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Jugando a Dark Souls 3 como un cobarde

Pero llegando al final de la aventura sin morir demasiado
Por Adrián Suárez Mouriño

No me avergüenzo, juego a Dark Souls 3 como un cobarde, invoco, me dejo invocar, me aprovecho las de las distancias máximas que puede cubrir un enemigo al perseguirte, y si puedo correr corro, ¿para qué luchar en vano? Estos días, con todo lo que hemos ido escribiendo sobre Dark Souls 3, me ha parecido curioso que exista gente que crea que Dark Souls 3 es difícil, porque es un videojuego totalmente configurable.

 

Puedes jugar el título de From Software sin escudo, sin armadura, sin invocar y sin leer nada ni ver ni un solo vídeo de consejos. Puedes enfrentarte a cada enemigo que veas con todas las de la ley, a espadazos y perseverando con cada muerte, o puedes ser de los que decimos que jugamos a Dark Souls 3 por disfrutar de la manera de contar su historia y no de su reto, como excusa es buena.

 

Es decir, Dark Souls 3, y cualquiera de la pentalogía, en especial el primero, puede ser tan fácil como tú quieras que lo sea. Hay ciertas reglas para lograrlo, la primera es que cuando llegues a un escenario decidas que quieras hacer en él: si vas a explorar, mata a los enemigos, pero si quieres llegar al boss o al otro extremo, corre. La planificación es esencial en Dark Souls 3 para que sea un juego sencillo. Otra cosa que has de hacer es decidir si quieres ser un tanque o un tipo que pega rápido, sube solo fuerza y vigor si quieres lo primero y destreza si optas por lo segundo, si no lo haces te verás con un personaje pésimo por la mitad de la aventura.

 

 

Si ves que un enemigo te supera pero quieres matarlo tú solo, déjate invocar y combate contra él junto con otros amigos, conseguirás almas para subir de nivel y conocerás sus puntos débiles para luego ir a por él. Si te derrotan, invoca antes de que la frustración te invada y mata al boss. No te sientas mal por hacerlo, solo prométete que en el New Game + intentarás matarlo tú solo.

 

Si ves a un enemigo gordo, no intentes matarlo de manera legal, acércate a él y rueda, estúdiale y si ves que es de los rápidos, huye. Lo habitual es que este te persiga, pero no lo hará eternamente. De repente se frenará, se dará la vuelta y podrás meterle un crítico o iniciar una cadena de combos. Y hablando de eso, en lugar de subir tus puntos de vida, sube tu stamina.

 

Este artículo va para todos aquellos que tienen miedo de jugar a Dark Souls, a cualquiera de sus entregas. Si veis que no podéis avanzar, emplead todas las herramientas que el juego tiene para vosotros para lograrlo, y cuando os sintáis más valientes, entonces sí, jugad como unos valientes. Y recordad, si alguien se ríe de vosotros por emplear estad técnicas ¿qué tenéis que decirle? Sí, que jugáis a Dark Souls 3 para analizar su narrativa, no por su reto. Repetid conmigo...


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