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La cría en Pokémon Sol y Luna, más allá del competitivo

Distintas capas de metajuego para brillar
Por Adrián Suárez Mouriño

Pokémon Sol y Luna esconde un chorro de poderoso metajuego que lleva desde la segunda generación en la saga: la cría de Pokémon. Cuidarlos y hacer que se apareen de la mejor manera es la base del juego competitivo de Pokémon, y para ello hay que tener en cuenta objetos, naturaleza y herencia que llegan de los padres.

 

Para conseguir todos los objetos que necesitamos para aparearlos bien necesitaremos combatir mucho en el árbol de batalla, pudiendo comprar así los objetos recios para trasladar los IV del padre al hijo, el lazo destino y la piedra eterna, pues solo así podremos crear al tipo de Pokémon que queremos. Dominar los IV es algo fundamental, son valores ocultos que hablan del rendimiento de cada Pokémon por cada uno de sus stats, pudiendo tener hasta 31 cada uno de ellos. No podemos conocer cuántos IV tiene nuestro Pokémon a no ser que se lo preguntemos al juez de los IV, y este solo nos dará esta información una vez que hayamos conseguido eclosionar 20 huevos Pokémon.

 

 

Resulta fascinante la cantidad de variables que se han trasladado a esta cría para fingir una complejidad similar a la cría de animales en la vida real, la gracia es que no podemos barajar y dominar todas las incógnitas previas a un parto… a no ser que nos dediquemos profundamente a ello. Existen métodos en los que usando un Magikarp, un Ditto y mucha paciencia podremos adelantarnos a las todas las variaciones tras una serie de eclosiones, reseteando la consola y sustituyendo a ese Magikarp por el Pokémon adecuado, pues el juego repite la secuencia recreada con el Magikarp. Así podemos conseguir Shinys (al saber con adelanto qué huevo eclosionar) y es una de las claves para conseguir Pokémon perfectos con todo los IV en 31. Otra técnica interesante es el Método Matsuda, que nos dice que si combinamos un Pokémon procedente de otra edición de Pokémon con un idioma diferente al nuestro con uno propio tenemos más posibilidades de obtener un Shiny.

 

La gracia no es la existencia de estas artimañas en sí, sino que el propio Pokémon Sol y Luna las habilite y nos anime a usarlas y buscarlas. Podríamos pensar que son trucos, pero surgen del estudio de la naturaleza de los propios seres, de su entorno y de las físicas del mundo de juego, además suponen alcanzar un dominio de los IV, que son valores ocultos que se unen con la naturaleza de los Pokémon para crear seres únicos. Dominarlas es la clave para tener un Pokémon poderoso y ganar batallas cuando juguemos online, teniendo que hacer mucho más que cazar y pelear para subir de nivel y luego pelear.

 

La cría de Pokémon es un mundo que me parece fascinante, todavía me acabo de meter en él y aún necesito dominarla, pero su capacidad de generar metajuego antes de todo aquel que llega por el propio competitivo es algo que ojalá fluyera a más juegos, por desarrollar una nueva capa de desafío que de paso colabora a enriquecer el propio universo del videojuego.


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