Los mejores gráficos y el fin de las generaciones
Con vuestro permiso, sigo hablando de las próximas consolas por cuarto día consecutivo. Ayer, mientras pensaba en la ruptura que supone cada salto generacional, se me ocurrió que quizás es el software lo que realmente importa. Como el tema ya era suficientemente largo, decidí esperarme a hoy para tratar este tema. En resumen, creo que por mucho que queramos, los juegos no van a ir a más gráficamente y que por eso la idea de generación también se está quedando algo anticuada.
Bueno, miento: los juegos sí van a ir a más gráficamente. Donde ahora usamos trucos y otras técnicas de programación para cargar texturas y los escenarios a medida que avanzamos por el juego, refinaremos esas cuestiones de programación y haremos que los gráficos sean mejores y los juegos sean menos compartimentales en muchos puntos. En otras palabras, recordad las escaleras rotas, las puertas que se abren con ayuda de Sam y demás truquitos para ocultar una carga de escenarios de Uncharted 4. Pues esas cosas, las eliminaremos.
Los gráficos de un juego son mucho más que la resolución de las texturas y demás: la distancia de dibujado, los efectos de post-procesado, el emborronado por movimiento y un largo etcétera de cuestiones que no sabría describir están detrás de lo bien que se ve Drake. Pero no sé hasta qué punto todo eso puede mejorar mucho más dado lo bien que se ven ya los juegos. Podemos refinarlo, sí, y podemos saltar de resolución, lo que exige mucha más potencia, pero ya no experimentaremos un gran salto gráfico jamás.
Pensad en el salto de la anterior generación. Pasar de PS3 a PS4, de Xbox 360 a Xbox One, no ha sido para tanto. Los juegos es ven mejor, tienen mejores efectos y ahora podemos abusar de los mundos abiertos con mayor facilidad, pero no es algo comparable a lo que vimos con el salto de PSX a PS2, o incluso de PS2 a PS3. Pese a que la tecnología avanza y es miniaturiza más y se hace más asequible, las nuevas consolas ya no nos dejan con la boca abierta cuando miramos a su inmediata antecesora.
Por eso supongo que Sony ha dicho que PS4 Neo está bien y que los saltos generacionales van a ser cosa del pasado, si es que al final dicen eso, claro. Incluso si no existiera esta consola y en 2018 hubiera llegado una PS5 con una nueva generación en el sentido tradicional, ¿acaso veríamos algo que no estuviéramos viendo ya en un PC? Como pongo en la imagen de apertura, Crysis es un juego de 2007 – que casi nadie podía jugar al máximo, de acuerdo –, así que tampoco es como si la siguiente consola fuera a tener unos gráficos sorprendentes porque, a la fuerza, su resolución, sus textura y tal ya las habríamos visto en PC.
Caray, incluso si el PC es una plataforma secundaria para los creadores, porque nunca sacan todo el partido que podrían sacarle, las cosas que vemos en él son un anticipo de la siguiente generación de consolas a nivel visual, que no a nivel de calidad y tal. No quiero que esto sea un argumento de PC Master Race, es solo un hecho demostrado. Y lo dicho, ¿nos sorprende tanto el PC? Salvo Star Citizen, nada lo hace. Y de ahí que los gráficos de la siguiente 'generación' tampoco serían tan importantes.
Que intenten vendernos consolas nuevas cada dos años es una estafa y una forma de rentabilizar un grupo de consumidores tremendamente fiel (nosotros), pero eso no significa que, si lo intentamos examinar con la cabeza fría, haya cierta lógica tras el asunto. Otra cosa es que Sony y Microsoft y Nintendo – que a saber qué hacen esta vez – vayan a aplicar una lógica tecnológica y no una empresarial, intentando fragmentar las generaciones cada pocos años en lugar de crear un proceso de actualizaciones al estilo de los smartphones.
Si hacen lo primero, seguro que más de uno les pega una patada en el culo. Si hacen lo segundo, lo mismo todos salimos beneficiados, incluso si ahora mismo nos cuesta pensar en no tener generaciones cerradas de consolas y nos duele que nuestro cacharro comprado hace uno o dos años se quede 'un poquito antiguo' en tan 'poco' tiempo. Vamos a necesitar cambiar de mentalidad, pase lo que pase.
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