Las Guerras Fanboy. Dejemos de hacerle el juego al mercado

Guerra. La Guerra nunca cambia. Desde los albores del entretenimiento electrónico, cuando Barnet, Russell y Baer descubrieron el poder destructor del mando y la tele, los jugadores se han enfrentado en nombre de todo, desde Sega a Supernintendo, Playstation, Xbox o el ordenador personal.

 

En el año 2014, después de décadas de conflictos entre plataformas, la naturaleza follonera del videojugador no podía sostenerse por más tiempo. El mundo se sumió en un abismo de redes sociales y conflictos internautas. Pero no fue, como algunos habían pronosticado, el fin del mundo. El cambio, la next-gen, fue simplemente el prólogo de otro capítulo sangriento de los enfrentamientos entre videojugadores humanos. Porque el hombre había logrado transformar el entretenimiento electrónico, pero la guerra... la guerra nunca cambia.

 

 

Y ya va siendo hora de acabar con esto.

El otro día, cuando intentaba explicar todo lo que huele mal en el supuesto acuerdo de exclusividad eterna que el propio Phil Spencer ha tachado de temporal respecto a Rise of the Tomb Raider, algunos me saltasteis al cuello diciendo que el texto parecía una pataleta sonyer, otros me acusasteis de ser un pésimo periodista -ni bueno ni malo, en realidad: soy redactor, no periodista- y otros se sulfuraron porque, por lo visto, parecían pensar que para algo bueno que tiene Xbox One, el cabrón del calvo que suscribe estaba intentando robárselo. Y francamente, no creo que sea así para nada. 

 

Perdí un poco las formas, aunque muy poco para los que me conozcáis de anteriores capítulos, y aunque parezca que no, estuve dándole vueltas a todo este rebote y pataleta, a toda esta movida en la que las palabras 'sonyer', 'xboxer', 'Nintendero' y 'master race' suenan peor que un insulto marinero tras varias botellas de ron. Así que me puse a investigar.

 

Vivo en una puñetera reserva

Y ná, no lo digo de coña. Vivo en una reserva llamada Mundogamers en la que los redactores podemos escribir lo que pensamos y los lectores, por mucho que haya dicho en el párrafo anterior, tienden a contestar con bastante respeto aunque no estén de acuerdo. Vivo en una reserva en la que le puedes cascar un 5 al título de moda sin que el jefe te despida por haber fastidiado el contrato del banner de portada. A veces pienso, iluso de mí, que esta reserva es el mundo que me rodea y que la relidad es tal cual la vivo día a día al entrar en el gestor de contenidos de la webs, leer los comentarios y buscar material con la que elaborar mis artículos, generalmente, con una fuerte carga de opinión.

 

Sin embargo, como os decía, éste fin de semana he investigado, me he movido por varios foros de páginas amigas, he visto el comportamiento del videojugador en las redes sociales... y la verdad, da bastante asquito. Es impresionante la carga de odio del usuario medio en otros portales webs y blogs. Increíble como no dudan en arremeter contra alguien que utilice un equipo distinto por la sinrazón del logo de su plataforma de juegos. Si tu logo es una PS y yo tengo una X, te llamaré gilipollas digas lo que digas, si tu logo es una N y yo tengo una manzanita mordida, te odiaré a muerte, si tu logo es...

 

Es...

 

¿Es...tamos gilipollas?

Voy a intentar explicaros una cosa, una cosa que espero que entendáis de una vez aquellos a los que os cuesta descolgaros de esta batalla sin sentido en la que la compañía nos cobra 300, 500 o mil pavos, nos coloca un pad o un ratón en las manos y nos manda a matar al enemigo sin más razón que el 'porque tu plataforma es la mejor': Me la pelan lo sistemas informáticos. Me la pelan las plataformas de ocio, los Phil Spencers, Scott Rhodes, Reggies y Newells que están ahí sólo para alimentarse de dietas que deberían ser invertidas en desarrollo y chupar de un bote que justifica el traje de chaqueta que llevan -algunos- al salir en pantalla.

 

 

Soy duro, despiadado y brutal en mis formas al hablar de ciertas noticias, lo reconozco, pero es que no soporto que nos llamen imbéciles cada vez que hacen una promoción o cada vez que nos presentan un producto. Reconozco que cargo más las tintas contra Microsoft que contra Sony, pero no es porque yo sea 'Sonyer' ni tenga una Playstation 4. No. Es más bien al revés: Tengo una Playstation 4 porque Xbox One ha sido una cadena de mentiras desde que Mattrick empezó a hablar de conectividad, de licencias, de acabar con los préstamos y ponerle la zancadilla a los alquileres.   

