Kingdom Hearts: De cuento a... ¿dónde nos hemos metido?
Aunque no recuerdo dónde vi por primera vez el tráiler de Kingdom Hearts (creo que fue en un juego, pero no estoy segura), sí recuerdo la sensación que me transmitió. Lo primero que pensé del nuevo título de Square Enix es que era como un cuento, posiblemente una idea influenciada por tantos personajes Disney. Que eso era, precisamente, lo que me echaba para atrás: Demasiado Disney y poco Final Fantasy. Pero luego lo jugué, me lo pasé, y lo disfruté como nadie. Antes de seguir leyendo, ten en cuenta que si no estás al tanto de toda la serie, te puedes llevar algún spoiler desagradable. Lo dejo en tus manos.
Para mí, el primer juego de Kingdom Hearts fue un bonito y simple cuento Luz vs Oscuridad, venía a ser un sencillo crossover Disney-Square Enix muy encantador. Pero la cosa se fue complicando, y con más de quince juegos ya en su historial, a veces hasta a los más expertos en su historia se les escapa algo. Es que se dice pronto, pero en trece años la saga Kingdom Hearts ya tiene más títulos que Final Fantasy. Así que es normal perderse. ¿Cómo hemos llegado a todo esto?
Al principio, Sora era el Elegido de la Llave Espada, el chico que debía salvar los corazones del mundo para que no fueran consumidos por la oscuridad. Como veis, no nos contaba nada excesivamente nuevo. Tenemos un héroe, un elegido, unos secundarios la mar de simpáticos y un antagonista. O antagonistas, en este caso. Porque al inicio parecía que era Riku, que se le notaba a la legua, pero luego resulta que eran los villanos de Disney... Pero, no, al final todo era una estratagema de ATENCIÓN SPOILER Ansem, quien te había acompañado durante todo el juego explicándote cosas sobre los sincorazones para, oh vaya, ser al final el malo malísimo. Pues visto así, la historia parece sencilla.
¡Pero no! El primer Kingdom Hearts salió en 2002 y tenía un final. Un final abierto, pero no dejaba de ser un final. Después de aquello, todos esperábamos un simple Kingdom Hearts II que nos contara la aventura de Sora, Donald y Goofy buscando al Rey Mickey y a Riku. Por suerte o por desgracia, a sus creadores no les pareció bien que todo fuera tan sencillo, y querían que aquellos que éramos niños en aquel entonces (al menos en mi caso, lo siento por los más viejales. Bueno, vale, yo no era un niño, era una niña. Pero no pasa nada) creciéramos con Sora. Y, ¿cómo hacer eso posible? ¿Cómo plasmar la evolución y la madurez de un personaje como el Elegido de la Llave Espada? Pues parece que la clave estaba en complicar la historia. Así llegó Kingdom Hearts: Chain of Memories.
Personalmente, estuve muy enfadada con Square Enix, y a día de hoy no se lo he perdonado.
No me parece mal que juegos de una misma saga aparezcan en consolas distintas, a no ser que la historia de un juego anterior o posterior dependa de otro. Es el caso de Chain of Memories y Kingdom Hearts II. Cuando salió el primero, aquellos afortunados de mi círculo de amigos que pudieron jugarlo gracias a su flamante Game Boy Advance me dijeron “No te preocupes, puedes jugar al dos sin jugar a éste, no es más que un juego de cartas”. Pero creo que me mintieron vilmente o no entendieron muy bien la historia. No puedo ser la única que piensa que todo juego de la serie es esencial para entender el resto, y Chain of Memories es una base importante para entender Kingdom Hearts II y su “opening”. Eso es lo que me molesta. No me gusta que un juego esencial salga para otra consola, como si todos pudiéramos tener todas las consolas del mercado.
Y la complejidad de Sora y de todo Kingdom Hearts siguió creciendo. De repente, él no era el único Elegido de la Llave Espada, sino que había más. Y guerras, enemigos más allá de simples sincorazones, una organización secreta... Uno ya no sabe por dónde coger la serie. ¿Saben los chicos de Square Enix hacerlo? Porque además podemos decir que todos los juegos son indispensables, creo que no puedes dejarte ninguno en el tintero. Sí, a ello ayudan los Final Mix, pero, ¿por dónde empezar? Que ya no es tan sencillo como jugar al primero, a Kingdom Hearts, sino que ahora debes elegir si empezar con Sora o empezar con los que estuvieron antes que él, y entrarte de algo que a lo mejor en el siguiente juego pierde gracia o ni se menciona... ¡En fin, un lío! Vamos a tener que hacer una tesis doctoral sobre esta saga, aunque nuestro querido Diego nos orienta un poquito hacia el que verdaderamente, y al 100%, es esencial.
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