Las dudas que deja Nintendo Switch
No voy a negar que la presentación de Nintendo Switch (anteriormente conocida como NX) me ha hecho ilusión a pesar de ser lo que todos nos veníamos esperando desde hace una buena temporada. Se puede hablar de todo lo que han mostrado, lo que se va diciendo poco a poco tras el anuncio y los motivos de por qué algo así ilusiona y lo que representa para la industria del videojuego, pero antes de ponerme a lanzar billetes a la pantalla, 'shut up and take my rupees' y todo eso, cabe pensar que hay cosas muy importantes que aún no sabemos de Switch y que pueden hacer que lo que parece una buena idea no lo sea tanto, o lo sea aún más.
El precio, por supuesto.
A cinco meses del lanzamiento de una consola estaría bien tener más detalles, pero hablamos de que no habrá nueva información de Nintendo Switch hasta el año 2017, y si se cumple su lanzamiento en marzo de 2017, quiere decir que tendremos, como mucho, tres meses para hacer cuentas a partir de la cifra que nos cuenten, y esa cifra puede llegar a ser considerada más o menos apropiada dependiendo de otros tantos factores que van más allá del simple hecho de que sea una consola que permita experienicas de juego doméstico y portátil.
El almacenamiento, y no tanto por el 'cuánto' sino por el 'dónde'.
La idea de volver al cartucho no sólo es atractiva desde el punto de vista de lo práctico, sino también de lo romántico, pero no hay que olvidarse de que hoy en día una parte muy importante de los videojuegos no se distribuyen en formato físico, que muchos juegos 'de cabecera' mola más tenerlos en formato digital porque así no hay que molestarse ni en cambiar de disco, y, por supuesto, que la inmensa mayoría ahora requieren almacenamiento extra para parches, contenidos adicionales y demás. ¿Dónde irá todo eso, en el dock o bajo la pantalla?
Porque aunque parezca que Wii U no se pueda tomar como ejemplo, cabe recordar que no incluyeron un disco duro mayor de 32 GB por no encarecer el precio de la consola, y en el caso de que el almacenamiento en Switch vaya en la propia pantalla, no creo que vaya a ser barato meter un buen disco duro en un espacio tan pequeño. Otras opciones pasarían por tarjetas SD o varios tamaños de memoria interna, muy 'a lo Apple', o en caso de que el dock tenga alguna función más que conectarse a una tele por HDMI, si el almacenamiento también está ahí, habrá que explicar cómo nos llevamos el contenido descargado al formato portátil. Más dudas sin responder, y dudas importantes, viendo que 500 GB en la nueva generación se quedan cortos tan rápido, aunque Nintendo sea capaz de hacer maravillas en 3 GB.
La retrocompatibilidad.
Quizá sea uno de los puntos menos importantes de los que aquí comento, pero es importante teniendo en cuenta la cantidad de jugadores que no se compraron una Wii U esperando poder 'jugar a Bayonetta 2 en NX'. Ya se ha confirmado que no habrá compatibilidad física con ninguna otra consola de Nintendo, que no hay lector de discos para poder leer los de Wii/Wii U, y las tarjetas de DS/3DS no entran en el espacio de los nuevos 'cartuchos' de Switch. Pero, ¿y la retrocompatibilidad del contenido descargable?
Esto también tendría que ver con el punto anterior del almacenamiento, siempre que la respuesta a la ausencia de retrocompatibilidad no sea sacar versiones remasterizadas y/o ampliadas de todo el catálogo de Wii U. Y en cualquier caso, más que duda estaría la eterna petición, la consola virtual cross-buy y el deseo de que sepan aprovechar todo el legado de Nintendo sin necesidad de hacerme pagar por novena vez por Super Mario Bros. 3.
Gimmicks y controles táctiles.
En el tráiler de anuncio hemos podido ver numerosas veces el atractivo principal de Switch, las diferentes formas de montar y desmontar mandos para tener uno o dos controles, juntos o separados, lo que da sentido al logo con el chasquido. ¿Pero qué hay de la pantalla? En ningún momento del vídeo se ha visto a nadie tocando la pantalla o haciendo gestos de controles giroscópicos, y es raro. Se habla de que será una pantalla multitáctil, que no será una 'chapuza' como la del Wii U GamePad en el que no se podía ni pellizcar para ampliar un mapa, pero, una vez más, una buena pantalla multitáctil en alta definición encarecería mucho el dispositivo.
Pero por otro lado, tener una pantalla que no sea táctil en un momento en el que hasta cámaras de fotos, neveras y lavadoras tienen pantallas táctiles y permiten controles intuitivos con gestos a los que ya estamos más que acostumbrados, sería un problema. Además, la pantalla táctil podría, de alguna forma, favorecer la retrocompatibilidad con muchos títulos en el 'formato doméstico'.
La parte 'para llevar', batería y online.
Y evidentemente, no puede salir un dispositivo portátil, barato, con una buena pantalla, capaz de correr con juegos actuales y con autonomía suficiente como para aguantar un buen viaje sin enchufes alrededor. Por ahora se habla de una batería de unas tres horas de duración (la batería de la consola-pantalla, no las de los Joy-Con que llevarían sus propias baterías), y tres horas es más o menos lo que dura la batería del Wii U GamePad cuando se decía que duraría 5-6. Haciendo las cuentas, da una duración de menos de dos horas, lo cuál es demasiado poco para un formato portátil, y menos aún para juegos como Zelda: Breath of the Wild, donde 2-3 horas no dan para mucho.
Otro punto importante al respecto es que Nintendo no es muy amiga de los conectores universales, y los problemas de batería, como los de un smartphone, se podrían solucionar a golpe de Power-Bank conectado por USB. El Wii U GamePad, de nuevo como ejemplo, sólo se puede cargar enchufado directamente a la corriente.
Y con respecto a esa parte 'para llevar' también es importante ver qué pasará con la mayoría de esos juegos third party que requieren conexión online aunque sean para jugar en solitario, y el ejemplo más claro está en el mismo NBA 2K que mostraban en el tráiler, un juego que requiere estar conectado online para acceder a la gran mayoría de los modos más allá de partidos de exhibición. Evidentemente esto es un problema más de los propios juegos que de la consola, pero si uno de los mayores atractivos de jugar a títulos third party en esta plataforma y no en otra es el formato portátil, la idea de muchos no será posible o será ligeramente peor, como en el hipotético caso de un Dark Souls sin mensajes, invocaciones o invasiones o un Destiny que directamente no se podría jugar fuera de casa (que no hay precisamente Wi-Fi en todas partes, ni las conexiones públicas son el súmmum de la estabilidad.
Y por supuesto, hay muchas más dudas en el aire, dudas más típicas que no hay problema en que se vayan resolviendo con el paso del tiempo como el catálogo de lanzamiento, qué son esos nuevos Mario, Mario Kart y Splatoon que se han enseñado, el rendimiento o el aspecto de juegos que vendrán de consolas más potentes, o el sistema operativo y cómo influirá su conectividad con Wii U, 3DS, Miitomo, Miiverse y todo lo que vaya unido a la misma cuenta de My Nintendo,... Pero por ahora hay dudas más importantes que, a menos de medio año del lanzamiento de la consola, merecen respuesta tras un tráiler que sólo ha sabido plantear muy bien una idea.
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