Los diálogos de Uncharted 4 saben aprovechar la marcha de Amy Hennig

No me gusta Amy Hennig... O mejor dicho,no me gustó cuando trabajaba en Uncharted -y en Jak and Daxter- supervisando y escribiendo los guiones de unos diálogos que, cuando tocaban aunque fuera de lejos un momento en el que estuvieran envueltas dos personas de sexo opuesto se volvían machacones, antiguos y previsibles. Y no voy a decir que no me guste ahora que trabaja en el nuevo juego de Star Wars de Visceral Games porque no he tenido contacto aún con su trabajo, pero espero, de verdad que espero, que no vuelva a usar las 'fórmulas mágicas' de las que hizo gala en los Uncharted de los que se responsabilizó. 

 

Entre nosotros, así, ahora que nadie nos oye, estoy casi convencido de que la srta. Hennig sabrá deshacerse de todo el rollo de estas interacciones marcadas por el calentón del momento y recuperar su buen hacer en otros videojuegos como los espectaculares Legacy of Kain Blood Omen, en el que trabajó como asistente, y Soul Reaver, que produjo y dirigió siendo la principal responsable de uno de los mejores juegos de su época.  

 

 

Me aburre la tensión sexual

Protesto mucho de los personajes femeninos de Uncharted, de los tres primeros, quiero decir, y lo hago porque realmente me siento insultado cuando la interacción entre Nathan y Elena Fisher o Nathan y Chloe Frazer se reduce a un diálogo en el que los dobles sentidos, los 'no me mires el culo', las insinuaciones a medias y los calentones de quinceañero parecen ser toda la miga del asunto.

 

Entiendo que desde el principio la saga pretendía imitar un estilo de ocio muy marcado por Indiana Jones en el que el protagonista estaba caracterizado por un fuerte machismo para el que la mujer sólo tenía papel como objeto follable, compañera follable, decorado de fondo o madre. Eso no quita para que el tiempo haya avanzado y que no todos nos sintiéramos tan cómodos con un Nathan que, en pleno tiroteo, se ve en la obligación de hacer un comentario ingenioso sobre la forma que tiene la ropa de pegarse a las piernas de su compañera por culpa de la humedad del ambiente. 

 

 

Uncharted 4 llega al siglo XXI

Amy Hennig ya no está presente, y en Uncharted 4 los diálogos están en la línea de los estupendos diálogos que pudimos disfrutar en The Last of Us, sólo que ahora hay más, son más divertidos y tienen por protagonistas a genios de la talla de los hermanos Drake, Victor Sullivan y Elena Fisher, con atención a Rafe Adler y Nadine Ross, quién ha copiado el peinado de los tiempos de su hermana Diana como pantera negra y dan el perfecto contrapunto a las conversaciones 'de los buenos'. 

 

Los diálogos de Uncharted 4 son estupendos y hacen que pensemos que estamos yendo de fiesta, o mejor dicho, de exploración, con un grupo de amigos. No faltan los chistes malos de los que hacía gala Ellie en Left Behind, ni tampoco las puyas, las contrapuyas, las bromas, las conversaciones serias y ese maravillarse por el entorno al que se le unen diálogos que nos sirven como pistas para encontrar nuestro camino. 

 

Pero no os equivoquéis, Nathan sigue siendo el mismo pícaro descarado de siempre, salvo que ahora ya no parece estar obsesionado con las tetas. Sus diálogos con los enemigos, especialmente en los combates con jefes finales siguen teniendo ese tono que recuerda a nuestro amigo y vecino el lanzarredes, sus momentos con Elena son, sencillamente, geniales: unas conversaciones en las que se nota el amor que se tienen el uno al otro, el respeto y la confianza mientras cenan juntos, se besan o echan una partida a Crash Bandicoot con uno de los mejores diálogos de fondo de toda la historia del videojuego. 

 

 

Un gran videojuego

La sensación final que te deja el juego es de diez estrellas. Nunca estás sólo, siempre acompañado por los comentarios y conversaciones de los personajes en algo que se siente como una gran película pero se disfruta como un gran videojuego, y mientras avanzamos en la historia no dejamos de empatizar con los protagonistas gracias a su verborrea, conociéndolos mejor y logrando sentirlos como esos buenos amigos de los que os hablaba anteriormente. 

 

Por otro lado, Nadine, Rafe, Héctor Alcázar e incluso Vargas logran romper las barreras del malo maloso y presentarse ante nosotros como los seres humanos que son, crueles y despiadados pero humanos al fin y al cabo con una forma de ser con la que es difícil no conectar a pesar de todo lo que la historia arrastra detrás. 

 

Resumiendo, Uncharted 4 es la joya de la corona de la saga, y junto a todos sus aciertos está esa nueva forma de hablar, de presentar a los personajes y de narrar sus vidas, a veces en su propia boca, que huye de los topicazos y que nos presenta a unos protagonistas y unos antagonistas más humanos y cercanos que nunca. 

 

¡Nos leemos!

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