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He abandonado Final Fantasy XV

Las razones
Por Álex Pareja

Final Fantasy XV tiene muchos elementos novedosos e increíbles que merece la pena vivir, no tengáis ninguna duda. Yo mismo quedé maravillado ante su propuesta durante las primeras horas de juego, sobre todo gracias a sus protagonistas y su relación, que aprovecha una manera de narrar muy propia de los videojuegos. Sin embargo, he decidido abandonar el juego con poco más de diez horas a mis espaldas y con mucho por delante por descubrir. 

 

La razón principal es que ya no me apetece jugar, porque creo que Final Fantasy XV ya me ha proporcionado las sensaciones únicas que incluye su propuesta. Creo que más allá de esos elementos relacionales entre los personajes y otros pocos añadidos muy interesantes, el juego no da más de sí. El sistema de combate me parece soso, incluso frente a jefes finales (aquellos que no vencemos con Quick Time Events, claro) junto a una cámara que me parece total y absolutamente dramática. Un sistema de magias muy interesante pero que termina estando desaprovechado, al igual que la enorme cantidad de comidas y elementos de recolección. Mención aparte tendrían también las misiones secundarias, que no podrían ser más planas y aburridas. Creo que el juego proporciona lo que tiene que proporcionar en las primeras horas, y todo lo demás depende demasiado de lo que perdondes todos sus errores para que pueda ser disfrutado en plenitud. 

 

 

Tampoco me atrae nada la historia hasta el momento, y saber que tengo que ver una película y un anime para completar algunas piezas, que en la segunda mitad del juego algunos elementos parecen no contarse y que entre manos está una actualización que incluirá secuencias cinemáticas de más, no ayudan para nada. No tengo motivos para seguir jugando a Final Fantasy XV más allá de descubrir qué ocurre en la segunda mitad del juego, tan criticada, pero no me quedan fuerzas para seguir. Siento que lo único que estoy haciendo es ir de un lado a otro repitiendo lo mismo: enfrentándome a enemigos en combates que no disfruto por culpa de un sistema que me parece excesivamente básico y una cámara que me pone de mal humor. No disfruto jugando a este videojuego, por mucho que me duela reconocerlo. 

 

No es un mal juego, ni mucho menos. Tiene un montón de elementos que merece la pena descubrir y me quito el sombrero ante Square Enix por los riesgos asumidos, que no son precisamente pocos. Pero no ha conseguido llegar hasta a mí y, por lo tanto, he decidido dejarlo aparcado. Quizás lo retome algún día, cuando haya algún contenido DLC o cuando hayan arreglado la historia, pero por ahora Final Fantasy XV ha terminado para mí. Y no sabéis la pena que me da no haber sabido disfrutarlo del todo, teniendo en cuenta la enorme cantidad de tiempo que lo hemos estado esperando. 


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