Los juegos de sobremesa os sientan tan bien...

Las portátiles, aunque exista la preconcepción de que lo que mejor les va son los juegos para pasar un rato o de partidas cortas, no es así. Queremos títulos complejos tanto para 3DS como para PSVita. Las consolas portátiles tienen una maravillosa virtud: poder ponerse en suspensión, algo que permite jugar y parar de hacerlo cuando a uno le venga en gana. No hace falta planear partidas cortas, solo disponer de abundantes puntos de guardado para que la falta de batería no nos juegue una mala pasada.

 

Pero está claro que apostar por realizar complejos JRPG para ellas no le sale a todos a cuenta; aún así, hemos tenido grandes ejemplos de ello con una Level-5 que apuesta por llevar grandes y cuidadas producciones a la portátil y una Square-Enix que inició en 3DS su reconstrucción con Bravely Default; aunque a la pobre PSVita se la quiere tan poco que incluso los videojuegos chulos y trabajados que salieron para ella, como Gravity Rush, parecen condenados a dar el paso a PS4 y abandonarla.

 

 

En esta tesitura, y volviendo a Square-Enix, hay un concepto que le sienta muy bien a la consola portátil: el remake de títulos de sobremesa de pasada generación a portáil. Supimos que Dragon Quest VIII llegará por fin a occidente cabalgando una 3DS. Esto nos ofrecerá un juego largo, profundo y rico para ser disfrutado en una consola portátil, donde queramos. Por tener el cerebo formateado y preparado para recibir experiencias reducidas es por lo que destacan tanto estos videojuego cuando los recuperamos en una 3DS o PSVita; es como si no nos creyéramos que un título tan grande se puede jugar ahí.

 

 

Ese factor de novedad le quita ese toque peyorativo de ser un remake. En Playstation 2 tanto Level-5, Square Enix y muchos otros construyeron grandes videojuegos de rol. Estos, a no ser que tengas una PS2 en casa no se pueden disfrutar con excesiva facilidad; y la store de Sony, terriblemente incompleta, carece de Rogue Galaxy, los Dark Cloud o Final Fantasy XII. Además, traerlo ahora a una portátil devuelve ese juego abandonado a la actualidad y le suele aportar alguna que otra novedad. Con una PSVita que ya está más muerta que viva, ojalá prepararan una remesa de estos ports para ella, para poder volver a ver y jugar estos titulazos en alta definición. Ya que parece muy difícil hacer IP nuevas, bien valen las glorias de PS2.

 

Y es que estos ports nos suelen dejar contentos a todos. No requieren el titánico trabajo similar al que parece que pedirá el salto de Final Fantasy VII a PS4, a nosotros nos permiten recuperar el título y le dan aire a un catálogo que necesita oxígeno, hablando en este caso de PSVita. Volviendo ahora a 3DS, me alegro mucho de poder volver a jugar a Dragon Quest VIII hoy, y también el VII, anunciado para nuestras tierras junto con él en un descuido de Yuji Horii en la Japan Expo de París. Benditos descuidos.

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