Mi experiencia con Quantum Break en Steam

Desde hace unos días tenemos disponible la versión de Quantum Break en Steam, que tantos jugadores han estado esperando durante estos últimos meses. Las razones para soportar esta demora son obvias: la exclusividad del título en Xbox One y los problemas de optimización de Windows 10. ¿Cómo ha sido mi experiencia con el título en la plataforma de juegos de Valve? Afortunadamente, bastante positiva.

Solo he encontrado un problema puntual de bugs visuales al principio de la aventura, que os muestro en la imagen de abajo. Afortunadamente, un simple reinicio hasta el último punto de control fue suficiente para solucionar el problema. Todo lo demás han sido pequeños bajones de frame rate, sobre todo al cambiar de zona o al entrar en nuevas localizaciones (lo normal cuando el juego hace ese esfuerzo de más por cargar las nuevas zonas), pero he disfrutado de unos 60 FPS casi constantes con configuración en Ultra, luciendo muy bien. Solo tuve la oportunidad de probar la versión de Quantum Break en Xbox One durante una hora hace unos meses, pero diría que si tenéis un buen PC todo se va a mostrar algo superior que en consola.

Mi mayor problema con Quantum Break no ha sido en términos técnicos, que me han dejado bastante satisfecho, sino con la propia obra en sí. Tengo que dar bastantes más vueltas a ciertos asuntos y me gustaría pediros permiso para amueblar mis ideas antes de adentrarme en ciertos temas concretos de los que me gustaría escribir, así que probablemente lo haré en los próximos días. Sí os puedo contar que la sensación general no es excesivamente positiva, a pesar de que quería que me gustara y la predisposición era de todo menos negativa. 

Remedy tiene personalidad y en todas sus obras lo demuestra, incluso en Quantum Break. El problema con esta obra es que ninguno de sus elementos parece encajar bien con todos los demás. El conflicto principal es tan sencillo que no encuentro ningún motivo a que se proporcione tanta información reiterativa de tan diversas formas, además de un desarrollo de la historia algo confuso, junto a un planteamiento y construcción de personajes discutible. Lo mismo ocurre con las situaciones jugables planteadas: todos los tiroteos y secuencias de acción están metidas con calzador. Y no me gustan esos títulos que incluyen elementos a la fuerza, que además no destacan por su calidad. 

Mención aparte tiene la serie que acompaña a la obra, con actores reales, totalmente insulsa, mal dirigida, escrita y actuada. Se notan las ganas por hacerlo bien y por eso me duele reconocerlo, pero no hay por dónde pillarla. Además, es absolutamente prescindible para entender la historia principal, con personajes y situaciones intrascendentes. Quantum Break me parece un quiero y no puedo. Una gran producción que se ahoga en su propia ambición, de querer incluir elementos narrativos que no funcionan, como esta serie o los objetos que encontramos por los escenarios y que no paran de ofrecer datos que ya tenemos o que se nos proporcionan de forma directa poco tiempo después.

Es un juego sin una meta. Alan Wake también tenía muchos problemas y estaba lejos de ser una obra perfecta, pero al menos tenía una historia original, misteriosa, con elementos de interacción que aportaban algo y que encajaban con la atmósfera general que se planteaba. Quantum Break tiene mejores tiroteos, pero ya está. Todo lo demás lo hemos visto en infinidad de ocasiones y mejor planteado en términos del lenguaje propio del videojuego. Me cuesta admitirlo, pero salvo los toques personales del estudio que se dejan notar de vez en cuando, me parece una obra mediocre.