Los anarquistas y tramposos de The Division
Se suele utilizar la palabra anarquista para denominar a aquel jugador que dentro de una determinada obra decide obviar las reglas establecidas por el estudio de desarrollo, intentando aprovechar más allá de eso las herramientas que le proporciona el propio videojuego. Sí, quizás es una ornamentación innecesaria para definir a aquel jugador que hace trampas sin más, pero en realidad es una distinción adecuada en las ocasiones en que no se realiza nada realmente ilegal.
The Division, la última gran obra de Ubisoft Massive, está llena de anarquistas. Desde las primeras semanas de juego yo mismo tuve que lidiar con varios de estos jugadores en las misiones que jugaba en grupo, ya que muchos de ellos se quedaban al principio de los niveles o de las distintas zonas de la fase sin hacer nada mientras los otros tres compañeros se encargaban de acabar con los enemigos y, en definitiva, cumplir con los objetivos. Ese usuario, sin ningún esfuerzo, también obtenía las recompensas correspondientes a ese nivel. ¿Hace trampas? No en un sentido estricto, aunque evidentemente se puede reprochar su actitud poco ética.
El problema es que esos anarquistas, que simplemente se aprovechaban de este tipo de circunstancias puntuales, han encontrado en uno de los nuevos añadidos de The Division su patio de recreo particular durante estas últimas semanas. La Incursión Halcón Caído, una de las novedades más notorias del juego de Ubisoft, se ha convertido en un nido común de estos jugadores. Al principio, estos usuarios consiguieron encontrar un pequeño error del juego que aprovechaban en su beneficio para poder completar esta difícil misión prácticamente sin esfuerzo. Después de que el estudio solucionara el problema con una actualización, de nada ha servido cuando se acaba de descubrir un nuevo exploit que permite superar la última parte de la fase también sin apenas dificultad.
Realmente, estos jugadores hacen un flaco favor a The Division, ya que rompen totalmente las reglas establecidas para todos los usuarios y consiguen ciertas ventajas gracias a la utilización de tácticas y herramientas que no deberían estar presentes. Pero, ¿es culpa de ellos totalmente? ¿No es también un ejercicio de esfuerzo conseguir encontrar estos problemas técnicos para conseguir obtener estas ventajas fuera de las normas establecidas? Por eso, en este caso, también los entiendo como los anarquistas que conviven con el resto de jugadores en esta ciudad ficticia de Nueva York, convirtiéndose en una parte más de la experiencia, aunque no estuviese prevista desde un inicio.
Más allá de eso, que existan o no este tipo de usuarios también es culpa, en parte, del estudio de desarrollo, que tendría que tener en cuenta que siempre se va a intentar encontrar algo de lo que aprovecharse y que beneficie a los jugadores aunque no forme parte de sus reglas. Pruebas más exhaustivas con los nuevos contenidos, un trabajo más concienzudo por parte de los testers... porque al final siempre encontramos una víctima común: aquellos jugadores que sí que cumplen las reglas establecidas en los videojuegos... como en la vida misma.
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