enemigo. O beneficiarnos del número de esbirros anfibios del otro. Sea como fuere, Blizzard ha eliminado algunas vías que darían la vuelta a la partida, por muy insignificante que pueda parecer la modificación.
La “cosa” cambia, sí. Como digo, resta debilidades a este mazo, y va más allá. La compañía supone que esto no afecta en demasía, por lo que estas cartas en nuestro poder no podrán cambiarse por polvo arcano. Cosa que me cabrea más todavía. Vaaale, estoy exagerando porque, no, no devolvería ninguna de las cartas afectadas por la actualización. No obstante, sí me parece un cambio notable que hará que este mazo – sobre todo de mano del Paladín – aparezca más a menudo.
A partir de ahora, esto va a estar más aburrido, las cosas como son. Nuestro querido Oráculo Malaescama ahora sólo dará +1 a los nuestros. El Vidente Luz Fría otorgará +2 de salud sólo a los de su equipo. El Clamamareas obtendrá +1 punto de ataque cada vez que nosotros invoquemos a otro múrloc. Y el Líder de Guerra sólo otorgará +2/+1 a... ¿lo adivináis? Exacto, a nuestros múrlocs. ¿De verdad soy a la única a la que esto no le suena bien?
<< Anterior Siguiente >>