 

Desde entonces, las infomaciones de Microsoft han tenido siempre un algo de estafa detrás que hace que no pueda evitar el intentar advertiros -haciéndome el gracioso y metiendo caña, no lo niego- de que lo que se oculta detrás de esas palabras y esa información es humo: La nube, la imposibilidad de jugar a ciertos juegos cuando el Live está caido, la increible potencia gráfica muy superior a la competencia que sigue sin rozarla siquiera aunque en las conferencias se den golpecitos en el pecho y palmaditas en el hombro... El otro día alguien comentó que lo mejor que hay gráficamente en el mercado es Ryse... ¡¡Ryse!! es para hacérselo mirar.

 

Pero ojo, que Microsoft no es la única culpable de mentir como bellacos o meter la pata hasta el fondo: Ahí tenemos a Ubisoft y sus informaciones altamente cachondeables que parecen más el discurso de un político de medio pelo estadounidense que una nota de prensa de una compañía que hace videojuegos. Ahí tenéis a Fils-Aime, al colega Reggie, que como es simpaticote las suelta sin pensarlas siquiera, y ahí tenéis a Sony, que sigue sin devolver el dinero de los que se hicieron el Plus para descargarse Driveclub, o a Newell, jefazo de Valve y amigo de los videojugadores, que se divierte siendo el gorderas simpaticote pero luego es un mafioso de cuidado que no protege como debiera los títulos que distribuye. 

 

 

Esta guerra tiene que acabar

Porque nos estamos comportando como idiotas o, peor aún, como peones en un tablero de ajedrez del que no conocemos las reglas ni sabemos que se trata de un simple juego. Hace unos años leí que los videojuegos eran mejores que el deporte porque en esta industria nadie le rompe la cabeza a nadie por ser del equipo contrario. Ahora, visto lo visto, habría que mirar esa frase con lupa. Así que, por favor, dejemos de hacerle el juego a las compañías. Dejemos de enfocar nuestro odio hacia Sony por tener Uncharted 4, hacia Xbox por tener Halo o Gears of War, hacia Nintendo por tener Zelda o hacia PC y compatibles por tener mayor capacidad gráfica. Dejemos de enfocar el odio hacia lo que no tenemos y enfoquémoslo hacia lo que sí tenemos pero debería ser mejor. 

 

No protestemos porque juanito34 dice que esta semana de Live, Steam, eShop o Playstation Network es la mejor de la historia -o una auténtica mierda- y protestemos al contrario porque se nos haya prometido un juego que no está en el catálogo, se nos haya prometido una nube que sigue sin salir de unos baremos de risa o porque se nos ha capado nuestro juego para que la competencia pueda firmar acuerdos productivos en el futuro. 

 

Dejemos de pelearnos entre nosotros y miremos a una criatura superior que tiene mucho que enseñarnos: El ama de casa. Una figura tradicional de nuestra cultura que no se enfrenta a otras amas de casa porque ellas compren en Ahorramás y la vecina en Carrefour. Una criatura mitológica que guarda su fuerza no para gastarla con quien compra pescadilla en vez de merluza, sino para defender su puesto estratégico en la cola de charcutería y ponerle las pilas al charcutero cuando le cuela mortadela a precio de jamón o le pone el culillo de los fiambres. Una persona que lucha, no contra los interesases de los demás, sino en defensa de los suyos propios. Si todos hicieramos eso, otro gallo nos cantaría en el terreno de los downgrades, las kinects obligatorias, los driveclubes y los juegos que pierdes al cambiar de consola.

 

Soñemos con la utopía

Y la utopía tiene muchas formas. Dryanndemix hablaba el otro día de una única plataforma de varios modelos y precios capaz de reproducir todos los juegos del mercado, yo prefiero pensar en la misma pluralidad de ahora pero con un género multiplataformas mucho más abierto. Me encantaría poder jugar Halo, Zelda o Gears of War en mi Playstation 4, y ojalá los usuarios de PC, Nintendo y One pudieran jugar Bloodborne o Uncharted 4 en sus plataformas. Tenemos que dejar de vanagloriarnos de lo que tenemos y los otros no, y pensar que, a fin de cuentas, esto va de jugar y disfrutar con los juegos, no de tener más que el otro y haber vencido en nuestra compra. 

 

¡Nos leemos! 

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