HTC + Valve = ¿Half Life 3? Ya empezamos con las cabañuelas

Ya es más que oficial: Valve y HTC pretenden entrar en la realidad virtual por la puerta grande, haciendo suyos los mejores intentos por mezclar visión y actividad real, y con un diseño que parece sacado de la cabeza de los chicos de Bungie cuando se liaron la manta a la cabeza imaginando yelmos para Destiny.

 

Vive, el proyecto de gafas de realidad virtual, producto de la suma de los esfuerzos de ambas compañías, vendrá con unas cifras más que decentes y un montón de sensores, cachivaches y aparatejos que, sin duda, lo convertirán en el artefacto de moda del siglo XXi u otro de esos pisapapeles tan caros que a las compañías les gusta endosarnos. La pregunta, al margen de su precio, es obvia: 

 

 

¿Y vendrá con Half Life 3?

Digo que la pregunta es obvia, y no porque yo quiera que lo sea, si no porque la señorita Cher Wang, presidenta de la compañía HTC y muy dada a liarla parda en sus momentos de ocio, ha soltado la bomba en una entrevista para la cadena británica BBC, hogar de Cucumbers y Jeremies Clarksons. 

 

La bomba, tal y como nos hicimos eco ayer, no fue otra que la de la supuesta intención de HTC de adaptar Half Life al dispositivo Vive. Una boma que si alguien se cree que no estaba preparada, es que es más ingenuo que la frase 'creo que ya no estamos en Kansas'. Una frase que encima ha quedado estupenda al venir de parte de HTC y no de la propia Valve. Por su parte, la compañía de Newell en breve hará su presentación de SteamVR en la GDC de San francisco y, tras esta perlita de la señorita Wang, sin duda tendrá una gran asistencia.

 

Por eso, esa frase dubitativa y casi encantadora de la presidenta de HTC: 'Estamos cooperando con Half Life y creo... espero, ya sabes, que ocurra' suena a estrategia de marketing y primer paso de una campaña más que pensada de lo que podría ser un nuevo remake de los primeros pepisodios de la serie, prólogo de un esperado Half Life 3 que vaya usted a saber si saldrá o no. 

 

 

 

Jugando al tarot

Por ahora las cábalas han empezado, los profesionales de la prensa -y los aficionadillos también-, tiran un puñado de bytes ante sus monitores leds y observan atentamente cómo se desmenuza, arrojan BluRays al viento o cuentan minuciosamente las revoluciones de los ventiladores de sus equipos para intentar prever lo que sucederá con tan esperado título.

 

¿Sería tan alocado pensar en un posible lanzamiento conjunto de Vive y Half Life 3? Pues no sabría decirlo. Yo abogaría como opinión personal por un primer intento de Collection, pero si ya en la Orange Box de 360 olvidaron el primer capítulo, tal vez tampoco vayan por ahí los tiros. Sea como sea, la maniobra sería perfecta: Fans de la saga comprando gafas de realidad virtual, y fans de la realidad virtual comprando la saga. 

 

 

Y sin embargo...

Sin embargo, el lanzamiento de un hipotético Half Life 3 podría ser, también, una pésima idea. Entre nosotros, no entiendo la paranoia de la peña con este juego. En su momento jugué al segundo en Xbox y me gustó, luego me hice con el primero en... Play 2, creo, y finalmente me fusilé el Orange Box en Xbox 360. Y sí, el juego estaba bien, tenía su rollito, guay lo de incluir nuevos elementos en la historia y algún que otro vehículo, y chorrada total el arma esa magnética para coger y tirar cosas. Pero aún así... ¿de verdad estuvo tan bien?

 

Valve tiene un problema, y es el ser capaz de programar y desarrollar un Half Life 3 que esté a la altura de ese aura de magnificencia con los que algunos han vestido a la saga llevados por la melancolía, la nostalgia y el paso de los años. Viendo así las cosas, tal vez Vive sea el complemento perfecto para lanzar al mercado el tan esperado juego y ampararse en la novedad de las gafitas para ensalzar su originalidad y el caracter rompedor que muchos quieren atribuir a sus predecesores. 

 

Sea como sea, no hace falta ser muy listos para saber que después de ese Half Life 2.5 aún le queda vida a la franquicia, y va a venir de la mano de HTC, Valve y sus laureadas gafas. la señorita Wang ya se ha encargado de dejar claras sus intenciones, y el silencio de Valve no es más que el silencio mal comprendido como humildad de quien escucha a dos o más amigos ensalzar sus propias virtudes. 

 

¡Nos leemos!

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