Hablemos de juegos del oeste, los abuelitos de Red Dead Redemption 2

Se acerca Red Dead Redemption 2, o bueno, mejor dicho estamos a un año de su lanzamiento. Mientras esperamos más noticias, más hype y más datos del que sin duda es ya otro éxito asegurado de Rockstar, nada mejor que recordar algunos de los mejores juegos del oeste que vieron la luz en el pasado, alguno de ellos todavía conseguible en las diversas plataformas digitales. Pero vayamos por partes, forastero...

 

Far, far West

El el lejano lejano oeste, sobre todo en el tiempo, fueron muchos los títulos que aprovecharon el sombrero, los revólveres, el pañuelo y las plumas para hacer del salvaje oeste el género favorito de muchos no sólo en películas y en novelas, sino también en videojuegos. 

 

Me perdonaréis que deje a un lado Zorro, el fantástico juego de James Software publicado por US Gold en 1986 en Spectrum y ponga el ojo en West Bank, uno de mis juegos favoritos de Spectrum que nos invitaba a evitar un robo en un banco del oeste con la ayuda de nuestras fieles Smith&Wesson. El juego, español, contaba como autores a Álvaro Mateos Herrera y Snatcho -Dynamic-, y nos invitaba a usar sólo cuatro botones, uno por cada puerta que presentaba la pantalla de juego y otro para 'desplazarnos', para decidir en segundos si disparar o no a quien aparecía por ella, que podía ser asaltador o persona normal. En niveles superiores teníamos que tener nervios de acero y esperar a que los personajes sacaran dinero o pistola para decidir si disparar o permitirles hacer su ingreso. Tampoco faltaban los duelos, aunque aquí la música de Por un Puñado de Dólares teníamos que silbarla nosotros mismos. 

 

 

West  Bank bebía de Outlaws, juego que también inspiró el famosísimo título de pistola de luz de Nintendo, Wild Gunman, que sale en la película Regreso al Futuro. Lejos de los 'shooters en primera persona' y sin alejarnos mucho de los primeros años tenemos Gun.Smoke la primera intrusión de Capcom en el mundo de los vaqueros que se saldó con un juego de disparos con un motor de 1942 remozado para la ocasión y muchos disparos y cosas chulas para un 1985 ávido de nuevos títulos. Tuvo su propia versión en los ordenadores personales del momento y los 8 bits de la época, en ocasiones con el nombre Desperado. 

 

Un poco más cercanos en el tiempo tenemos el espectacular Sunset Raiders, un juegazo como la copa de un pino de la Konami del pasado-pasado en el que interpretábamos a uno de cuatro personajes para enfrentarnos, solos o en cooperativo de hasta cuatro juagdores, a los malvados de turno que, como caza-recompensas, debíamos quitar de en medio y cobrar así el botín puesto por sus cabezas. Sunset Riders fue uno de los mejores shooters laterales en 2D con dos alturas, la posibilidad de mejorar a los personajes, varios tipos de arma y momentazos como la estampida de bueyes o el asalto al tren a caballo. 

 

 

Wild wild west

Ya más cerca de nuestros tiempos empezamos a encontrar cosas realmente interesantes, si bien con perdón de Wasteland, del que ya hemos hablado largo y tendido en el pasado y tiene ese toque postapocalíptico, me gustaría centrarme en el auténtico salvaje oeste con el que para mí es uno de los grandes olvidados y sentó las bases para muchos de los juegos que vendrían después, inluidos Red Dead Redemption, Assassin's Creed III e incluso el remake de Lara Croft con Tomb Raider. Me refiero a Gun. 

 

Gun sale a finales de 2005 para Playstation 2, Xbox, PC y Game Cube, teniendo el mérito de ser uno de los primeros título multigeneracionales del año con su salida en PSP y Xbox 360 poco después. ¿Sus logros? Derrotar por primera vez a un juego de Rockstar jugando en su propio terreno al superar la propuesta líneal del primer juego de la saga Red Dead, Red Dead Revolver con una libertad de acción superior a la que ese primer Red Dead ofrecía. 

 

Gun fue uno de los primeros juegos en ofrecer 'libertad de acción sin límites' fuera de la consabida GTA, siendo bautizado como 'Un GTA en el oeste' a pesar de que Red Dead Revolver había salido al mercado un año antes. Escenario enorme y abierto, caballos y, por supuesto, una gran libertad de acción a la hora de elegir nuestras misiones y realizar trabajitos extra, jugar al póker, cuidar el ganado, actuar de cazadores de recompensa y un largo etcétera que nos ayudaba a conseguir lo necesario para llevar a cavo, como no, el objetivo final: vengar la muerte de nuestro padre. 

 

 

El Oeste en primera persona

Gun y Red Dead Revolver habían marcado un camino, pero los FPS seguían contando con jugar a índios y vaqueros desde los primeros Outlaw, West Bank y Wild Gunman, y con ellos llegaron cosas como la película interactiva fps fotorrealista Pistoleros, Dead Man's Hand y su particular forma de ver el oeste a golpe de carta de póker y el exitoso Call of Juarez y su oferta de tiroteos y búsqueda de tesoros. Incluso Oddworld se ánimo a dar su particular versión del oeste con Oddworld: Stranger's Wrath, que mezclaba vistas en primera y tercera persona con un sentido del humor magistral.

 

Todo parecía bien a este lado del Mississipi: Primera persona, tercera persona, sandbox del oeste... Cualquier cosa valía para hacernos sentir a gusto en nuestro guardapolvo tejano o con las plumas que habíamos ganado al hacernos amigos de los sioux. Hasta que llegó él....

 

 

John Marston

Con la llegada de Red Dead Redemption los juegos del oeste se vieron obligados a agachar la cabeza y darlo por imposible. Lo que la gente de Neversoft había logrado con Gun se convirtió en arcilla con la que los chicos de Rockstar elaboraron el más ambicioso, completo, espectacular e inmersivo juego del oeste jamás creado, con un mundo vivo en el que nuestro protagonista, John Marston, destruía los mitos del oeste a la vez que rendía pleitesía a una larga fila de western en los que no faltó ni la inspiración de Akira Kurosawa ni el tributo de Bill Elm y Woody Jackson al gran Ennio Morricone.

 

Red Dead Redemption fue la redemción de Rockstar por un Revolver que disparaba bien pero que se había visto ensombrecido demasiado pronto, y lo hicieron tan bien que todavía hoy, seis años después, nadie ha logrado acercarse. Ha causado tal furor con el anuncio de su secuela que ya se le estiman 12 millones de ventas antes de salir al mercado. 

 

La sombra del ciprés es alargada, y la de Rockstar, más, no obstante, mientras esperamos para hacernos con Red Dead Redemption 2 por un puñado de dólares, merece la pena recordar al bueno, el feo y el malo del catálñogo de los juegos que nos invitaron al lejano y salvaje oeste. 

 

¡Nos leemos, forasteros!

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