Need for Speed es exactamente lo que esperábamos

Tenía muchísimas ganas de poder disfrutar del nuevo Need for Speed, sobre todo después de haber podido probarlo un poquitín en la Gamescom y de haber podido jugar con la última beta cerrada. Sí que es cierto que ésta última me dejó algunas dudas, y os lo dejé saber por aquí, pero después de haber pasado muchas horas más junto al juego creo que tampoco sería justo exigirle demasiado -o al menos en ese terreno- ya que el título quiere proporcionar al jugador otro tipo de experiencia mucho más sencilla. 

En su momento os dije que tenía muchas dudas de que no se implementara bien la historia en las carreras que disputábamos y que echaba de menos más carreras con una narrativa marcada que hiciera avanzar la historia. Hay carreras de ese estilo, aunque pocas, pero tampoco es que le hagan excesiva falta a Need for Speed. Este juego es un auténtico homenaje a aquellos jugadores que echaban de menos que la franquicia volviera a la senda que marcaron los dos primeros Underground, con una mayor importancia en el tuning y en la cultura que rodea a las carreras callejeras. 

Y lo hace tan bien que no hubiese costado lo más mínimo haber titulado a este juego Need for Speed Underground 3. 

El problema es que se parece tanto a Underground 2 que deja en evidencia sus problemas, ya que estamos en pleno 2015. También os lo contaba dentro de esas dudas una vez que pude probar la beta: no me parecía que Need for Speed aportara algo que no se hubiese visto ya en estos juegos que pudimos disfrutar hace dos generaciones. Y es totalmente cierto, ya que salvo por los gráficos totalmente espectaculares y las mayores opciones de personalización, el juego funciona exactamente igual que un título de hace muchos años. Hay problemas en la inteligencia artificial, la dificultad no se adapta a nuestro vehículo o a nuestra manera de jugar, las persecuciones policiales son un auténtico desastre... pero ahí estoy yo, perdonándoselo porque es exactamente lo que quería. Yo esperaba poder disfrutar de ese Underground 3 que tanto esperé durante años mientras la saga tomaba otro rumbo muy diferente. Y Ghost Games me lo ha proporcionado en pleno 2015. 

Soy mucho más extenso en el análisis que podéis consultar ya mismo en Mundogamers, pero creo que si vosotros, al igual que yo, esperábais un Need for Speed que volviese a tomar ese rumbo que tanto nos gustó a muchos con los dos primeros Underground, vais a disfrutar como auténticos enanos de lo que propone este título. Claro que no es el mejor juego de conducción de la historia, ni tampoco del año, y probablemente tampoco sea el mejor título de la franquicia. Pero es exactamente lo que muchos esperábamos de él.